Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Espectáculos
  • Contraportada

"Estoy en paz y feliz, vivo en la consecuencia"

ANTOFAGASTINIDAD. Carlos Cantero, exparlamentario, geógrafo y doctor en Sociología.
E-mail Compartir

Carlos Cantero Ojeda nació en 1956, su padre era marino y en esa condición cumplió misiones en distintas zonas del país y el extranjero. "Mi nacimiento encontró a la familia en Punta Arenas. Pero, me siento ciudadano del mundo", afirma el exalcalde, exdiputado y exsenador.

Cantero es un tipo inquieto, ha incursionado en la investigación, la escritura, la actuación en "La danza de la realidad", de Alejandro Jodorowsky y, ciertamente, en la política, donde obtuvo importantes triunfos y reconocimientos.

¿Cuál es tu mejor recuerdo de la infancia?

- Las reuniones familiares con toda mi parentela en Cherquenco, en La Araucanía: tíos y primos, en la casa de mi abuela que irradiaba amor. Ella fue ejemplo de vida para mí. En un hogar sencillo y humilde, con carencias económicas e inmensamente rica en amor, crió una docena de hijos y adoptó como propios otra decena.

¿Cuál fue la mejor enseñanza de tu hogar?

- La voluntad inquebrantable de luchar por mis sueños y convicciones. El sentido social, el amor por el estudio y el cultivo personal. Eso me empujó a la universidad, saque mi título profesional de Geógrafo, luego escalé hacia un Máster y finalmente la cumbre con un Doctorado en Sociología en Europa, en el que fui calificado como Suma Qum Lauden, la máxima distinción académica.

¿En qué momento decidiste dedicarte a lo público?

- Nací con la vocación de servicio público. Desde niño tuve esa inclinación. En mi familia priman los profesores y comerciantes. Yo me volcaba a causas de servicio y mostraba liderazgo en mi entorno. Con el retorno a la democracia y para actuar en política era necesario asumir militancia. Hice una bonita carrera en un partido por el que me jugué y entregué todo. Amo su base militante, pero, terminé como independiente.

¿Te titulaste geógrafo y terminaste en la sociología? ¿Por qué?

- En una mezcla muy virtuosa y complementaria: territorio y sociedad. Esa mezcla me ha dado reconocimiento, soy un pensador escuchado, doy conferencias por diversos lugares del mundo, tengo redes y mis libros se publican en Europa, en español y traducidos al portugués. De hecho mis dos siguientes conferencias serán una en Madrid y la siguiente en Barcelona.

Apareces como alguien con muchas inquietudes... ¿Con qué mentores te formaste?

- Mi autodefinición es la de una persona amante de las ideas, la reflexión y el pensamiento. He formado una red de amigos por todo el mundo, dialogando con los grandes pensadores y filósofos contemporáneos. Desde mi rincón en el Desierto de Atacama, he ganado espacio y tribuna global. Admiro a chilenos que han hecho escuela mundial: Humberto Maturana, Francisco Varela, Claudio Naranjo, Fernando Flores, Alejandro Jodorowsky, entre tantos otros con los que he cultivado amistad y admiración intelectual. Algunos ya han partido y uno siente el peso de esa responsabilidad. Hace unos días se lo decía a mi amigo el doctor Fernando Flores, que vive en Berkeley, Estados Unidos, quien constituye el puente entre esa generación y nosotros.

¿Cuál es el espacio regional que más te gusta?

- Tengo comunión espiritual con el mundo andino, con la identidad ancestral: los changos- chinchorro de la costa y las comunidades precordilleranas en el Alto Loa y en el entorno del Salar de Atacama. Soy un amante del patrimonio natural y cultural del mundo andino ancestral, cuya capital fue y sigue siendo el oasis de Calama. Admiro su cosmovisión, su filosofía, sus matemáticas, sus avances tecnológicos, en ecología, riego, agricultura, su tradición cultural oral. Tenemos una gran deuda con esa impresionante riqueza ancestral que no hemos puesto en valor. En muchas dimensiones es ignorada.

¿Qué te gustaría ofrecerle a la región?

- Mi compromiso, mis redes globales, mi capacidad y amor a esta tierra y su gente. Espero seguir aportando mi experiencia al desarrollo de nuestra región, no en la política sino como apoyo a la formación de las nuevas generaciones, aportando mi experiencia y redes, como asesor y consultor.

¿Dónde debe estar nuestra región en 20 años?

- Está llamada a ser la región líder de Chile en materia de desarrollo. Para eso debemos proyectar nuevos liderazgos y compartir un proyecto común, construir unidad en la región y dejar de someternos a Santiago para dar cada paso.

¿En momentos tan complejos, qué le recomendarías a la gente de la región?

- Unidad y ánimo en alto; elegir con cuidado liderazgos colaborativos que sepan trabajar en redes; construir y compartir un proyecto de desarrollo propio. Aprender a querernos, que las diferencias sean una riqueza y no una debilidad.