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ENTREVISTA. Luis Orellana, jefe de la Brigada Investigadora del Cibercrimen de la PDI:

"Amenazas al Colegio Providencia, fueron algo diferente a lo que habíamos visto"

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Jonathan Villella C.

Tras los diversos hechos de violencia y amenazas a ciertas comunidades educativas en distintos establecimientos de Antofagasta, siendo uno de los más bullados, el caso de dos menores edad, quienes presuntamente amenazaron a la comunidad escolar del Colegio Providencia con recrear la masacre de 1999 ocurrida en la escuela preparatoria de Columbine, Estados Unidos (donde murieron 13 personas), el prefecto Luis Orellana, jefe de la Brigada del Cibercrimen de la Policía de Investigaciones, conversó con El Mercurio de Antofagasta para develar cómo el uso de las tecnologías y redes sociales pueden ser utilizadas para cometer este tipo de amedrentamientos, además de las acciones que realiza la PDI para dar con el paradero de estos agresores, que muchas veces operan desde el anonimato, mediante un perfil falso.

¿Estamos frente a un fenómeno de amenazas y agresiones mediante redes sociales, que se ha potenciado en los últimos meses?

-El tema de las amenazas va cambiando de acuerdo a lo que es el contexto país, o a lo que está ocurriendo en el ecosistema. Cuando partió el conflicto social, las personas comenzaron a utilizar las redes sociales para opinar en masa, para enviar amenazas o algún tipo de funa. Pero cuando parte la pandemia, y todas las actividades presenciales pasaron a actividades virtuales, el uso de las plataformas de streaming y todo lo que se relacionada a las tecnologías, aumentó.

Ahora nos encontramos en el momento del 'grooming' o 'ciberbullying', porque como la interacción pasó de ser física a virtual, también empezaron a conectarse más niños y todos los escolares. Eso generó que existieran mayores interacciones ente todas las personas y comenzaran a ocupar las redes sociales y plataformas no solo para actividades educativas y de trabajo, sino también para comunicarse y, en algunos casos, para cometer ciertos actos que están fuera de lo normal, como este tipo de amenazas cibernéticas. Pasó durante los retiros del 10% donde mucha gente incluso amenazó a algunos políticos.

¿En qué momento se pasa a amenazar a los colegios?

-En Chile han ocurrido fenómenos muy distintos, pero podemos decir que tenemos un aumento, ya que el año pasado no teníamos casos de este tipo y este año ya llevamos más de nueve casos investigados. El primer caso se dio en Quinta Normal, donde se amenazó con masacrar a los estudiantes de un establecimiento (Liceo Benjamín Franklin). Nosotros le llamamos el "caso cero", pero esto es una tendencia que venía de otros países, principalmente de Estados Unidos, donde ya han tenido varias amenazas a través de estas plataformas.

Lo que ocurrió en Quinta Normal, fue replicado en otras comunas de Santiago y en otras regiones, como en Concepción, donde tomaron el mismo vídeo, hicieron el cambio del nombre del colegio y eso generó también que se suspendieran las clases y se tomaran diversos resguardos de seguridad. Este tipo de amenazas no se pueden tomar a la ligera, así que nosotros como PDI, nos hicimos cargo de investigar esta amenaza junto a la Fiscalía, logrando llegar finalmente a quien había realizado estas amenazas.

¿Qué le parece lo ocurrido en Antofagasta, con el caso de dos menosres de edad, quienes amenazaron al colegio Providencia?

-Lo que pasó en Antofagasta, es un caso atípico a los demás que hemos tenido. Porque en Antofagasta, estos chicos realizaron una investigación, hicieron búsqueda de informaciones a través de las redes, estaban copiando un modelo de la masacre de la escuela secundaria Columbine (Estados Unidos). Se les incautaron las mismas poleras con las mismas imágenes que utilizaron allá, en aquel entonces; las amenazas la hicieron el mismo día que se produjo la masacre (el 20 de abril, de 1999), tenían dibujos asociados, seguían el mismo perfil que tenían los atacantes de este renombrado caso, y por eso finalmente se tomaron medidas inmediatas, aparte de las investigativas, como desalojar el colegio, ya que siempre en esos casos hay que considerar que es un hecho grave y que puede ocurrir. Por eso se tomaron las medidas de seguridad y se inició la investigación inmediatamente.

Eso ha generado algunos imitadores, hace tres días fue detenido un sujeto que amenazó al Liceo La Chimba y al Colegio Netland School.

¿Cuáles son los pasos que siguen para investigar estas publicaciones? ¿Cómo llegan a los autores intelectuales de estas amenazas?

-Siempre estamos haciendo un monitoreo permanente a las redes sociales y generalmente pasan dos cosas: o detectamos estas amenazas nosotros mismos, o son las mismas personas quiénes nos denuncian que existen amenazas a alguien o a algún lugar.

Ahora bien, además de las técnicas tradicionales, como el uso de entrevistas, también tenemos contacto con organismos internacionales. Cuando nos enfrentamos a un hecho grave, coordinamos inmediatamente si es un servicio nacional, y si es así, coordinamos que esté a disposición la información necesaria, con carácter inmediato. Y ahí nosotros vamos viendo, revisamos los perfiles, las publicaciones, las personas que están detrás de estos perfiles; la revisión que pueden hacer todas las personas, pero además vemos todo lo que está detrás del perfil, puesto que ya tenemos la cooperación y los canales de trabajo en esta materia. ¿Cómo está relacionado?, ¿De dónde la persona se conectó? y ¿Qué tecnologías ocupó?, vamos siguiendo esa pista.

