Urgente: Redes de apoyo para las emprendedoras
El último informe sobre la actividad emprendedora en la Región de Antofagasta, GEM Antofagasta, recién publicado por el Centro de Emprendimiento y de la Pyme (CEMP) de la Universidad Católica del Norte, muestra una cierta reactivación de la actividad emprendedora en general en el segundo año de la pandemia, así como una mejora en la percepción de oportunidades en la región para los próximos seis meses, especialmente de los emprendedores en etapas tempranas (con tres años y medio o menos de actividad). En contraste, los empresarios establecidos son un poco más pesimistas.
Pese a ello, la pandemia sigue golpeando a la población regional, en particular a los emprendedores y dentro de este grupo las más afectadas son las mujeres empresarias con más de tres años y medio de actividad. La tasa de empresarias establecidas ha caído a niveles nunca vistos antes, de un 8% en 2019 a un 4% en 2020 y a un 2% en 2021, mientras que en el país cayó de un 10% a un 5% y se mantuvo en 2021.
La tasa de discontinuidad de empresas lideradas por mujeres ha sido de un 8% en la región, mientras que la de los hombres de un 7%, siendo la pandemia uno de los principales motivos. Es preocupante lo que está sucediendo con nuestras emprendedoras y empresarias establecidas. Cabe recordar que, durante los dos primeros años del COVID-19, todo el comercio cerró con excepción del sector de servicios esenciales, y justamente, es el sector comercio donde se encuentran la mayoría de las emprendedoras.
Por lo tanto, la cifras que muestra el informe, no son más que la muestra del deterioro de la actividad emprendedora en general y especialmente de las mujeres, motivada principalmente por necesidad y que no logran transitar de una etapa a otra, es decir, muchas parten, pero pocas logran pasar la barrera de los tres meses, y menos aún los tres años y medio. Por lo tanto, se requiere tomar medidas urgentes para evitar que la tasa siga cayendo, y las brechas entre etapas de proceso emprendedor sigan aumentando.
Algunas alternativas que se proponen están orientadas a generar redes de apoyo profesional para el colectivo de las mujeres empresarias, esto incorporaría el acompañamiento a través de mentorías con empresarias exitosas, que se han mantenido y han superado diversas crisis. Pero solo las mentorías no son suficiente, también se pueden crear talleres de habilidades en temas de empoderamiento, autoestima, temor al fracaso, orientación al crecimiento, para que las mujeres logren que sus emprendimientos sean sostenibles en el tiempo y así evitar el desempleo.
En paralelo, hay que generar redes de apoyo para el cuidado de sus hijos, y fomentar la corresponsabilidad parental en los hogares, esto es clave para evitar que las mujeres abandonen sus emprendimientos.
Gianni Romaní Chocce, Directora CEMP/FACEA/UCN
Opinión
"La tasa de discontinuidad de empresas lideradas por mujeres ha sido de un 8% en la región, mientras que la de los hombres de un 7%, siendo la pandemia uno de los principales motivos.
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