Navidad post estallido social: austeridad y reflexión reemplazó al consumismo
CAMBIO. Tras dos meses de protestas, violencia y movilizaciones, el ambiente no es el mismo en la ciudad. Se esperan una fiestas con menos gasto y con la familia como eje central.
Pese a que Navidad es una de las fechas favoritas y más esperadas por la comunidad, este año el ambiente en torno a estas celebraciones religiosas es distinto.
La fuerte crítica al consumo que dejó el estallido social, además del temor por posibles saqueos o la incomodidad de caminar por calles con locales comerciales tapiados, generaron que un ambiente poco favorable para las compras, lo que habría influido además en que las familias decidieran pasar una Navidad más austera y enfocada en la reflexión.
Así lo expuso el sociólogo César Trabucco, quien explicó que hoy las personas, post estallido social, se han abierto a estas reflexiones de forma ineludible.
"El mercado, el modelo de consumo fue puesto en cuestión. Este estallido sirvió para que la gente se diera cuenta de que entrar en lógicas consumistas o transformar la Navidad solo en un fenómeno de consumo, era un error. Eso sumado a las molestias obvias de ir a los mall, ya que ha estado más complicado salir afuera, hizo que esta Navidad sea menos consumista y más volcada hacia el interior", dijo.
Traducco acotó que después del 18 de octubre, se está viviendo un Chile distinto. "Ojalá que lo que resulte de este estallido, sea una reflexión respecto del consumo, que es la bicicleta del mercado. Si dejas de consumir, el mercado comienza a flaquear o empieza a regularse mejor".
Cambio
Sobre el punto, el misionero claretiano, recientemente llegado a la ciudad, Pepe Obarza, explicó que para entender este fenómeno de poco ambiente navideño, es preciso separar los conceptos.
"Quienes hoy celebran la Navidad, son los creyentes. Todo lo demás es parte de un día dedicado a los regalos (consumismo). Chile está cambiando todavía y creo que por lo mismo, la cuota de consumismo bajó intensamente después de las manifestaciones. Pero igualmente existen dolores fuertes, esta Navidad es distinta, ya que nos invita a tratar de redescubrir el sentido de la comunión familiar y de la fraternidad".
Estrés
El sicólogo Cristian Astudillo comentó que además del estallido social, es el estrés propio de estas fechas, otra de las razones por la cual no hay tanta entusiasmo ni comercial ni espiritual, este año.
"La Navidad es más bien para los niños, porque los adultos se tienen que dedicar a las compras, con todo el estrés que eso significa, lo que por supuesto es desgastante. Además tenemos este fenómeno del estallido social que, por separado, genera más estrés. Entonces la gente para hacer perdurar esta fecha, que es tan simbólica, lo que hace es enfocarse en lo más importante, la familia, más allá de adornar las casas y convivir con más gente", dijo.
El profesional agregó que "de repente la Navidad se centra en el consumismo y se pierde esta noción simbólica que es el encuentro familiar, el de verse, quererse y estimular al otro de manera positiva, situación que sería distinta este año".
Agobio
Otra de las razones por la cual los chilenos tenemos menos ambiente festivo durante estas celebraciones, pasa por el agobio que siente la sociedad después de vivir dos meses muy intensos, en torno al estallido social, y también por la interpretación que existe del concepto "ambiente navideño".
El sacerdote jesuita Felipe Berríos manifestó que "en cierto sentido habíamos asociado la Navidad con el consumo y eso por el tema de los saqueos, incendios y violencia, ha disminuido y lo percibimos como una Navidad 'sin ambiente' (...). El país se ha polarizado y radicalizado, hay gente que se ha salido de grupos de whatsapp de sus amigos, gente que no se habla o que se insulta y agrede. Es difícil así, con la cantidad de emociones encontradas hoy en día, contemplar la magia del nacimiento de un niño-Dios, que nace en un pesebre".
Berríos acotó que la sociedad chilena vive un cambio estructural muy importante y, por lo mismo, surgen las tensiones, lo que afecta cualquier ánimo para estas celebraciones.