Corredor bioceánico
El 31 de julio de 2019 abogué por este medio, por la doble vía Calama-Antofagasta. Desde 1969 pedí una ruta decente y segura para esta rica región minera, pero las autoridades de todos los colores, encontraron puros problemas. Cero "solucionática".
El 2020, la Superintendencia de Medio Ambiente pidió resolver con urgencia el hundimiento de la ruta a la altura Mantos Blancos, por líquidos subterráneos que generaría hasta hoy una empresa minera.
Ahora dos concejales se quejan porque no habrá servicentro en Carmen Alto, cuyo dueño posee 8 mil m² y que podría poner una nueva bencinera, 500 metros hacia Calama o a Antofagasta. O la autoridad regional podría resolver el tema, licitando un terreno allí, para instalar un nuevo servicentro, que atienda el abastecimiento de combustible en las estratégicas Rutas 5 y 25.
Por otro lado, da ira ver que ni Sierra Gorda, ni Baquedano, tengan una gasolinera y que nadie haga ni diga nada, por esa comuna hoy excluida, porque no es negocio para las compañías.
La doble vía Calama-Carmen Alto es una urgencia para la zona y la región de Antofagasta y hay que apoyarla. También a la Circunvalación oriente, para que alivie a Calama del tráfico de camiones.
Ser parte de la solución. Autopistas de verdad, modernas, sin vergonzosos hundimientos. Un corredor bioceánico al Pacífico, que nos una para siempre con Bolivia, Argentina, Paraguay y Brasil.
Lautaro Aguirre
Educación cívica
Ahora sí deberemos reincorporar la asignatura de Educación Cívica a los estudiantes de educación media y ofrecer a los constituyentes hacer las clases, ya que serán los únicos que entenderán la nueva Constitución que escriben.
Renzo Follegati Ghio
Justicia indígena
La Convención Constitucional rechazó una indicación que establecía que la jurisdicción indígena resolvería conflictos "solo entre miembros de un mismo pueblo originario". De esta manera, todos los chilenos quedaremos sujetos no solo a nuestra jurisdicción común, sino también podríamos ser juzgados en tribunales indígenas de acuerdo a un derecho que no es el nuestro ni conocemos y de acuerdo a costumbres que no practicamos. Nuestros jueces serían los loncos, machis y otros.
Lo anterior no solo es una locura, sino que también contradice principios elementales del derecho, como que nadie puede estar sometido a dos jurisdicciones distintas ni puede ser juzgado por tribunales ajenos a las normas jurídicas que lo rigen y practica y que tampoco les aseguran un debido proceso y un juzgamiento imparcial.
Lo acordado por la Convención es una falta de respeto a los 18 millones de chilenos que somos y no podemos tolerarla. Ha llegado la hora de poner término a esta soberbia y señalarle a los "indigenistas" que el pueblo de Chile no se pone de rodillas ante nadie y nos les seguiremos aceptando su proceder, que pretende, para su propio beneficio, hacerse de parte del territorio nacional y recursos naturales que a todos nosotros nos pertenecen; y como si fuera poco, ahora someternos a una revanchista y oscura jurisdicción.
Hemos dicho basta.
Francisco Bartolucci Johnston
Sincerar el debate
La Convención Constitucional apuesta por dejar atrás del borrador toda huella del Estado subsidiario, lo que no es difícil, pues en realidad este nunca existió, ni siquiera constitucionalmente, ya que el texto no lo menciona en ningún párrafo. La ley de quorum calificado exigida para las actividades empresariales del Estado nunca requirió de un pronunciamiento sobre la subsidiariedad de tales actividades. Es más, con los votos necesarios para tal tipo de normativa, bastaba solamente el acuerdo de los congresistas para autorizar la creación de empresas fiscales de la más diversa naturaleza. Entonces, ¿por qué no se utilizaba tal herramienta?
Sinceremos el debate, recién ahora conversamos sobre el rol que tendrán los futuros gobiernos en la entrega de productos y servicios básicos, pues hasta el día de hoy, tales actividades eran contadas con los dedos y su ampliación a otras imperativas necesidades era entorpecida por parte de aquellos que se aprovecharon de un concepto tan indeterminado como imaginario.
Carlos Muñoz Lecerf