Un aceptable rendimiento exhibió la Selección Chilena en el último partido del año, aunque no pudo pasar del empate ante Eslovaquia y siguió estirando su racha de encuentros sin ganar.

Los dirigidos por Eduardo Berizzo contaron con numerosas oportunidades de abrir la cuenta en Bratislava, pero entre la impericia de los atacantes y a la actuación del arquero Martin Dubravka, la "Roja" nuevamente se quedó en cero.

Cuatro cambios metió el "Toto" respecto a la derrota del miércoles ante Polonia, con Brayan Cortés, Juan Delgado, Paulo Díaz y Diego Rubio ingresando por Claudio Bravo, Guillermo Soto, Francisco Sierralta y Diego Valencia, respectivamente.

El esquema 4-4-2 no cambió y completaron la oncena Guillermo Maripán, Gabriel Suazo, Gary Medel (que llevó la jineta de capitán), Felipe Méndez, Arturo Vidal, Marcelino Núñez y Alexis Sánchez.

El cojunto local fue mejor en la primera media hora, en la que se jugó casi todo el tiempo en territorio chileno y en la que se lució Cortés con algunas tapadas.

Tras ese lapso, Chile empezó a presionar más alto y a acercarse al arco de Dubravka. Lo tuvieron Rubio y Núñez con tiros apenas desviados, y también Vidal con un cabezazo que sacó del ángulo el portero Dubravka.

En la segunda etapa, el dominio de la "Roja" fue total y las chances de gol abundaron. La más increíble fue una triple jugada en la que un cabezazo de Rubio, un tiro de Alexis y otro de Méndez fueron despejados por defensores prácticamente en la línea de gol.

En los últimos minutos Berizzo empezó a mover la banca y entraron jugadores como Lucas Assadi y Joaquín Montecinos, pero el equipo se desordenó y el empate no se movió.

Reacciones

Los protagonistas de la Selección se mostraron conformes tras el partido. Medel destacó que "este es el camino" y que "tenemos que seguir de la misma manera, todos juntos remando para el mismo lado".

Medel, además, entregó un claro mensaje de renovación y de unión. "No hay que decir más 'Generación Dorada'. Somos Chile y somos uno, y hay que demostrarlo en cancha", dijo.

Berizzo, en tanto, señaló que "este es el Chile que yo quiero ver y hay que trabajar, trabajar y seguir trabajando".

9 partidos sin ganar acumula la Selección Chilena. Siete de ellos han sido con Eduardo Berizzo dirigiendo desde el banco.

35 años tiene Marek Hamsik, leyenda de Eslovaquia que ayer disputó su último encuentro con la selección europea.

Lo consiguió Novak Djokovic. Ya mira a los ojos a Roger Federer con seis Copas de Maestros tras derrotar al noruego Casper Ruud por 7-5 y 6-3, en Turín, tras un duelo que lo eleva al privilegiado puesto de Maestro de Maestros, que lo redime de un año marcado por la polémica y con el que se embolsó el mayor premio económico de la historia del tenis.

No pudo hacer mejor torneo el serbio, invicto. Llegó con su objetivo claro y no tuvo rival en su terreno favorito y en la que suele ser la mejor época de la temporada para él. Recoge la corona del alemán Alexander Zverev tras fulminar al griego Stefanos Tsitsipas, a los rusos Andrey Rublev y Daniil Medvedev, y al estadounidense Taylor Fritz.

Su último escollo, el que le separaba de una gloria que no conocía desde 2015, fue la sensación noruega, que llegó a la final en gran forma, como premio a una gran temporada que se queda sin un broche de oro que, en caso de haberlo conseguirlo, hubiera sido más que merecido.

Pero "Nole" fue mucho para él. Enchufado, rápido, certero y con avidez, el serbio se llevó una primera manga muy igualada y en la que Ruud cedió, de nuevo, ante un grande.

Tras resistir dos puntos de quiebre, a la tercera llegó la vencida en el duodécimo juego de la primera manga, que se fue 7-5 para Djokovic gracias a ese solitario break.

La segunda manga fue mucho más fácil para "Nole", que quebró en el segundo game de saque de Ruud y se puso cuatro a uno arriba en un abrir y cerrar de ojos. El noruego aguantó lo que pudo, pero terminó cayendo sin poder hacer nada contra la leyenda de Belgrado.

Una hora y 32 minutos duró la función de Djokovic, el campeón de campeones, el más veterano de la historia en lograrlo, Maestro de Maestros junto a Federer, colocándose automáticamente en lo más alto de este prestigioso torneo que se le sigue resistiendo a Nadal, el único grande que no tiene en su vitrina.

"Siete años han pasado, es mucho tiempo, pero al mismo tiempo, que haya pasado tanto tiempo la hace más dulce", reconoció el serbio sobre la cancha del Pala Alpitour de Turín.

La temporada de la Fórmula 1 se cerró ayer en Yas Marina con un emocionante Gran Premio de Abu Dabi que no tuvo historia en la lucha por la victoria, de nuevo para el campeón, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull); pero sí en la batalla por el subcampeonato, que acabó siendo para el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) y que dejó al mexicano Sergio Pérez sin premio.

La estrategia a una parada dio a Leclerc el segundo puesto en la carrera y en la clasificación del Mundial, y amargó al "Checo", al que superó por tres puntos en la tabla final porque le faltaron vueltas y le sobraron pilotos doblados en su batalla a contrarreloj con el monegasco.

Ferrari duplicó la plata, ya que, al subcampeonato de pilotos sumó al de constructores, y Carlos Sainz, cuarto en la carrera, subió una posición en la clasificación de pilotos por delante de Lewis Hamilton, que acabó la carrera con problemas.

Fue un domingo de despedidas, especialmente, la del tetracampeón del mundo Sebastian Vettel (Aston Martin), que cerró su etapa en la Fórmula 1 con el GP de Abu Dabi, el 299 de su carrera, en el que recibió el homenaje de la parrilla, del automovilismo y de la afición y firmó un décimo puesto.

En Aston Martin lo sustituirá el español Fernando Alonso, quien tuvo que abandonar por un problema mecánico en su última carrera con Alpine.

Tras la carrera, el campeón Verstappen reconoció que será difícil repetir este dominio el próximo año, aunque indicó que es "una buena motivación".

"Ha sido una buena carrera, había que gestionar los neumáticos, cuidamos bien los medios y gestioné los duros. Es increíble ganar aquí, lograr la decimoquinta victoria de la temporada", dijo a los medios tras bajarse de su vehículo.