Ayuda sicológica para la ciudadanía
Nuestra interpretación de los hechos es lo que determina buena parte de nuestro ánimo; sin embargo, la lectura sombría de los hechos es recurrente por estos días. La conversación es la medida más a mano que tenemos para enfrentar de mejor forma estos momentos de alta tensión. Escuchemos los temores, las inquietudes (fundadas o no) de quienes nos rodean.
La población mundial y chilena, en particular, ha estado sometida a fuertes niveles de estrés, por efecto de la seguidilla de cambios, transformaciones, violencia e incertidumbre con orígenes distintos, pero que suman intensidades en las personas.
Una primera lectura diría que es una consecuencia inevitable para todos, pero no es así. Dependiendo del estado de ánimo y el ser de cada uno, podemos ver crisis, oportunidades u otras lecturas ante todas estas complejidades.
No decimos que sean desafíos fáciles de resolver, sino que es posible tener mejores chances cuando interpretamos desde una mejor perspectiva aquello que nos rodea. Por eso es que el impacto de estos fenómenos varía dependiendo del observador, cuestión que se explica en su historia, capacidades, futuro, entre tantas otras características.
Pero indudablemente buena parte se la sociedad no está preparada para enfrentar de la mejor manera un tsunami que provoca miedo e incertidumbre. Es por eso que los expertos del área sicológica han llamado la atención sobre la necesidad de abordar este desafío a gran escala.
Los chilenos han estado expuestos a momentos difíciles y todo indica que esto seguirá por semanas o meses. Un ejemplo: Rossana Díaz, seremi de Salud, dijo a este diario que las líneas de Salud Responde están recibiendo muchos llamados por ayuda sicológica, que incluso están colapsando esta alternativa.
La noche del domingo, el Presidente Sebastián Piñera anunció un programa de acompañamiento de salud mental, dando cuenta de la magnitud del problema y la necesidad de abordarlo profesionalmente.
Hoy tenemos gente asustada, que ha perdido el trabajo, que está enferma o tiene temores vinculados con la salud o lo económico, incomodidades que son difíciles de afrontar para la mayoría de las personas. Hay que estar atentos a esos problemas y ofrecer ayuda cada vez que sea posible. A veces solo una conversación sirve para ver las cosas de otro modo o relajarnos. Aquel -una simple charla- es un auxilio más que relevante, pero si el asunto es grave, debe recurrirse a profesionales sin más demoras.