Un nuevo pueblo originario
El Congreso de Chile acaba de aprobar un hecho histórico, que incorpora al pueblo Selk´nam entre las etnias indígenas reconocidas por el Estado. Así, tardíamente, se hace justicia con los descendientes de esta raza extraordinaria, que habitó por más de nueve milenios la Isla Grande de Tierra del Fuego. Ahora, acompañan a los pueblos Aimara, Atacameño, Diaguita, Mapuche, Yagán y cinco más, como las principales etnias originarias del país.
Los selk'nam, con su modo de vida único en el extremo sur de Chile, fueron perseguidos y cazados como "animales" por los estancieros de las tierras australes - el Estado fue un cómplice más -, con el propósito de utilizar su territorio para la ganadería. Recién ahora se comienza a reparar en parte este genocidio.
Quisiera explicarle a mis compatriotas la inmensa importancia de los selk'nam, que fueron unos gigantes, no sólo por su porte físico sino también por sus valores espirituales. En la soledad de Tierra del Fuego, mientras el viento susurraba en las praderas del norte, atravesando los bosques, lagos y montañas nevadas del sur, los selk'nam vivieron libres y plenos durante miles de años, en aquel magnífico entorno natural. Tenían a su disposición una rica fauna marina, también guanacos, zorros y roedores. Además, una gran variedad de plantas comestibles. Por esto y mucho más, ellos agradecían a Temáukel, el dios único, el poder universal, el espíritu anterior al tiempo, antes de su creación.
Temáukel no es un dios personal sino un ser incorpóreo alejado del mundo terrenal, ajeno a sentimientos y deseos humanos. Hay otros seres celestes que son sus intermediarios, que envía para sus propósitos; por ejemplo Kenos, que fue llevado a una Tierra primitiva para organizarla, creando el mundo actual y a la humanidad. Los selk'nam casi no hablaban con Temáukel o usaban su nombre, y cuando lo hacían era de manera indirecta, con gran seriedad y recogimiento.
Temáukel es un dios severo, pero no vengativo. No admite el desorden, lo malo, lo inadecuado, lo cruel; no permite que se viole la ley, que transmitiera a través de Kenos. Cuando termine todo lo que hay en el mundo y no salga ningún selk'nam a cazar guanacos, Temáukel existirá porque se trata de la energía total, que produce y configura los hechos. Y él se encargará de pedir cuentas a quienes persiguieron e intentaron exterminar al pueblo selk'nam en nuestra época.
Ingenuamente, en algún momento se pensó que los selk'nam se habían acabado, que ya no quedaban descendientes de su raza. Los selk'nam no se pueden acabar nunca, porque selk'nam son los cerros y los bosques postreros. Los selk'nam sólo esperaban, y han despertado una vez más. Selk'nam quiere decir hombre en su idioma, y hombre son los cerros y los bosques, la tierra y los astros.
José Miguel Serrano
Opinión
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En algún momento se pensó que los selk'nam se habían acabado, que ya no quedaban descendientes de su raza. Los selk'nam no se pueden acabar nunca, porque selk'nam son los cerros y los bosques postreros.
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Dra. En Ciencias Políticas y Estudios Internacionales
Economista Universidad de Columbia