A veces se demora un poco, dependiendo de las herramientas y prevenciones que utilizó la persona; eso es la etapa de búsqueda, y la otra etapa es cuando ya tenemos la certeza y sabemos quiénes son, vamos en coordinación con la Fiscalía, y efectuamos una entrada de registro (entran al domicilio o lugar apoyados por una orden judicial), donde después realizamos un análisis forense a todos los dispositivos electrónicos que mantenía esa persona y ahí nosotros tenemos la evidencia digital que es irrefutable.

Hay que considerar que cada vez que alguien hace una amenaza, tiene que haber ocupado un equipo tecnológico, o una imagen y de eso siempre va a quedar rastro.

Todo parte con la denuncia, coordinamos con la Fiscalía, quien nos emite una orden para investigar; si requerimos alguna orden judicial, el fiscal gestiona con el tribunal esa solicitud, es decir todo el sistema funciona, obviamente resguardando los derechos de la persona. Cuando nosotros entramos a un domicilio, lo hacemos después de haber hecho una investigación más o menos potente.

¿Hay algún perfil en torno a aquellas personas que realizan este tipo de amenazas en redes sociales?

-Más que perfil, depende mucho de los contextos, de las situaciones que ocurren en el lugar. El ciberbullying utiliza las redes de internet, la tecnología, donde muchas veces quienes realizan estas amenazas, lo hacen mediante el anonimato. Muchas veces, a través de cuentas que no son las principales, que son falsas o son cuentas donde se usurpa la identidad de alguien más; esbozar un perfil es complicado en el tema del ciberbullying.

¿La funa propiamente tal, en redes sociales, es un delito?

-Las funas no están penadas, no obstante uno tiene que verificar si la conducta del agresor de bullying, está enmarcada en algún hecho que sí sea constitutivo de delito para que se genere la investigación; si no hay delito se puede hacer una denuncia por injurias y calumnias.

Funas

En Antofagasta el alcalde Jonathan Velásquez, funó a una profesora en redes sociales mostrando sus datos personales, el perfil de Facebook, sus fotos, su nombre y el nombre del establecimiento donde trabaja, además de generar algunos juicios de valor al respecto durante la misma funa. Todo esto porque no le gustó un comentario que hizo la docente en una publicación del edil. Lamentablemente, tras la funa, esta docente comenzó a recibir comentarios agresivos e incluso le pegaron en la calle. ¿Qué pasa en esta situación?

-Esa práctica, de revelar esa información de una persona en redes sociales, se denomina "Doxing", que puede considerar un delito cuando afecta la privacidad y el buen nombre de la persona aludida (difamaciones). Estas publicaciones, con información personal de una persona, puede lograr que otros grupos de usuarios comiencen a funar a esta persona o amenazarla y es ahí donde está el delito, porque la persona que generó esta información, logró que eventualmente amenazaran a esta otra persona, y eso se investiga. Si la profesora aludida, denunció este hecho, se generará una investigación por ese caso.

¿Cómo fue agredida a raíz de esta funa, podría el alcalde ser sancionado de alguna manera?

-Sí, pero tiene que haber una investigación. En este tipo de materias, se debe determinar qué fue esa persona, en este caso el alcalde, quien efectivamente subió la funa y no alguien más.

¿Qué puede hacer una persona que está sufriendo de Ciberbullying o acoso cibernético? ¿dónde puede denunciar y qué ocurre a continuación?

-Lo primero es determinar si hay o no delito. No obstante, es importante resguardar la evidencia, muchas personas eliminan la evidencia y eso hace que sea más difícil poder determinar de dónde viene. Estas situaciones se pueden denunciar en cualquier unidad policial, ahora bien, cuando se trata de violencia digital, solo violencia digital, nosotros utilizamos un whatsapp abierto a todo el país, donde la persona que está sufriendo violencia digital, pueda denunciar el hecho y nosotros podamos comenzar a investigar. Si es un delito de violencia digital, nosotros tomamos el caso y hacemos todo, si no lo es, damos las directrices para que concurran a la unidad policial más cercana y hagan el proceso de denuncia.

Hay que entender que mientras más rápido se haga la denuncia, tras el hecho de amenaza, es mucho más probable que podamos resolver el asunto rápido.

¿Cuánto puede demorarse una investigación para encontrar al agresor cibernético?

-Es relativo y depende, entre otras cosas, de qué tipo de amenazas estamos hablando, si son amenazas viscerales, donde las personas con sus propios perfiles amenazan a alguien tras un momento de ira, lo que se puede verificar rápidamente, o si son amenazas preparadas como las de estos chicos que amenazaron al Colegio Providencia, donde nos demoramos un mes, ya que tuvimos que revisar varios tipos de información.

"Ahora nos encontramos en el momento del 'grooming' o 'Ciberbullying', puesto que la interacción pasó de ser física a virtual, durante la pandemia".