Ahora todos somos legítimos...
"La Constitución actual carga con una serie de críticas y la campaña del apruebo se ha basado en hacerlas notar". Osvaldo Villalobos, Cientista político
Una de mis escenas favoritas en House of Cards se produce en el instante en el que Frank Underwood filtra a la prensa algunos secretos de sus oponentes politicos quedando el mismo cuestionado, dado que también tenía cosas que esconder en ese "bussines".
Al final de la escena Underwood (Kevin Speicy) mira la cámara y nos dice: "Ahora todos somos legítimos".Algo de eso ocurrió esta semana en este eterno preludio constitucional.Al fin el socialismo democrático y apruebo dignidad hicieron lo obvio y reconocieron que el texto constitucional propuesto tiene errores graves y de ser aprobado tiene que que mejorarse si quiere en serio regir los destinos del país por los próximos 40 años. Si bien no todos los puntos en discordia se mencionaron, se agradece la sensatez.
La Constitución actual carga con una serie de críticas y la campaña del apruebo se ha basado en hacerlas notar, pero mostrando el texto propuesto como la solución a todos nuestros pendientes. Este relato añejo, carente de épica y poco creíble para muchos a mi juicio explica también los números de las encuestas. Dado que deja al apruebo en el rincón del "soñador-redentor" poco creíble para los tiempos que corren. Ahora al reconocer las falencias de su propuesta son legítimos y pueden terminar de una vez con la mal entendida lealtad con sus constituyentes.
Pero (siempre hay uno) les falta aún solucionar un hecho insoslayable y es que mientras los ministros sigan pidiendo disculpas día por medio y los índices económicos no mejoren será más difícil convencer a los chilenos. Independiente de lo anterior, le hace bien a la política que los sectores reconozcan su fragilidad y bajen un poco del olimpo de las ideas donde según varios de ellos saben más que los ciudadanos "comunes".
El problema ahora se traslada al interior de las coaliciones oficialistas donde hace justo una semana se renegada del oficio y experiencia de los "viejos" y se les apuntaba como responsables de todo lo malo de nuestro sistema. Será un un problema dado que admitir que aprobar para reformar es una idea de ese vilipendiado sector. ¿Qué dirá el ministro Giorgio Jackson? ¿Qué sentirán los más duros de la izquierda? ¿saldrán los constituyentes a reconocer sus errores? Lo quieran o no admitir el apruebo tiene una posibilidad de ganar precisamente por los vestigios de la concertacion y su sentido político-electoral. Mencion aparte a la lucidez mostrada por el Presidente Gabriel Boric incluso contra su propio espíritu.
Ahora que el escenario no se trata de buenos contra malos ni de nuevos contra viejos podemos esperar que decidamos teniendo en cuenta que: Tenemos una constitución vigente que ha dado estabilidad y dolores a los chilenos. Se nos propone una que tiene el beneficio de la duda, pero es imprecisa y que invita a apostarlo todo tras un ideal. Ahora que todos somos legítimos nos queda lonque verdaderamente somos, creemos y pensamos. Queda poco asumamos el desafío con la altura que Chile y sus futuro exigen.