Horas de terror vivieron los habitantes de un edificio de calle Uribe, en el centro de Antofagasta, cuando un grupo de encapuchados ingresó al inmueble causando destrozos en el hall.
Los hechos ocurrieron cerca de las 22.20 horas del martes, momentos después de que Carabineros detuviera a dos menores de edad aparentemente involucrados en los nuevos disturbios que se registraban a esa hora en el centro.
Según versiones de testigos, los encapuchados querían agredir al conserje del edificio, de 70 años, a quien acusaban de haber indicado a la policía las ubicaciones de los dos detenidos, versión que en el lugar era desmentida.
"Entraron violentamente, rompiendo ventanales, muebles y todo lo que encontraron a su paso. Afortunadamente el conserje se pudo refugiar en otra parte del edificio", dijo uno de los habitantes, quien pidió no ser identificado.
Según el relato de esta persona, ante la presencia de los encapuchados varios propietarios bajaron a la recepción para intentar calmar a los sujetos.
Aquello tardó varios minutos y fue bastante complejo, asegura la fuente, ya que los manifestantes eran realmente muy agresivos.
Incluso, explica el habitante del edificio, amenazaron de muerte al conserje y advirtieron que regresarían para quemar el inmueble.
Temor
Fue tal el impacto que generó el incidente, que los vecinos organizaron turnos para mantener vigilancia en el acceso al edificio toda la noche del martes y ya acordaron la instalación de rejas para contar con mayor seguridad.
El conserje, quien resultó ileso, tendrá unos días de descanso para reponerse del impacto emocional que le provocó todo lo ocurrido.
En el edificio contaron además que varios propietarios decidieron quedarse en Antofagasta y no salir de vacaciones por temor a perder sus bienes, y al menos una pareja anunció que abandonaría su departamento junto a su hija.
"La gente quedó con mucho miedo, porque amenazaron que iban a quemar todo, entonces no quieren dejar sus cosas y que les pase algo", afirmó la persona consultada.
El edificio donde ocurrieron los hechos se ubica en calle Uribe, justo en un sector que es foco constante de incidentes entre vándalos y la policía.
Esto último -explicaron en el lugar- ha tornado la vida de las familias del sector en una "pesadilla", pues deben convivir constantemente con las barricadas, el olor a bombas lacrimógenas y los disturbios, que normalmente se extienden hasta la madrugada.
"En cien días de protestas, nosotros no hemos tenido más de diez días de tranquilidad", relataron.
Detenidos
Según el recuento entregado ayer por la gobernación provincial, durante los incidentes del martes 42 personas fueron detenidas por distintas circunstancias, la mayoría, desórdenes en la vía pública.
Los disturbios comenzaron tras una marcha no autorizada que recorrió distintas calles del centro de la ciudad.
Cinco de estas detenciones se produjeron durante enfrentamientos en el sector Bonilla, que también registró incidentes esa noche.
La gobernadora Katherine López apuntó que el martes no hubo carabineros lesionados, pero sí infraestructura pública y privada dañada.
Añadió que tampoco se registraron saqueos, lo que asoció a las "nuevas estrategias" de control de orden público que se estarían aplicando.
Respecto a lo ocurrido en el edificio, Katherine López dijo que no es la primera vez que inmuebles habitacionales son afectados, tanto en Uribe, como en Maipú, 21 de Mayo y otros sectores de la ciudad.
En este sentido, apuntó a la responsabilidad de los organizadores de las marchas, asegurando que es un hecho que éstas son aprovechadas por grupos violentos para cometer desmanes y robos.
La gobernadora manifestó que las 42 personas detenidas fueron pasadas a control de detención y dijo esperar que queden restricción de acercarse al centro.
Cabe mencionar que ni Gobernación Provincial ni el Comité de Emergencia y Resguardo manejaban una cifra oficial de civiles lesionados.
Comienza a llegar nueva dotación
La gobernadora Katherine López comentó que Carabineros comenzó a ser reforzado con personal de mayor experiencia en el control de desórdenes públicos, lo que responde a uno de los anuncios realizados hace dos semanas por el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, durante una visita a Antofagasta, junto al director nacional de Orden y Seguridad, Ricardo Yáñez. Aquella vez, se anunció el arribo de 40 uniformados desde regiones cercanas, a objeto de reforzar al personal local, que ha estado expuesto a altas exigencias durante más de cien días de estallido social,