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Contribuciones que merecen destacarse

La solidaridad debe convertirse en parte de esta nueva normalidad que vivimos. Así lo han entendido muchos, que de distintas formas han decidido ayudar. Universitarios, vecinos, profesores, artistas, deportistas, escritores y empresas. Todos tenemos algo que podemos ofrecer al resto en estos tiempos de dificultad e incertidumbre.
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Los grandes desafíos requieren gestos igual de enormes. Acciones solidarias, desinteresadas, que ayuden alcanzar las metas colectivas o superar el trance que nos aflige. En las últimas semanas, debido a la pandemia de coronavirus, hemos visto acciones así, que vale la pena realzar.

Universitarios que fabrican material de protección para el personal de la salud, vecinos que se organizan para reparar la casa de una solitaria anciana, profesores que realizan clases de reforzamiento online para sus alumnos; artistas, deportistas y escritores que ofrecen su talento por internet y muchos otros ejemplos. Todo suma, todo contribuye, nada sobra, todos podemos ser útiles, de una forma o de otra.

El fin de semana conocimos otro de estos aportes.

Movidos por una inquietud que merece destacarse, la Fundación Manos que Ayudan, en asociación con Antofagasta Minerals, el gobierno regional, FCAB y la Universidad Santo Tomas, decidieron habilitar un call center para atender consultas en salud de la comunidad regional.

La idea es simple. Cualquier persona podrá llamar a la línea 800 47 22 00, donde recibirá la atención de una operadora, quien dependiendo de las características del caso, lo derivará a alguno de los especialistas que estarán a disposición.

Médicos generales, internista, enfermeras, matronas, ginecólogo y pediatra conforman el equipo, que además hará atenciones a domicilio a enfermos postrados y otros que requieran este servicio.

La línea inicia hoy su periodo de prueba y en los próximos días estará plenamente operativa.

Los beneficios de este proyecto son enormes. Es un hecho que los centros de salud de mayor complejidad están abocados a la lucha contra la pandemia y por eso la atención de otras patologías se ha visto afectada. Así, el call center llevará alivio a pacientes crónicos o con dolencias menores que, de otra forma, quizás, tendrían que resignarse a la espera.

Pero no es esto lo único que debemos rescatar. Detrás de esta iniciativa está lo que se espera de todos los chilenos: el afán de colaborar. ¿Cómo? Hay infinitas maneras de hacerlo. Todos podemos. Hasta el más humilde, tiene algo para regalar.

Solidaridad en tiempos de crisis

"La Mesa de Vulnerabilidad es un esfuerzo para ir ayuda de quienes más lo necesitan en esta pandemia". Patricio Martínez Q., Seremi de Desarrollo Social y Familia
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Son días difíciles para todos. La pandemia del coronavirus modificó nuestras vidas de un golpe, en algo que nunca imaginamos. Sin distinción, hemos sufrido de una emergencia sanitaria sin parangón y que aún no sabemos cuál será su final.

Algo que comenzó a miles de kilómetros de distancia de nuestro país, nos explotó de un momento a otro, en un mundo globalizado y cuyas fronteras no detuvieron el avance de una pandemia que es letal y con un severo impacto en la economía y el trabajo de millones de personas en todo el orbe.

Ante esta compleja realidad, y sin desconocer la alerta en toda la población, hemos tenido como ministerio una especial preocupación por los principales grupos de riesgo, como son los adultos mayores y las personas en situación de calle, tantas veces olvidadas y que muchas veces son invisibles a los ojos de la mayoría. En el primer caso, desde el primer minuto activamos protocolos para el cuidado de los adultos mayores en los 10 Eleam de la región, hemos gestionado ayuda en alimentos y remedios, además de potenciar una red de apoyo para quienes están solos y no pueden ser visitados por sus familiares, debido al peligro de contagio.

Mientras con las personas de calle ya realizamos la apertura de nuestro primer albergue de emergencia por 120 días y en las próximas semanas abriremos uno más en Antofagasta y otro en Calama. Los tres son para 20 usuarios cada uno y cumpliendo con estrictas medidas de orden sanitario, a fin de entregarles un lugar digno y seguro.

