Región de Antofagasta, capital de la electromovilidad
Termina una semana que ha sido importante para el desarrollo de nuestra región. El reinicio de Exponor permitió reactivar en gran parte las confianzas, volver a encontrarse con los distintos productores y gestores de la industria, integrar las nuevas visiones de desarrollo para la región.
Sin duda fue un evento importante y si bien cada uno lo evalúa desde su perspectiva, como ambientalista escuché iniciativas que me parecen valorables. Por un lado, se habló de una nueva minería, de generar las condiciones para evolucionar a un desarrollo mucho más sustentable. Hoy en día el uso de agua desalada que permite devolver los derechos de agua a nuestros pueblos originarios, el uso de energías renovables no convencionales para bajar la huella de carbono, el uso de la electromovilidad, y por sobre todo, de incluir a las mujeres en los procesos productivos, son elementos de esperanza de una minería que puede conectar con las transformaciones que vive el país.
Por otro lado, existió una autoevaluación por parte de las compañías mineras de comprometerse a brindar a las comunidades en sus territorios oportunidades de participación y desarrollo. Esto es tremendamente importante, porque desde lo público comenzarán a ponerse en marcha nuevos estándares para el desarrollo de las industrias con la nueva Ley Marco de Cambio Climático, lo que permitirá a Chile y a nuestra región, estar en un mejor nivel para empujar el desarrollo económico sustentable que aspiramos generar.
Como región debemos liderar los cambios de los procesos de electromovilidad que se están instalando en países desarrollados. Imagine que a partir del año 2030, en solo unos pocos años más, gran parte de las compañías de automóviles dejarán de producir autos convencionales, reemplazándolos por eléctricos. Un auto eléctrico usa 4 veces más cobre de lo que un auto convencional y usan baterías de litio incorporando cada una 8 kilos de este mineral. Estas son noticias muy relevantes para nuestra región, puesto que el uso de más cobre y litio, si lo multiplicamos con la cantidad de autos que anualmente los países importan, da muestra del cambio de industria que vamos a tener a futuro. Solo Chile cada año importa medio millón de vehículos y EE.UU cada año produce 20 millones de autos. Si usted multiplica esas cifras por la cantidad de cobre y litio que se va a requerir, se abre un futuro auspicioso para nuestra región, puesto que la región de Antofagasta tiene los minerales críticos para esa transformación energética por donde el mundo comienza a caminar.
Estamos en un momento clave que no podemos desaprovechar, ni tampoco repetir los errores del pasado, estos cambios no pueden ser entendidos desde la mirada extractivista que ha caracterizado la actividad minera, sino que debemos integrar la actividad con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, mediante alianzas público privadas que orienten el camino que este desarrollo trae. La ciudades y los territorios deben ser parte de este progreso, hoy es cuando debemos dar el salto y las acciones que realicemos en esta materia serán claves para el desarrollo futuro. Ahora es cuando no podemos equivocarnos, tengamos la valentía de arriesgarnos a un futuro que incluya estratégicamente a todos quienes habitamos, sufrimos, vivimos y luchamos en esta región.
La electromovilidad será sí o sí una realidad, y ello nos ofrece una gran oportunidad. Dependerá de cada uno de nosotros, tomar este desafío para que juntos y juntas seamos una mejor región.
Ricardo Díaz Cortés
Gobernador regional de Antofagasta