Eugenio Sugg Gálvez
"Alea iacta est". Con esa histórica frase, que alude a que la suerte ya está echada, el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Antofagasta, Antonio Sánchez, resumió el desánimo del gremio antofagastino.
En el centro de la ciudad, en tanto, la actividad es frenética. En la calle los vendedores ambulantes copan cada rincón del casco central, mientras el comercio establecido permanece con vitrinas blindadas para evitar saqueos y solo mantiene pequeños accesos para su clientela.
Un panorama triste y atípico para la ciudad, que se acrecienta con el caos vial que provoca la destrucción de señales de tránsito y semáforos.
En diciembre el comercio concentra el 12% de sus ventas anuales y llega a vender casi un 50% más que en un mes promedio. Eso, en condiciones normales.
Ambulantes
Este año, hasta antes del estallido social, el gremio venía repuntando sus resultados después de cuatro años muy complejos. Y las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas así lo confirman. Las ventas de supermercados -a septiembre- acumulaban 10 periodos consecutivos de alzas.
Pero a partir del 18 de octubre el gremio comenzó a vivir una verdadera pesadilla. Además de los daños y saqueos, estuvieron más de un mes sin poder trabajar debido a las movilizaciones.
"Solo a partir de la segunda semana de este mes pudimos tener cierta holgura en los horarios de funcionamiento, pero no resultó suficiente", explica Sánchez.
Adicionalmente, la proliferación del comercio ambulante en el centro de la ciudad funcionó como un verdadero "tiro de gracia" para los locales establecidos.
"Sabemos que Carabineros está con otras prioridades, y es entendible, pero hay otras instituciones que podrían actuar, como por ejemplo la municipalidad a través de sus inspectores o la misma Seremi de Salud, que no ha aparecido", comentó.
Daño
En este escenario Sánchez advirtió el profundo daño que se le está causando al país por concepto de no pago de Impuesto al Valor Agregado (IVA).
"El gobierno está proponiendo una agenda social muy potente que mejorará pensiones e incluso subsidiará el sueldo mínimo, y para eso requiere recaudar mucho más. El IVA representa el 48% de la recaudación por impuestos y el aumento del comercio ilegal no ayuda a ese fin", dijo.
Aunque las cifras definitivas las tendrán solo en los próximos días, Sánchez reconoció que temen que éste sea "el peor de los últimos 20 años para el comercio, que es desde cuando hay registros".
Respecto del futuro del empleo sectorial, aseguró que las mejoras en las perspectivas del cobre podrían contener los despidos proyectados.
Incertidumbre
Protegidos entre las vitrinas blindadas que abundan en el comercio, algunos locatarios resumieron sus expectativas para lo que tradicionalmente es el mejor mes para el rubro.
"Durante las últimas semanas hemos podido trabajar con un poco más de normalidad, aunque siempre cerrando temprano. Hemos recuperado un poco durante este tiempo, pero no será suficiente para alcanzar las metas", dijo Dayanira, empleada venezolana de una tienda de cosméticos y productos de belleza que fue saqueada en más de una oportunidad desde que comenzaran las protestas.
Lo mismo relató Ricardo Yáñez, vendedor de un local de ropa deportiva ubicado en calle Prat. "El tiempo que hemos podido trabajar ha estado bueno. Pero ha sido muy poco. Nosotros estamos con el movimiento social, pero no con la delincuencia. Nos perjudican porque acá ganamos por comisión y así como vamos, no vamos a conseguir mucho", reconoció.
Yáñez contó que para esta temporada no se contrató personal part time y reconoce que no tienen certeza respecto de su futuro. "Nadie sabe lo que va a pasar el próximo año. No sabemos si vamos a conservar nuestro trabajo", concluyó.
"Solo a partir de la segunda semana de este mes pudimos tener cierta holgura en nuestros horarios de funcionamiento, pero no resultó suficiente".
Antonio Sánchez,, Pdte. Cámara de Comercio
10 meses consecutivos de alzas acumulaban las ventas de los supermercados regionales a septiembre.