Jonathan Mondaca Escobar
Sin visitas, con estrictas medidas de seguridad sanitaria y contacto con familiares solo a través de teléfonos, siguen funcionando los hogares que trabajan con adultos mayores en medio de la crisis generada por el COVID-19.
Este grupo etario, junto a quienes presentan patologías que afectan a sus defensas, son la población que puede resultar más perjudicada en caso de contraer el virus.
La hermana Victoria Parraguez es la directora del Hogar Don Orione, organización que trabaja con 40 personas, desde niños a mayores, que sufren parálisis cerebral o discapacidades que las hacen 100% dependientes de cuidado.
Condición
La religiosa explicó que actualmente tienen 16 adultas mayores en el hogar y casi todas están postradas y con alzheimer, requiriendo mantener estrictas medidas para evitar que se contagien.
"Estamos en cuarentena y no permitimos que entre ninguna persona, ni familiares, a excepción de las cuidadoras de trato directo", sostuvo la directora. Esta medida la tomaron el 15 de marzo, con el inicio de la emergencia sanitaria en el país.
Y para el trabajo diario, el personal utiliza mascarillas, guantes y pecheras, además de un constante lavado de manos y la desinfección con cloro de las superficies.
Parraguez dijo que también tuvieron que adecuar los turnos de trabajo debido al toque de queda. Esto, porque "tenemos turnos de 12 horas de tres por tres. Como es de 9 a 21 horas, el personal que toma locomoción colectiva se va a las 18.30 horas", detalló.
Ayuda
La directora manifestó que el hogar ha desarrollado sin problema todas sus tareas en lo que va de esta emergencia, pero que requieren de ayuda por insumos que se agotan.
"No podemos ir a comprar a la Vega porque solo venden a mayoristas y hemos recibido donaciones de particulares. Nos faltan pañales y algunos alimentos, como leche, arroz y azúcar", dijo Parraguez.
Hogar de Cristo
La crisis del coronavirus obligó al Hogar de Cristo a implementar medidas totalmente inéditas para la institución, como pasar de hospederías con horarios acotados, a centros de 24 horas para evitar la circulación de personas.
Leonel Rodríguez, quien está a cargo de los programas de adultos mayores en Calama y Antofagasta, explicó que en los últimos diez días tuvieron que elaborar protocolos desde cero. "Teníamos experiencia en muchas cosas, pero no para una pandemia", dijo.
Y relató que durante el inicio de la crisis, cuando el gobierno y varias instituciones analizaban el escenario, una de las posibilidades que se planteó fue cerrar programas como los que ejecuta el Hogar de Cristo.
Esto, porque una hospedería puede recibir al día una 25 personas, pero nadie asegura que sean los mismos que regresaran la siguiente jornada, generándose una circulación que se busca evitar para disminuir los contagios.
"La atención era de las 19 horas a las 8 de la mañana en las hospederías. Por el riesgo de circulación de personas, desde esta semana trabajamos con modalidad de 24 horas, cuarentena total", sostuvo Rodríguez. Esto significa que ninguna persona ajena al trabajo de la institución entra o sale de los recintos.
En el caso de Calama, añadió, 25 personas en situación de calle firmaron una carta de consentimiento para vivir la cuarentena voluntaria en la hospedería.
En Antofagasta, la cifra es de unas 20 personas en la misma condición, y Rodríguez señaló que esta medida involucra un esfuerzo muy importante para el hogar, en términos de personal e insumos.
Para este trabajo modificaron las rutinas de cuidado, aplicaron modelos de intervención y realizan contención para los casos de abstinencia en los que hay dependencia de consumo.
"Se nos disparan los costos totalmente, pero estamos dispuestos a correr ese riesgo. Vamos a continuar con esto hasta que sea necesario", aseguró.
Además, el Hogar de Cristo desarrolla programas domiciliarios para adultos mayores, que acercan las redes de apoyo del gobierno y organizaciones para evitar que estas personas terminen en situación de abandono.
Eleam
El Senama, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, cuenta con los Establecimientos de Larga Estadía de Adultos Mayores (Eleam), que albergan a quienes tienen 60 años o más y se encuentran en diferentes situaciones de dependencia física y mental.
Seis de estos recintos están en Antofagasta, otros dos en Calama y uno en Taltal, y en ellos hay 141, 57 y 11 personas mayores, respectivamente.
El director regional del Senama, José Luis Carmona, indicó que "el 15 de marzo hicimos una cuarentena en todos los Eleam de la región, para adelantarnos a lo que podía pasar. Ahora aumentamos las restricciones y viene la barrera sanitaria".
Las visitas están prohibidas y solo pueden ingresar quienes trabajan en los Eleam. Sin embargo, para eso deben enrolarse en el Ministerio de Salud, para controlar al personal que labora en estos establecimientos.
Cada vez que entren, deberán mostrar un código QR (desde el celular) a los fiscalizadores que estarán en los recintos que trabajan con adultos mayores.
"Estamos en cuarentena y no permitimos que entre ninguna persona, ni familiares, a excepción de las cuidadoras de trato directo".
Victoria Parraguez, Hogar Don Orione
"Por el riesgo de circulación de personas, desde esta semana trabajamos con modalidad de 24 horas, entramos a cuarentena total".
Leonel Rodríguez, Hogar de Cristo
"El 15 de marzo hicimos una cuarentena en los Eleam de la región, para adelantarnos a lo que podía pasar. Ahora viene la barrera sanitaria"
José Luis Carmona, Director regional del Senama