Recuperación de espacios públicos
Las autoridades han entendido que es urgente ejecutar acciones para que los lugares destinados a la familia dejen de estar en poder de personas equivocadas. La delincuencia no puede dominar nuestros hábitos y costumbres, no hay que cederle espacios, hay que recobrarlos para tener paz en nuestras comunas.
Lo dijo el Presidente Boric, uno de los aspectos fundamentales para ir mejorando en seguridad pública, es recuperar los espacios comunitarios destinados para la actividad familiar. Gran parte de ellos, en los último meses, han estado en poder de antisociales o migrantes quienes levantan carpas o "rucos" para pernoctar.
Y así la comunidad se siente intimidada y va cediendo los espacios que en el corto tiempo se transforman en foco de incivilidades y comisión de delitos, principalmente los robos con intimidación.
Y este fenómeno que recorre el país también está presente en nuestras comunas, donde las principales plazas y paseos sirven de refugio para el comercio ambulantes y personas que se dedican al narcotráfico. Por ello, es grato ver que las autoridades se han tomado en serio el problema y hoy con la ayuda de carabineros se nota un mayor ordenamiento y la gente vuelve a salir con tranquilidad a disfrutar de un paseo al aire libre.
Los paseos Matta y Prat en Antofagasta, otrora plagados de comercio informal con sus toldos azules, hoy están despejados y la gente puede transitar libremente. Lo mismo ocurre en Calama, donde la presencia de la asistencia comunal ha podido controlar a microtraficantes y personas en situación calle que tenían tomados varios sectores de la plaza 23 de Marzo.
La vista es más agradable pero costará mantenerla. El comercio ambulante es difícil de erradicar debido a que -según denuncian los establecidos- son verdaderas mafias las que surten con productos a los necesitados de vender en la calle para contar con sustento diario.
Mientras exista esa necesidad y el abuso del proveedor ilegal veremos el ir y venir de los ambulantes. Hasta que puedan ser ubicados en lugares que no interrumpan el normal tránsito de peatones y cuenten con los requisitos mínimos para desempeñar su labor.
Hay tareas de corto y otras de largo aliento. En lo inmediato la mayor presencia policial y de funcionarios municipales ha logrado controlar a ambulantes, migrantes y personas en situación de calle y los pobladores pueden disfrutar de paseos familiares.
Es necesario continuar con ésta y otras tareas relativas a la seguridad que hoy presenta índices preocupantes, como los conocidos en sensación de temor y revictimización. La delincuencia no puede dominar nuestros hábitos y costumbres, no hay que cederle espacios, hay que recobrarlos para tener paz en nuestras comunas.