Y la culpa no era mía…
"Cantar 'y la culpa no era mía', se hace más adecuado y potente, no sólo como himno feminista, sino como un mantra". Piangella Obrador Moreno, Periodista
Gran repercusión ha causado tanto en Chile y en el mundo la intervención de LasTesis denominada "Un violador en tu camino", donde mujeres con los ojos vendados y formadas en filas, dan pasos firmes y corean con voz fuerte un cántico.
"Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía", se repite con fuerza erizando la piel de quienes somos testigos de este llamado sin precedentes contra la violencia de género.
Sin embargo, las críticas a este colectivo porteño han germinado, tildándolas de histéricas sin darse cuenta que ya son históricas al crear un himno en torno a la lucha feminista.
Estas críticas que provienen de sectores que se sienten violentados por este ímpetu, también juzgaron la protesta realizada por Mon Laferte en los Grammy Latino.
La violencia hacia las mujeres en todas sus esferas es innegable. Desde su rol social, maternal, laboral, simbólico, político y sexual. Desde pequeñas se nos ha criado al cuidado de un cuerpo no como extensión de nuestra piel, sino como un peso moral que siempre debes cuidar y no exponerlo como si se buscara sufrir una agresión sexual. Es fuerte y violento.
Los cambios en nuestro cuerpo más que conformarse como parte del desarrollo físico, parecieran un castigo por el simple hecho de ser mujeres. Además de las miradas lascivas, muchas veces la transgresión dominó a hombres que borraron las barreras y nos tocaron como si fuéramos un objeto. Otros ya sobrepasaron todo tipo de límites y cometieron violaciones, dejando marcas imborrables.
Además, los círculos de protección y privados no están exentos de la cultura del abuso como son nuestras propias casas y hogares de acogida marcados por la impunidad, ocultamiento y complicidad.
Una encuesta realizada por la Fundación para la Confianza indica que el 20% de los hombres y 39% de las mujeres reconocen haber sufrido abuso sexual infantil, lo que rompe con las cifras que se manejaban en Chile, que mostraban que este delito afectaba sólo al 10% de los menores.
Los números son alarmantes y señalan también que, en promedio, la edad de ocurrencia de los abusos es a los 10 años y sólo una de cada cuatro víctimas de violación ha hecho alguna vez una denuncia.
Además, la Subsecretaría de Prevención del Delito señala que en el último trimestre de 2019 se han registrado más víctimas de delitos de abusos sexuales que en el mismo periodo del año pasado, donde los afectados de entre 0 y 14 años, mayormente niñas, registran un alza del 7,5% en la cantidad de casos.
Porque ya no queremos tener miedo ni sentirnos solas, tampoco que se sigan apagando sueños, ilusiones y vidas. Porque queremos que se validen nuestros derechos y que exista respeto. Por mí, por ti, por nosotras y por todas las generaciones que se aproximan.