Correo
Filtración en la Cámara
Valparaíso, tenemos un problema. La reciente filtración en la Cámara de Diputados debe ser atendida con la mayor seriedad. Este incidente no es sólo una infracción contra el mínimo que se espera de nuestra institución legislativa, sino que también amenaza las relaciones bilaterales y la política de Estado.
La confianza, una vez quebrantada, inicia un efecto dominó que es difícil de restaurar. Con lo ocurrido recientemente está en juego la reputación de nuestro país ante la comunidad internacional. Por ello, la Cámara debe realizar una investigación exhaustiva y aplicar sanciones con la mayor dureza posible a quienes fuesen responsables.
Más allá, esto es una nueva demostración de la necesidad imperiosa de fortalecer nuestros partidos y bancadas, asegurando una capacidad de control más efectiva para prevenir la repetición de incidentes como el ocurrido con la embajadora de Estados Unidos. En definitiva, otra grieta en un sector de nuestro sistema político.
Miguel Ángel Fernández
Valores irrenunciables
El brutal asesinato de tres carabineros en Cañete produce profunda tristeza y consternación. Este hecho evidencia la grave crisis de seguridad que vive Chile y la imperiosa necesidad de soluciones reales y efectivas de parte de la clase política.
Como suele suceder ante este tipo de noticias, las primeras respuestas son víctimas del acalorado momento. Ante esta tragedia, la respuesta de la oposición, proponiendo amnistía a los uniformados condenados por hechos del estallido social, resulta no sólo inoportuna, sino también profundamente preocupante. La amnistía, en su esencia, significa "perdón y olvido", lo que se traduce en un nuevo atentado directo contra el Estado de derecho y la justicia, pilares fundamentales de la democracia que, precisamente, debemos fortalecer en estos momentos y no debilitar.
No podemos ceder ante la tentación de soluciones facilistas ni revanchistas contra el Gobierno que sólo profundizarán las divisiones y la impunidad. Los delitos consumados, sin importar su origen, jamás pueden ser justificados.
Honremos la memoria de las víctimas de Cañete exigiendo justicia y trabajando incansablemente por un Chile más seguro, donde la unidad de todos los sectores, la convivencia pacífica y el respeto a los derechos humanos sean valores irrenunciables.
Joaquín Sanhueza Rivas
Capitalización individual
El 1 de Mayo de 1981 se da inicio al sistema de capitalización individual, dejando atrás un sistema de reparto que se prestó para muchos abusos y pensiones favorecidas para grupos de poder, en donde los más perjudicados eran los trabajadores más vulnerables.
Por 43 años, el sistema privado de pensiones ha sido prenda de garantía, motor del crecimiento económico del país por décadas, con rentabilidades a largo plazo mayores a las estimadas, y entregando pensiones acordes al nivel de ingreso de la población que ha cotizado con regularidad por el total de ingresos, con propiedad y heredabilidad sobre los ahorros previsionales para los trabajadores.
Los desafíos de nuestro sistema previsional son variados, acordes al paso del tiempo, como el aumento de la tasa de cotización, el retraso de la edad de pensión, políticas de inversión, etc., pero siempre asociados a perfeccionamientos técnicos, en donde se priorice las pensiones de quienes cotizan, y no al control del Estado sobre los ahorros previsionales.
Eduardo Jerez Sanhueza
Fiebre ideológica
Desde octubre de 2019 Chile ha estado sufriendo los síntomas propios de un cuadro de virulencia ideológica extrema que pusieron no sólo en jaque la estabilidad de nuestra nación, sino que además nos tiene estancados, pasando de ser los mejores del barrio a ser del montón, con niveles insospechados de mediocridad.
Y quienes fueron responsables de esparcir este virus hoy se ven inquietos para afrontar el presente producto de su pasado. Uno donde desde sus delirios de superioridad moral glorificaban la figura del "Perro Matapacos", criticaban la "militarización del Wallmapu" pidiendo que los militares se "devolvieran a sus cuarteles", entre otros.
Pareciera que la ciudadanía ha tenido un nuevo despertar, más aún tras el reciente asesinato de 3 carabineros, que no ha dejado a nadie indiferente. Pareciera que los síntomas de la fiebre ideológica fueran en retirada, más los costos de la enfermedad los seguiremos pagando por décadas.
Quienes crean que estamos en camino a la recuperación se equivocan. Sólo pasamos de estar en la UCI a la UTI. No estamos ajenos a volver a contagiarnos, de tener nuevamente el estado febril que destruyó gran parte de Chile y que afectó gravemente nuestro bienestar y camino hacia el desarrollo. Se requiere de un tratamiento fuerte, con carácter y que no le tiemble la mano para poner orden ante un virus que difícilmente nos dejará de lado y que está fuertemente presente en toda Latinoamérica.
Rodrigo Durán Guzmán