Geovanny Olivera
LÍDERES DEL NORTE. Presentamos a nuevos postulantes a ser distinguidos como los jóvenes más destacados del año en Antofagasta.
Geovanny Olivera lleva eso de ser bombero en la sangre, y con mucho orgullo.
Voluntario de la segunda compañía desde los 12 años, donde ingresó al grupo de cadetes, es nieto del mártir de la Primera Compañía de Antofagasta, Manuel Olivera Jorquera, fallecido en 2007 luego de sufrir un accidente combatiendo un incendio.
Con 33 años tiene la claridad para señalar que ser bombero es parte fundamental de su vida.
"La verdad es que me crié en los cuarteles de bomberos. Cuando fui avanzando la edad, aproximadamente a los 12 o 13 años, ingresé a la Segunda Compañía de Bomberos que tenía un cuerpo de cadetes. Y desde el 2001 que soy bombero", dice Geovanny.
Además de asistir a emergencias y ayudar a la comunidad, Olivera es sicólogo de profesión y trabaja en Fiscalía.
Esto le ha significado dividir sus tiempos para poder desarrollar ambas carreras, además de dedicar tiempo a su familia y su esposa, con quien lleva seis años de matrimonio.
"Mi mamá es la que más se preocupa por esto que sea bombero. Entiende lo que hago porque desde chico que estoy en esto", agregó.
Los años de experiencia en el cuerpo bomberil antofagastino le han significado asistir a una serie de emergencias entre accidentes de tránsito e incendio. Pero hay una que lo marcó fuertemente.
"Una de la emergencia que fue bien significativa fue cuando se quemó el campamento Luz Divina. Iba pasando por ahí cuando salió la emergencia. Llegué cuando estaba el primer carro de la Décima Compañía con dos bomberos y el cuartelero. Estaba el caos, había mucha desesperación de la gente y eso genera impotencia en querer ayudarles. No teníamos más agua porque el sector no estaba urbanizado", dijo Olivera.
Por último, criticó las constantes agresiones que los voluntarios de bomberos han sufrido en los últimos años en las emergencias que ocurren en Antofagasta.
"Es entendible la desesperación de la gente, pero nada justifica la agresión a los voluntarios, de ninguna forma. Estamos para servir a la comunidad y no es necesario que nos traten de esa forma", concluyó el voluntario.
Stjepan Ostoic
La vida de Stjepan Yanislav Ostoic Papic es prácticamente una película, o algo así quiso representar en el proyecto cinematográfico que lleva adelante donde recrea sus experiencia tanto en Antofagasta, ciudad donde nació y creció, además de New York, metrópolis donde viajó hace algunos años para especializarse en el cine.
Pero la historia de este joven antofagastino y su ligación con el séptimo arte nace hace muchos años atrás, específicamente en las aulas del Colegio San Luis donde desarrolló sus estudios básicos y medios.
Es aquí donde empieza a vivir el teatro en cada instante de su vida, formando parte en distintas academias y compañías de teatro como Arlequín o Universidad de Antofagasta.
Tras dejar el establecimiento educacional de calle Baquedano, ingresó a la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica del Norte, sin dejar de lado el teatro y la actuación.
Tras titularse, emprendió uno de sus grandes sueños, estudiar cine en Estados Unidos.
"Cuando terminé la universidad tenía la idea de estudiar cine. Incluso, mi reportaje de título fue un documental y me di cuenta que no era lo mío, que lo que me interesaba era la ficción. Tras hacer unos cursos de guión, me decidí y me fui a estudiar cine", dijo el antofagastino.
En Norteamérica estudió un master en bellas artes con mención en dirección de cine en New York , para luego trasladarse a Los Ángeles.
"Fue una experiencia increíble desde todos los puntos de vista. El proyecto Antofagasta, New York (película que está en etapa de postproducción) refleja mucho esto que pasó, que es algo biográfico", agregó Ostoic.
Al mismo tiempo, reconoce que esta experiencia le permite ver las cosas de una forma muy distinta en relación al cine.
"Yo viví toda mi vida en Antofagasta como mi mundo y era difícil sacarse ciertas cosas de la cabeza. Acá todo te lleva a la minería. Cuando uno sale del país, los horizontes se amplían. Uno no pierde el cariño por la ciudad natal, por el contrario, empieza a ver las cosas de forma muy distinta", concluyó el director de cine.
Se espera que el proyecto cinematográfico que lleva adelante sea estrenado en mayo del próximo año.