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La vida después del coronavirus: el testimonio de los recuperados

RELATOS. Personas que derrotaron al COVID-19 comentaron que la batalla no sólo es contra el virus, sino que también contra el estigma social que acarrea el haber sido positivo al coronavirus. Desinformación y temor se combinan y son tan peligrosos como la misma enfermedad.
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Cristian Castro Orozco

En estos días solo mencionar la palabra coronavirus pone al alerta a cualquiera. Nadie -o muy pocos, para ser precisos- es inmune al virus y al miedo que provoca.

Pero aunque en el mundo los contagios avanzan, también crece el número de recuperados, es decir, personas que tuvieron la infección y que de manera natural o con ayuda médica, lograron salir adelante.

Quienes padecieron el virus coinciden en algo. La batalla contra el coronavirus deja secuelas. Una de ellas es la impresión del resto de la ciudadanía. En efecto, cuatro personas que tuvieron el virus y se recuperaron, accedieron voluntariamente a contar sus experiencias con la enfermedad.

Algunos estuvieron hospitalizados y otros pasaron la enfermedad recluidos en casa junto a sus familias, pero todos concuerdan en que existe un estigma social que se hace presente por haber sido positivos al COVID-19.

Testimonios

Karla Castillo Reyes es una funcionaria de la Municipalidad de Taltal, y uno de los primeros casos de COVID-19 confirmados en esa comuna. Su hermano fue quien comenzó con los malestares y luego de hacerse un test dio positivo.

Esto fue el 7 de abril.

Ante la confirmación del contagio de su hermano, Karla acudió con su hijo inmediatamente a hacerse el examen porque ambos -madre e hijo- ya habían presentado algunos síntomas.

"Yo desperté con un leve dolor de cabeza y ojos, y mi hijo también estuvo un poco resfriado. Entonces, en vista del resultado de mi hermano, nos hicimos el examen. Nos lo hicimos ambos, porque la recomendación era que se lo hiciesen los que tuvieran síntomas. Eso fue el día 7 y nos entregaron el resultado el 9 de abril. Ahí nos dijeron que éramos positivos".

El problema fue mayúsculo porque, considerando la visita de algunos sobrinos y sus pequeños hijos, al momento de la confirmación en total había 14 personas en la casa.

"La sensación para mí fue un balde de agua fría, porque no estábamos con mayores síntomas. Fue un tema bien preocupante, además me avisaron como a las 20 horas, así que reunimos a la familia en la cocina e informé que habíamos salido positivos. Primero todos estuvimos nerviosos por lo que se venía. Lo único que les dije es que estuvieran tranquilos y no cayeran en pánico, porque en ese momento ya había noticias de gente que había muerto de coronavirus", recuerda.

Finalmente el alcalde de Taltal, Sergio Orellana, logró que le hicieran el test a toda la familia, quienes no presentan síntomas. El resultado fue positivo para su esposo, otro hijo, su cuñada y un pequeño sobrino. Al final siete contagiados en una familia de 14.

"Mala leche"

Todo el grupo entró en cuarentena. Karla cuenta que no tuvo mayores complicaciones físicas en ese lapso y que como familia decidieron no ver noticias ni leer prensa. Estaban saturados de información del COVID-19 y solo querían descansar. Tener paz mental.

"Finalmente figuramos como recuperados a inicios de mayo, pero lo que más me dolió de todo esto no fue tener el virus, sino que hubo mucha gente mala leche que pedía a través de redes sociales que se publicaran los nombres de los contagiados. De hecho, alguien sacó una foto familiar del Facebook de mi hermano, trazó un círculo rojo alrededor de él para identificarlo y lo publicó con nombre y detalles en las redes sociales para que todos supieran que era un caso de contagio. Somos gente de trabajo, como lo somos todos. Pero hubo mucha gente mala leche. Eso aún nos pesa", dice las taltalina.

"La vi fea"

En Calama el pediatra de 70 años, Eduardo Coompan Moreno y su esposa también dieron positivo al coronavirus el 28 de abril. Ambos se hicieron el test luego que la suegra de Coompan, de 87 años, diera positivo días antes. También se contagió a los días la hija de la pareja, de 15 años.

