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Alto costo de vida reactiva demanda por ollas comunes en Antofagasta

SOLIDARIDAD. Adultos mayores entre los principales beneficiarios de este tipo de acciones solidarias, a los que se agregan un alto número de personas en situación de calle.
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El impacto social de la pandemia, sumado al mayor costo de vida que impone la escalada inflacionaria en el país, ha reactivado la demanda por el apoyo humanitario que proporcionan las ollas comunes en la ciudad, según comentan algunos gestores de estas iniciativas en Antofagasta.

Un tipo de asistencia comunitaria surgida de manera espontánea debido al impacto social causado por la actual emergencia sanitaria. Durante aquel período la comuna de Antofagasta llegó a contar con más de un centenar de estos centros de distribución gratuita de raciones de alimentos, organizadas por organizaciones sociales, juntas de vecinos o iniciativas personales.

Según Jonathan Morales (34), coordinador de la olla común "Unidos por un Mundo Mejor" de calle Félix García 738, ante la creciente necesidad de los sectores más vulnerables de la población ha decidido reactivar la distribución de raciones de alimentos. Una labor que había suspendido a fines del año pasado por la falta de ayuda y donaciones, y por un intenso agobio después de haber encabezado esta iniciativa por 19 meses.

Morales cuenta que mañana, con una denominada "ruta calle" que distribuirá raciones de alimentos a personas que pernoctan en espacios públicos, comienza de manera progresiva a retomar las acciones solidarias de su olla común. "Hoy está todo muy difícil. Acá en Antofagasta como tapan el Sol con un dedo. Hacen operativos para erradicar a las personas de los espacios públicos, pero yo salgo desde mi casa, en el sector norte, y hasta el sector del Casino hay unas 70 personas en situación de calle", afirma.

"Ya he difundido en redes sociales que se viene el regreso de nuestra olla común, porque sigue mucha gente con problemas. No tienen trabajo, están pasando hambre; y si antes no tenían, menos ahora. Empiezo esta semana nuevamente", agrega. Morales detalla que para cumplir con esta labor resultan claves las donaciones, que en los últimos meses han disminuido al límite para operar. Su labor en la olla común de calle Félix García, expresa la ha extendido a diversas iniciativas humanitarias, como distribución de vestuarios, alimentos y también carpas para personas que pernoctan en espacios públicos. "Hoy son unas cien personas que necesitan almuerzo. He tenido que hacer una especie de filtro para evaluar quienes más necesitan esta ayuda, porque está muy difícil conseguir los recursos. De esas 100 personas, unas 50 son personas que viven solas. Muchos abuelitos, gente abandonada o postrada", dice el expresidente de la Alianza Solidaria de Ollas Comunes. Debido a esta labor que inició en junio de 2020, Morales cuenta que en la vivienda en que solo habita él mantiene una deuda cercana a las $3,5 millones en cuentas de suministro de luz y agua. En ese período detalla, logró distribuir más de 60 mil raciones de almuerzo.

Para Karina Rivera (40), quien forma parte del grupo familiar que mantiene vigente desde julio de 2020 la olla común "La Familia", hoy se observa con inquietud en la ciudad como segmentos de la población más necesitada requieren algún gesto de caridad. "Ha habido un cambio en la gente que viene a buscar almuerzo. Hoy ha comenzado a llegar mucho adulto mayor. Se han visto muy afectados por el tema de la inflación, porque tienen pensiones muy bajas que hoy menos les alcanzan para subsistir. Muchos incluso vienen a almorzar a la casa. Como es grande, cuento con algunas mesas y bandejas para recibirlos. Otros vienen con sus ollas a buscar el alimento", añade sobre la labor que cumple en la olla común ubicada en avenida Loa 5738, cerca del Hospital Regional de Antofagasta.

"Hoy nadie está ayudando. Nosotros, como familia, nos las ingeniamos para mantener esta ayuda. Desearía poder motivar al municipio o al Gobierno para que se hagan presentes hoy de alguna forma, porque la inflación está afectando fuertemente a los adultos mayores", agrega Rivera, quien sostiene que hoy distribuyen unas 55 raciones de alimento diarias, que distan a de las más de 800 que llegaron a entregar en un día durante el período peak de entrega de ayuda.

Ayuda recibida

Según Jennifer García (37), encargada del "Hogar Libertad en El Ancla" que acoge a mujeres en situación de calle y con otro tipo de vulnerabilidades, sostiene que con satisfacción han recibido la ayuda proporcionada por las actividades de beneficencia paralela de la olla común de calle Félix García. "Ellos nos hacen donaciones, traen verduras o incluso para algunas celebraciones como el Día del Niño traen torta, disfraces. Para el Día de la Madre trajeron mariachis y un desayuno. Siempre están presentes para fechas de alguna celebración, como el Día del Padre o Navidad".

Estudiantes y docentes donaron sangre para pacientes del HRA

SALUD. La campaña se pudo desarrollar después de dos años en la que estuvo suspendida por la pandemia.
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Alrededor de 63 estudiantes y docentes del establecimiento Santo Tomás Antofagasta, participaron de la donación para pacientes del Hospital Regional. En esta ocasión, no sólo se realizó una transfusión de sangre completa, sino que, además, se dividió el proceso por componentes para dirigir la ayuda a las diferentes enfermedades y condiciones que existen.

La campaña se enmarca en una tradicional actividad solidaria, que finalmente se pudo desarrollar después de ser suspendida durante el 2020 y 2021 producto de la pandemia.

En el retorno, participaron los estudiantes de la carrera Técnico en Laboratorio Clínico, Banco de Sangre e Imagenología del Centro de Formación Técnica en conjunto a funcionarios del Banco de Sangre del Hospital Regional.

"Estoy muy feliz de que nuevamente hayamos podido retomar nuestras colectas aquí, en la casa de estudios Santo Tomás, que es tan importante para nosotros porque formamos a nuestros futuros colegas, nuestros futuros teclabis, por lo que esta es una experiencia que enriquece tanto a los estudiantes, como a nosotros, como Banco de Sangre, porque no sólo nos llena como Banco de Sangre, sino que, también a nuestros refrigeradores. Donar sangre es salvar vidas y es una acción muy solidaria, que nosotros agradecemos infinitamente a Santo Tomás sede Antofagasta", comentó Susan Moreno, tecnóloga médica del Hospital Regional y encargada de las colectas móviles de donación de sangre sobre la campaña.