Antofagasta promueve adaptación climática a 31 años del aluvión
PROYECTO. La iniciativa busca reducir la vulnerabilidad y riesgos climáticos en las ciudades costeras de Chile y Ecuador.
Una intervención lumínhtLab iluminó los edificios icónicos de la ciudad con imágenes del aluvión que la madrugada del 18 de junio de 1991 dejó Antofagasta semi sepultada, bajo el lema la Memoria Salva Vidas, la iniciativa fue parte de las actividades de conmemoración que culminaron ayer con una alerta de memoria con el toque de sirenas en el Cuartel de Bomberos de la ciudad y la tradicional romería en el sector El Salto.
La semana de conmemoración se inició el lunes con una exposición de imágenes en el centro de la ciudad. La muestra fue seguida el jueves por una Ruta de la Memoria que recorrió junto a estudiantes los principales hitos urbanos de la tragedia, actividad que cerró con la firma del "Pacto Ciudades con Buena Memoria", junto al municipio, quienes se unieron en recuerdo de los 31 años de uno de los aluviones más mortíferos en la historia del país, el alud de agua y lodo y escombros dejó un centenar de víctimas fatales y la destrucción de medio millar de viviendas, en una tragedia cuyos riesgos de repetición persisten, advierten expertos.
"Fue un desastre, muchos muertos y heridos, pero todo esto lo podemos remediar hacia el futuro, mediante la prevención. Por ejemplo las vías aluvionales deben estar despejadas ante la posibilidad de un evento que ojalá no vuelva a repetirse, pero hay que estar preparados", dice Ivo Nikolic, bombero de la tercera compañía que cumplió funciones vitales durante la tragedia y que protagonizó una de las estaciones de la Ruta.
"Tenía 11 años vivíamos arriba, tenía una visión muy bella del mar y recuerdo como una primera imagen del aluvión el mar estaba café, para mí de niña fue sorprendente….no tuvimos clases durante meses, porque los colegios eran albergues", recuerda Cristina Dorador, presente durante las actividades.
La científica y convencional recuerda aún que por entonces "no teníamos acceso al agua, aún que era casi una efervescencia la llegada de camiones aljibes, también producía angustia, la ciudad cubierta de barro…y con problemas de suministro de agua".
Las actividades fueron desarrolladas en el marco del proyecto "Reduciendo la vulnerabilidad climática y riesgos de inundación en zonas urbanas y semiurbanas en ciudades costeras de América Latina, AdaptaClima", iniciativa del Ministerio del Medio Ambiente de Chile, implementado por CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y financiado por el Fondo de Adaptación y es ejecutada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Chile (PNUD)
"La fecha constituye un hito en la memoria de la ciudad de Antofagasta, ya que fue un desastre socio-natural, que, es parte de nuestra historia de resiliencia, las actividades que se realizaron en el marco de la semana de la conmemoración son acciones que permitieron fortalecer el rescate de la memoria cultural para educar, empoderar y transformar las comunidades vulnerables en resilientes y de esta forma promover una cultura de adaptación a los riesgos climáticos", dijo Anahí Encina, Coordinadora Relacionamiento Comunitario del proyecto.
Iniciativa
La iniciativa "Reduciendo la vulnerabilidad climática y riesgos de inundación en zonas urbanas y semiurbanas en ciudades costeras de América Latina" tiene como objetivo reducir la vulnerabilidad a inundaciones, flujos de lodo y deslizamientos de tierra relacionados con el clima en tres ciudades costeras mediante la incorporación de un enfoque basado en el riesgo para la adaptación, construyendo acciones colaborativas y creación de redes, y el desarrollo de una cultura de adaptación.
Por su parte desde una de las entidades colaboradoras Proyecta Memoria su directora Camila Wirsching destacó que la conmemoración se da en el contexto de la reciente promulgación del Día Nacional de la Memoria y Educación ante Desastres Socio-Naturales, legislación que contempla actividades educativas cada 22 de mayo a nivel nacional.
"Estamos conmemorando el aluvión de 1991 en un momento histórico. Chile finalmente tiene un día nacional para reflexionar sobre como construimos el riesgo y como las memorias, ciencia, saberes locales pueden salvar vidas. Esta ley mandata que en los 12.500 establecimientos educacionales de todo Chile generen un espacio de reflexión, en especial hoy cuando los desastres serán con mayor intensidad tras el Cambio Climático", enfatizó Wirsching.