Preocupa aumento del delito en la zona
Según cifras de la Subsecretaría de Prevención del Delito, hubo un aumento de 60,5% en caos de mayor connotación social en comparación con el mismo trimestre de 2021. La seguridad es una tarea de todos, el liderazgo tiene que venir desde la autoridad política. Lo que no puede pasar es seguir con poca acción, porque es el caldo de cultivo para que se sumen delitos.
La sensación de inseguridad que se vive en la Región ha sido tema de debate constante en los últimos meses y que se vio refrendado con los resultados de la última encuesta entregada por la Subsecretaría de Prevención del Delito. En ella se refleja que hubo un aumento de los delitos de mayor connotación social de 60,5 % en el último trimestre en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Si a eato sumamos los resultados de la última entrega de Barómetro Regional. En el que más de un 75% de los encuestados teme ser víctima de robo y que la delincuencia es el principal problema regional, se entenderá la dimensión del problema.
Claramente son cifras alarmantes y que debiesen ser tomadas con la preocupación que amerita. Con acciones concretas para que la delincuencia y el crimen organizado sientan que la ley está actuando y que de ser sorprendidos tendrán que responder ante la ley.
Los parlamentarios han manifestado que es necesario decretar un estado de excepción y mejorar la seguridad. A la solicitud el gobierno ha respondido con planes de seguridad y recursos para dotar de más y mejores herramientas a las policías. También reforzar el Ministerio Público con la contratación de más fiscales.
No hay que olvidar que los fiscales son los encargados de perseguir los delitos y si son más y especializados, habrá mejores posibilidades de desarticular bandas delictuales y del crimen organizado.
Lo lamentable es que sigue a nivel de anuncios y no se pasa a los hechos en lo que a prevención y persecución del delito se refiere. Todavía no se ve la mano del Gobierno que refleje su decidido combate al delito y sus derivadas.
Si bien, la seguridad es una tarea de todos, el liderazgo tiene que venir desde la autoridad política.
Lo que no puede pasar es seguir con poca acción, porque es el caldo de cultivo para que se sumen delitos y los habitantes de esta zona continúen con temor y con una pésima calidad de vida