"Estábamos todos sanos y el virus nos apareció en la cuarentena. Tal vez alguno lo adquirió en el supermercado varios días antes. No sabemos. Nos enfermamos mi suegra, mi señora, mi hija y yo. Todos quedamos hospitalizados. Mi suegra tiene 87 años, por lo que es parte de la población de extremo riesgo. Yo porque soy hipertenso y tengo 70 años, y mi señora porque es asmática severa y presentaba dolores intensos, casi invalidantes. Estuvimos ocho a diez días, que fue del 29 marzo al 7 de abril, más menos. Yo, mi señora y mi hija en el hospital del Cobre y mi suegra en el hospital Carlos Cisterna", cuenta el profesional.

Coompan cuenta que durante su convalecencia hubo días de agudos síntomas. En uno de ellos, y valiéndose de sus conocimientos y experiencia en medicina, pudo descifrar lo que hablaban a pocos metros de su camilla los doctores que lo atendían.

"Estábamos en la UCI y en algunos exámenes se consideraba la ventilación mecánica para mí. Ese momento fue bastante complicado, porque pensé que de ahí no iba a retornar. La vi bastante fea", confiesa el médico.

Pero la enfermedad comenzó a ceder y hoy la familia completa goza de buena salud, incluida la suegra del médico, quien ya cuida de sus llamas y aves en su vivienda en San Pedro de Atacama.

"Tomé mi primer turno médico el 3 de mayo. Mi hija está en clases virtuales y mi señora haciendo sus quehaceres habituales. A mí me dieron el alta el 24 o 25 de abril. Ahí se determinó que estábamos fuera de la cuarentena", dijo.

Al igual que en el caso de la taltalina, haber sido un paciente COVID ha traído problemas a este médico y su familia.

"Hay mucha desinformación de la gente, porque cree que uno al haber tenido el bicho sigue contaminando, pero uno adquiere la inmunidad y tenemos los anticuerpos. Sin embargo, pesar de eso no nos dejan de mirar con cierta atención, como si fuéramos bichos raros. En los controles sanitarios vemos expresiones de terror o pánico, siendo que los que pueden contaminar son los que están ahí", afirmó el profesional.

El padre del concejal

En Antofagasta, la comuna con más casos de coronavirus en la región, el contagio incluso llegó hasta el concejo municipal.

El 10 de abril dio positivo el concejal Ignacio Pozo, desatando una serie de comentarios en redes sociales, muchos de ellos bastante iracundos, donde se le acusaba de haberse presentado al municipio, pese a saber que estaba contagiado, lo que resultó ser falso.

A los pocos minutos, el concejal dio su testimonio, explicando que el primer contagiado había sido su padre y que apenas se enteró, inició el aislamiento.

En efecto, Iván Pozo Campo, padre del edil, fue el primer portador del virus en ese hogar. "Fue como un resfrío común, tuve dolor de garganta, pero nunca fiebre. El domingo 5 de abril comenzaron los malestares. Me realicé el examen el jueves 9 y me llaman de la seremi para notificarme que era positivo el viernes 10 de abril. Por un lado me sentí tranquilo, pero tomé todas las medidas de seguridad junto a mi familia" , explica.

Pozo cree que el contagio podría haberse producido en el colegio Gustavo Le Paige, donde trabaja como inspector general. "Una colega salió positivo en el examen de COVID-19. Una vez informado eso, nos fuimos a hacer los exámenes preventivos", narró.

El jefe de hogar siguió las recomendaciones médicas al pie de la letra y ahora junto a su hijo concejal figuran como recuperados.

Durante el tiempo de cuarentena aprovechó de hacer jardinería y contemplar las aves de su casa. "Gracias a Dios tenemos un patio grande con árboles frutales y pájaros".

Llamado

Su hijo, el concejal Pozo también se recuperó sin problemas, haciendo oídos sordos a los virulentos comentarios en las redes sociales. Ahora está tranquilo y envía su mensaje a los antofagastinos.

"Vivimos tiempos difíciles. Estamos siendo atacados por una pandemia. Yo y mi familia contrajimos el virus y salimos indemnes. Hoy ya estamos negativos e invitamos a reflexionar a toda la comunidad, a que se cuide, porque la base de toda prevención nace de uno mismo. Les invito para que todos salgamos victoriosos de esta enfermedad".