A ello se suma la Mesa de la Vulnerabilidad, un esfuerzo conjunto entre el mundo público y privado para ser un puente en este tipo de acciones y focalizar diversas estrategias de colaboración, siempre apuntando a quienes más lo necesitan. Aquí participan autoridades (Salud y Desarrollo Social y Familia), Fuerzas Armadas, representantes de la academia, empresarios y organizaciones sociales, todos unidos a través de un solo objetivo: ayudar.

Con un perfil netamente regional y ejecutivo, esta mesa también tiene como prioridad el trabajo con las personas con discapacidad, a fin de compartir diagnósticos, generar alertas e implementar soluciones a los problemas detectados durante esta emergencia sanitaria.

Es necesario redoblar los esfuerzos para enfrentar una crisis sin parangón en el mundo moderno, que requiere del apoyo de todos y de comprender que nos necesitamos y somos un todo, apelando siempre al autocuidado y la solidaridad.

Esta pandemia nos dejará dos grandes lecciones por delante: cuidar nuestro planeta y ser mejores personas.

Habilidades y cuarentena

"Es de vital importancia concentrarnos en nuestro "yo interno", focalizarnos en nosotros mismos más que en el contexto". Carolina Ríos Spiegel, Directora Nacional de Habilidades Transversales USS
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Es época de cuarentena, pero también de cambiar nuestra rutina, algunos hábitos y el concepto de normalidad. Por este motivo, enmarcados en esta realidad, se vuelve muy potente preguntarnos ¿cómo podemos seguir? ¿cómo enfrentamos esta nueva realidad? ¿cómo me adapto?

Frente a esto, es muy importante saber que las habilidades que cada uno posee pueden ser un apoyo y ayuda para enfrentar diversas situaciones, como, por ejemplo, la que estamos viviendo. Para algunos será más fácil, para otros más difícil, sin embargo, tenemos que confiar en nuestras capacidades y conocimientos y en las características que tiene el ser humano para enfrentar, sobrellevar y adaptarse a las circunstancias, tal como ha sucedido en otros momentos de la historia.

En estos instantes es de vital importancia concentrarnos en nuestro "yo interno", focalizarnos en nosotros mismos más que en el problema del contexto. Esta acción nos permitirá reflexionar sobre nuestras cualidades, conocerlas, entenderlas y conectarnos con ellas. Atendiendo a esto, se puede chequear cuáles de esas habilidades nos permitirán y ayudarán a superar de mejor forma la situación.

Para facilitar este ejercicio se pueden recordar otros momentos difíciles de la vida, situaciones de las que se ha logrado salir adelante ¿Qué habilidades me ayudaron a lograrlo? Si hoy estoy en esta pandemia es porque he vivido y/o sobrevivido a otros acontecimientos, otras situaciones, otras dificultades. Entonces al reflexionar sobre mí, debo abrazar a la gran persona que soy y felicitarla, porque de una u otra manera ha llegado hasta donde está en este momento.

Otra ventaja de centrar la atención en nosotros y no en el contexto, es que dejamos de preocuparnos por situaciones que no dependen de nosotros, de circunstancias que no podemos cambiar ni mejorar, pero en las que si podemos decidir qué actitud adoptamos para enfrentarlas.

No es fácil cambiar la perspectiva, pero se puede. Hoy tenemos tecnología que podemos ocupar a nuestro favor, tanto para comunicarnos con personas que extrañamos, como para realizar clases en la universidad (o donde sea), o continuar con nuestros trabajos. Además, podemos darnos un tiempo para pensar en nosotros, encontrar cursos de interés que antes no realizábamos con la excusa de "no tengo tiempo", entre una infinidad de acciones posibles de realizar bajo el alero de esta contingencia.

La realidad cambió, tenemos una nueva y, nos guste o no, nos complique o no, debemos darnos el espacio para preguntarnos ¿Cómo la quiero enfrentar? ¿Qué habilidades voy a utilizar? Este es el primer paso para conciliar incertidumbres y trabajar la ansiedad que genera una pandemia como la que estamos atravesando.