Andrés Sabella y yo
Recordando a Sabella vuelvo a escuchar su risa contagiosa y sus palabras como una cascada.
Ese día, hace 14 años hablamos de tantas cosas. ¿Sabes? me dijo... "me quitaron las clases en la Universidad". Habían nombrado un Rector Delegado; "parece que ahora estoy vigilado".
Conversando en la puerta de su casa mirábamos pasar una furgoneta blindada.
Hablamos tantas cosas... pensaba que le darían el Premio Nacional de Literatura: "Todas las Universidades y los jóvenes me han prometido su apoyo".
Andrés Sabella, yo sólo quería saludarte. Te había conocido una noche en tus años de bohemia santiaguina en el café "Iris" y en el "Bosco", en compañía de María Lefebre, el hada madrina pobre y generosa de los poetas pobres, de Hugo Goldsack, Irma Astorga y otros noctámbulos famosos, pero tú me invitaste a tu casa de la calle Uribe con una sonrisa más ancha que la pampa y me mostraste como niño sorprendido, tus pequeños dibujos y me regalaste varios números de tu Revista "Hacia".
Recordando a Sabella, recuerdo Antofagasta, la pampa del tamarugal, las oficinas salitreras,
Tocopilla, Chuquicamata, Calama, Mejillones, el contrapunto del mar y del desierto, la camanchaca, el frío, las palmeras, la noche, las grandes soledades del trópico y los cristales blancos de sal formando arcoíris de fuego en las arenas.
Recordando a Sabella, me he quedado sólo, al fondo de los años, rememorando mis viajes por el mágico norte de Chile, con el asombro del forastero y los ojos llenos de sol..
Ahora, ¿quién le pondrá nombre de asombro geométrico a las regiones de Chile; quién le dará la magia bodeleriana a la Hermandad de la Costa?
Ahora tu alma de marinero romántico y de cronista épico de la pampa navegará extasiada entre el mar y la costa, traspasando sin esfuerzo, esas barreras naturales, que durante tantos años acicatearon tu espíritu, entre los lindes invisibles de la realidad y el misterio.
Andrés, recibe este Velero Imaginario para que sigas navegando, porque, aunque ames el desierto, tú siempre adorarás el mar.
Eduardo Baquedano, poeta. Diario El Sur, Concepción, 1989.