El caso Cencosud
La empresa no hizo nada ilegal, pero su señal es un error considerando el momento que vive el país. Y mal también actúan los parlamentarios con su populismo básico. La solidaridad, el sentido común, la colaboración, no pueden estar escritos como obligatorios, eso es un absurdo. El país requiere esfuerzos de todos, porque las semanas que siguen no serán nada de sencillas.
Varias conclusiones pueden sacarse de la polémica derivada por el retiro de utilidades, más allá del mínimo legal, por parte de sociedades vinculadas al gigante del retail, Cencosud. La más obvia es la señal equívoca que dio esta empresa y a continuación, la torpeza de muchos parlamentarios que deciden legislar sobre este caso específico.
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, criticó a la compañía por esta acción que tiene un contexto: estamos sufriendo los efectos económicos de la pandemia y la empresa se acogió a la ley de protección del empleo para los trabajadores de Paris.
No obstante, el grupo comunicó la entrega de dividendos por más de $91.360 millones, lo que equivale al 80% de sus utilidades. Es decir, un brazo de la matriz Cencosud (París) se acogió a la ley de protección de empleo (que pesa fundamentalmente sobre los empleados), mientras se entregaron millonarios beneficios económicos a los accionistas.
El secretario de estado tiene razón en algo muy preciso: "Para la ciudadanía resulta inentendible y para el Gobierno también".
El asunto es legal, pero no se ve bien. Alguien podrá incluso preguntarse si esa acción fue ética.
"La verdad que las dos cosas no conversan y me parece que eso es bastante evidente", concluyó Briones, quien no se mostró satisfecho por las explicaciones de un holding que suma 53 mil trabajadores y que apuntó que solo 7.731 contratados por las filiales del grupo "se acogieron voluntariamente" al nuevo marco legal.
El problema es real, por cierto, pero a partir de allí, y tal como suele ser costumbre en muchos parlamentarios, se cuestionó todo un marco legal que objetivamente protege los trabajos en medio de una crisis que muchos parecen desconocer. La ley ha beneficiado fundamentalmente a las Pymes agobiadas, de acuerdo a lo precisado por la ministra del Trabajo María José Zaldívar y por el mismo Briones.
La ley es una esperanza para mantener las empresas (deberíamos saber que destruirlas es el peor escenario), pero como es costumbre, se pretende hacer una línea, sobre la base de un punto.
Más colaboración y seriedad y menos populismo político, son de una urgencia total, sobre todo en el Congreso.