Docentes y apoderados urgen creación de protocolo por hechos de violencia
EDUCACIÓN. Asociación de Padres, Colegio de Profesores y académicos, explicaron que se deben priorizar la ejecución de programas de salud mental y los de mejoramiento de convivencia escolar.
Los registros audiovisuales que muestran a diversos estudiantes del Colegio Antofagasta resguardándose bajo sus mesas debido a una pelea con disparos que se produjo paralelamente en las afueras del establecimiento.
Más allá de evidenciar el gran nivel de violencia con la que algunos estudiantes resuelven sus problemas tras el regreso a clases presenciales, se hace evidente el temor de muchos padres, profesores y alumnos que miran con preocupación la falta de mejores protocolos y mayor seguridad ante estas nuevas amenazas.
Así lo expuso Sahira Aguirre, presidenta de la Asociación Comunal de Apoderados, al manifestar que "esto sucedió afuera de un colegio privado, pero es innegable que han ocurrido cosas parecidas en los establecimientos municipales. Lo conversamos el otro día en reunión con Carabineros, y por lo mismo, necesitamos saber cómo responder o qué podemos hacer como apoderados ante esta situación, que es muy preocupante, ya que algunos niños están con miedo de ir al colegio".
Agregó que hay mucho trabajo que hacer en materia de seguridad dentro de los establecimientos, razón por la cual están agendando una reunión ampliada con todos los centros de padres de colegios municipalizados, Carabineros y el seremi de Educación, a fin de determinar cómo abordar este fenómeno, donde el aspecto respecto a salud mental resultaría clave.
Protocolos
Ivette Garecca, presidenta del Sindicato de Profesores, explicó que es necesario crear nuevos protocolos en los establecimientos educacionales, que den recomendaciones y guías efectivas sobre cómo actuar ante situaciones similares, con tal de evitar que los docentes puedan tomar decisiones erradas, al intentar proteger la vida de sus alumnos. Eso sí, considerando la realidad de cada establecimiento.
"Hay que trabajar con las comunidades educativas, según sus propias realidades y comunidades, para plantear protocolos efectivos frente a estos hechos particulares (amenazas y tiroteos), también es importante que contengan pequeñas reparaciones frente a los contextos que vive cada unidad educativa", precisó.
Agregó que previó al paro docente, uno de los puntos a considerar dentro del petitorio, fue precisamente la de realizar un protocolo ante peleas con armas de fuego, ya que habían rumores y anuncios de posible tiroteos, por ejemplo, a la escuela B-13, lo que fue desestimado por Corporación.
"Queríamos crear un protcolo nuevo, precisamente frente a hechos como balaceras frente a los establecimientos, manifestaciones y llamados a agredir a funcionarios dentro del ámbito de la educación, y lo que nos decían desde la corporación era que esto estaba dentro del ámbito de convivencia escolar. Nosotros entendemos que no, ya que son protocolos mayores porque tienen que ver con cuestiones judiciales y situaciones que son mucho más complejas. Lo habíamos abordado como una manera preventiva, pero no hubo buena respuesta por corporación frente a eso", dijo.
Apoyo emocional
Además de los protocolos, que deben adecuarse a las amenazas actuales, la vocera del colegio de profesores de Antofagasta, Nury Herrera, manifestó que es importante reeducar a los alumnos, entregando valores que permitan recuperar la sana convivencia.
"Efectivamente, deben mejorarse los protocolos, pero creo que esto también debe trabajarse de una forma comunicacional con los niños, respecto al concepto del amor, la felicidad, de cómo lidiar con sus emociones, potenciando la salud mental. El propósito de la vida es ser feliz y en eso, hay que trabajar justamente. Las frutraciones que están teniendo tanto los jóvenes como los adultos, producto de la pandemia y todo lo que vino después; tanto niños como adultos, profesores y hasta las autoridades, nos hemos visto afectados por esta situación de pandemia", dijo.
Acotó que "debe realizarse un trabajo completo, a nivel de unidades educativas, con los encargados de convivencia y que la Corporación pueda hacer un plan abocado a eso. Trabajar aspectos más profundos de la problemática. Aquí lo clave es que hay que fortalecer los pilares emocionales y sociales de cada persona. Hay que convencer a los chicos de que ellos pueden avanzar, que pueden ser mejores personas, que tienen que respetar al otro".
"Si logramos hacer eso -continuó-, lograremos impactar a los padres. A veces nos preocupamos de lo que vemos en la superficie e ignoramos los aspectos más profundos".