Cuarentena obligatoria
El autocuidado y el respeto por los otros, son dos cuestiones bien fundamentales más allá de las políticas que desarrollen las autoridades encargadas. La región ya suma 811 contagios por COVID-19. La seremi de Salud, Rossana Díaz, dijo que han ido aumentando los casos de personas sin sintomatología porque se ha realizado mayor cantidad de testeos.
La decisión del gobierno de declarar cuarentena en las comunas de Antofagasta y Mejillones no toma a nadie por sorpresa considerando la cantidad de enfermos por COVID-19 en las últimas semanas.
Se trata de una decisión extrema, que solo se explica en los malos resultados de contagios: 811 a nivel regional (con 185 recuperados).
Ayer fueron confirmados 51 nuevos casos, según el informe entregado por el Gobierno Regional: 34 casos son de Antofagasta, siete en María Elena, seis en Mejillones y cuatro en la comuna de Calama.
La decisión de la autoridad está fundada sobre aspectos técnicos y cuyos efectos debieran comenzar a verse desde hoy, teniendo presente que la medida rige desde las 22 horas de ayer.
Para el análisis queda el deficiente comportamiento de parte de la población que nunca parece haber tomado en serio la gravedad de la pandemia, a pesar de que era muy poco lo que se solicitaba: distanciamiento social, lavado frecuente de manos, permanecer en casa, entre otros.
Igual de preocupantes eran las señales de algunas autoridades que entregaron señales innecesarias, que sugirieron cierto relajo en la población. Mientras se pedía aumentar y respetar el confinamiento, también se solicitaba retomar cierta normalidad, lo que no parece aconsejable, cuando el mensaje debe ser solo uno.
Pero a esta altura, las críticas parecen improductivas e innecesarias. Lo delicado, prioritario y urgente es detener y frenar la curva de contagios que hasta ahora no parece detenerse, en especial en la capital regional, Mejillones y María Elena.
La ciudadanía no parece comprender la gravedad del asunto y las complejidades que puede acarrear en términos sanitarios.
Hasta ahora, aproximadamente el 90% de las camas críticas están ocupadas, un número que resulta inquietante y peligroso, considerando que los peaks se esperan para fines de mes o inicios de junio.
La responsabilidad es fundamental en estas horas críticas: el autocuidado, es la principal defensa para no lamentar hechos más graves en los extensos días y semanas que siguen.