Municipio ha retirado este año más de 17 mil metros de cables en desuso
CIUDAD. Pese a la promulgación de la denominada Ley Chao Cables (2019), aún persiste alta acumulación de este tipo de contaminación visual en varios sectores de la comuna.
La alta acumulación de marañas de cables aéreo en desuso hoy se posiciona como una creciente inquietud y dificultad que afecta a vecinos de distintas zonas de la ciudad, debido al riesgo causado por este tipo de desechos que además agregan un perjudicial nivel de contaminación visual en la ciudad.
Un tipo de residuos atribuidos a empresas de telecomunicaciones, frecuente en Antofagasta como también en un alto número de localidades en el país pese a la promulgación de la denominada Ley Chao Cables (Ley Nº 21.172). Esta norma publicada en agosto de 2019 modificó la ley N° 18.168 General de Telecomunicaciones para regular el tendido y retiro de líneas aéreas y subterráneas ante la grave acumulación de escombros aéreos.
En este contexto, a fines de junio pasado la Corte de Apelaciones de Antofagasta acogió el recurso de protección presentado por una abogada y vecina del conjunto habitacional Gran Vía de la ciudad -patrocinado por la junta de vecinos Augusto D'Halmar-, en contra del municipio al no haber adoptado las acciones necesarias para disponer el retiro del profuso cableado en desuso existente en el sector. Una dificultad, dice el escrito, que ha afectado al derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, y al derecho a la vida e integridad física y psíquica.
La Corte de Apelaciones resolvió que el municipio deberá ejecutar medidas tendientes a materializar una comisión y mesas de trabajo para llevar a cabo el retiro de los cables en desuso en el plazo de 60 días, coordinándose con las autoridades administrativas competentes.
Esta sentencia la confirmó el 27 de septiembre pasado la Corte Suprema. No obstante, vecinos del conjunto habitacional Gran Vía reconocen que los desechos de cables aéreos persisten sin mayores cambios pese a los fallos favorables. "Acá en el barrio no ha pasado. Aquí yo no he visto que hayan sacado ni siquiera medio cable. En la plazoleta hay un cable que incluso los vecinos le pusieron unas bolsas (a medio metro aproximadamente de nivel de suelo) para que se pueda advertir y nadie sufra un accidente. Ese es el nivel de despreocupación de las compañías (de telecomunicaciones). Por lo mismo, no he visto ningún inicio de trabajo en el barrio, que es el que presentó el recurso", dijo Raúl Martínez Landsberger (56), presidente de la junta de vecinos de la comunidad del sector Gran Vía.
"Más allá de que son feos y contaminan (visualmente), hasta el momento a nadie le ha caído aún algún fierro de los que instalan para afirmar el cableado o no ha quedado un cable colgando con el riesgo de degollar a alguien que quizás pasó en una moto. Hay algunos cables que están tan bajo, que uno puedo agarrarlos incluso. Quizás están esperando que pase alguna calamidad para actuar (…) Además que lo único que tiene que hacer el municipio es coordinar con las compañías, porque no tiene que sacarlos personalmente, sino determinar con las compañías en cuánto tiempo se procederá al retiro de los cables", agrega Martínez Landsberger.
Según datos del municipio de Antofagasta, en 2019 se cumplió con el retiro de 30 mil metros de cables en el denominado sector parque Brasil (calles Copiapó, Avelino Contardo, Carrera, O' Higgins) y también en la avenida Bonilla (desde calle Vladimir Saavedra hasta Mateo Toro y Zambrano). En 2019 y 2020 no se registraron intervenciones por erradicación de cables -en un período afectado por la pandemia-; mientras que este año el municipio reportó 17.124 metros de cables retirados en el polígono del centro y calles interiores (Simón Bolívar, Copiapó y avenidas Argentina y Balmaceda).
Efecto de norma
La nueva ley establece que las concesionarias que cuenten con líneas aéreas o subterráneas de servicios de telecomunicaciones, tales como líneas, cables, ductos, poliductos (…) y todo otro elemento perteneciente a la red debe asumir la responsabilidad por su adecuada instalación, identificación, modificación, mantención, ordenación, traslado y retiro de conformidad a la normativa. El plazo para proceder a su ordenación o retiro no podrá superar los cinco meses desde la calificación de desecho de estos elementos (al dejar de emplearse para los fines autorizados). El incumplimiento de esta obligación será sancionado de conformidad a las disposiciones de la ley N° 18.287, que establece procedimiento ante los Juzgados de Policía Local, con una multa a beneficio municipal de cien a mil unidades tributarias mensuales. En caso de no proceder la concesionaria o permisionaria al retiro requerido dentro de plazo, los municipios podrán retirar estos elementos a costa de estas empresas, dice la norma.
Cables caídos
En la población Miramar Sureste los vecinos del sector también reconocen que enfrentan una situación crítica por las marañas de cableado que cuelgan desde los postes de alumbrado público o de instalaciones similares para brindar conectividad al sector. "Hemos luchado tanto por esto, aunque sin soluciones aún. No es solamente esta población la que tiene esta clase de problema. Nadie se hace cargo, porque uno lo intenta gestionar (retiro de cables), pero se tiran la pelota unos a otros. En la población están todos los cables caídos, en mi pasaje también y en otros pasajes ocurre lo mismo (…) Cuando estos cables se caen interrumpen todo el tránsito, lo que ya nos pasó a nosotros. Acá arriba uno puede ver un choclón de cables, que además están cada vez más abajo. Pasan los camiones y los botan, y nadie hace nada. Desde la empresa de alumbrado público y desde la municipalidad nos han dicho que son cables de telefonía, que las mismas compañías no han retirado", dice Yessenia Fuentes (43), presidenta de la población Miramar Sureste.
"Cuando uno hace las gestiones en el municipio por los cables caídos, uno tiene que mandar fotos. La respuesta de ellos es enviar una visita, pero como ocurre con el problema de los cables en Quebrada Uribe ellos dicen que no se hacen responsables porque no son cables que representan un peligro, como ocurre con los cables caídos con corriente. Aunque cuando pasa un camión y los pasa a llevar y quedan ahí botados", agrega
Martínez Landsberger, en tanto, agrega que lo que causa molestia radica en que no se pide un favor a las autoridades para cumplir con esta labor, sino solamente que cumplan con sus funciones como administradores de la ciudad. "Porque da la impresión de cuando uno pide alguna cosa es como si fuera un favor, como si fuera la plata de ellos… pero son los recursos de nosotros como contribuyentes, y aquí somos hartos contribuyentes. Son 770 casas y más de mil departamentos, así es que multiplíquenlo por la cantidad de gente".