Los cambios en la población chilena
Para la capital regional, las proyecciones sostienen que la población llegará a las 400 mil almas el año 2035 y a 200 mil en Calama. Hay que prepararse para ello. Según el INE, entre 2019 y 2035, serán 254 las comunas que incrementarán su población, mientras que 92 tendrán una disminución de esta. En nuestra región el asunto golpeará a María Elena y Ollagüe.
Para el año 2035, un total de 284 de las 325 comunas del país, es decir, el 82%, contarían con una mayor cantidad de población de 65 años o más respecto de los menores de 15 años, estimó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La cifra es una de las que forma parte de la Síntesis de Estimaciones y Proyecciones de la Población de Chile 2002-2035 y corresponde al análisis a nivel comunal por edad y sexo, elaborado por el INE a partir del Censo de Población y Vivienda 2017.
Se trata de un fenómeno enorme, sin parangón en la historia y cuyos efectos son incuantificables de cara al futuro. El país no será el que conocemos y tampoco tenemos parámetros para detallar qué es lo que viene. No hay registro ni en la historia ni en otros países en relación a este fenómeno.
¿Qué haremos en salud, pensiones, educación, entretención, áreas verdes y bienes de uso público? ¿Cuántas cosas sobrarán y qué nos hará falta? Porque debemos convenir enfáticamente de que lo conocido ya no será lo mismo.
El INE también considera que, al año 2035, tres comunas superarían los 500 mil habitantes (Puente Alto, Santiago y Maipú); dos superarían los 400 mil (Antofagasta y La Florida), y diez los 300 mil.
El reporte arroja que la población actual (al 30 de junio pasado) asciende a 18.419.192 personas, y que la más probable de Chile para el 30 de junio de 2035 será de 21.137.769 personas, habiendo 287.933 más mujeres que hombres. La esperanza de vida global será de 83,7 años; en las mujeres, llegará a 86,1, y en los hombres, a 81,2.
El asunto es de una magnitud tremenda, fruto de los enormes avances en salud, alimentación, riqueza y condiciones de paz que hay en el mundo de acuerdo a datos objetivos y no percepciones.
Chile tiene aquí indicadores de primer mundo, eso hay que entenderlo, pero corregir hacia el futuro.
Los fenómenos de mayor población en algunas comunas, menor en otras y envejecimiento nos exigirán abordar en serio el asunto de la inmigración, generar nuevos profesionales médicos y cambiar varias políticas que son propias de un Chile del silo pasado, pero no del que está en desarrollo.