Una lujosa estancia cuyo propietario es el Ejército de Chile, emplazada en la costanera sur de Antofagasta, hoy se encuentra en un evidente estado de abandono.
La instalación posee una enorme piscina, aunque hace años que nadie se baña ahí, y en su interior solo se acumulan restos secos de madera y guano de ave.
Pese a los oxidados carteles que advierten que la propiedad es militar, nada impide el ingreso.
En la terraza del inmueble que da directamente al océano se encuentran dos hombres pescando tranquilamente. Ellos cuentan que la privilegiada posición del terraplén sobre el mar permite un cómodo sitio para practicar la pesca.
"Cada media hora más o menos pasa una patrulla militar para hacer una ronda por la casa, pero no se quedan, solo miran que no haya gente dentro de la casona. Solo eso. No hemos tenido problemas con ellos puesto a que no estamos haciendo nada malo, solo estamos pescando", dice uno de los hombres.
El inmueble se encuentra sin puertas ni ventanales, y en su interior se advierte la destrucción de sus paredes y de su techumbre producto de la acción humana y de las condiciones climáticas.
Situación
Al menos son cuatro las instalaciones que mantiene el Ejército en la avenida que lleva su nombre, en la costanera sur de Antofagasta. Dos de ellas aún son ocupadas, al menos los fines de semana.
Se trata del casino guaricional la "Playa" y el centro recreacional "Loa", en donde es frecuente ver reuniones. En desmedro, 500 metros más al norte se encuentra una casona de similares características pero en visible estado de abandono.
Se trata de una instalación en donde funcionó la sede adelantada de idiomas del Ejército, la cual hoy, de no ser por alguno que otro carpista o una considerable cantidad de palomas, se encontraría sin moradores.
Otros 200 metros más al norte de esta sede se encuentra otro espacio recreacional del Ejército. Ambos inmuebles fueron utilizados hasta mediados del 2015, sin saberse hasta ahora el motivo de su abandono (ver recuadro).
"Antes había demasiada actividad en estas casas, pero te hablo de hace ya más de cinco años. Al menos era habitual que en los fines de semana se hicieran fiestas de casamiento, bautizos o solo venía un grupo familiar para quedarse unos días. Incluso era resguardada por una guardia militar, pero hace tiempo eso ya no pasa. A veces hasta duermen carpistas en su interior", contó Julia Benavides, vecina del sector.
A simple vista, pareciera que las casonas están irrecuperables. Las dos se hallan casi desmanteladas, y lo único que indica su pertenencia a la institución uniformada, son los carteles que las señalan como propiedad del Ejército.
Cob
En primera instancia trascendió que estos inmuebles pertenecían al Comando de Bienestar del Ejército (COB), cuya misión es "Otorgar prestaciones que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida del personal, su grupo familiar y beneficiarios de los servicios que proporciona el Sistema de Bienestar del Ejército".
No obstante de esta unidad manifestaron que solo mantienen por concesión marítima el casino guaricional "Playa" y el centro recreacional "Loa".
De forma extraoficial se conoció que estas infraestructuras pertenece a la I División del Ejército (ver recuadro), y que los espacios en donde se emplazan serían devueltos a Bienes Nacionales y a la vez la concesión marítima regresada a la Armada, para que finalmente se construya una continuidad del borde costero, similar a la que hoy presenta el Parque Croacia.
Pero de momento serían solo intenciones. Nada oficial se ha informado al respecto y tampoco figura este espacio dentro de los próximos proyectos de paseo costero que se ejecutarán en la comuna.