¡Ame la vida!
Viva la vida con alegría. Porque aunque a veces se siente una vida dura, vea lo bueno que hay en ella.
Sea optimista, muestre optimismo en su familia. Ponga a Dios cómo la persona quien le guía en la vida.
Sea una persona que pese a los problemas de la vida, siempre encuentran razones para sonreír.
Anímese, contagie a otros, y siempre vea lo bueno de las cosas.
Inyecte fe, esperanza, ganas de vivir.
Hay otros que son, más bien pesimistas.
Son los que amargan ambientes, pronostican fatalidades, y los problemas les impide ver con esperanza lo bueno que está a su lado.
Me gustan más los optimistas. Los que aman a Dios y aman la vida.
Los que además son valientes, los que asumen desafíos, los que son alegres, aún contra voces que quieren desalentarlos.
La Biblia enseña en Proverbios que el corazón alegre es buen remedio, pero el ánimo triste resta energías.
Dios les bendiga
Santiago
Rojas
Pastor