El nuevo Consejo Regional
La presidencia de las comisiones no solo conlleva la facultad de armar las tablas de trabajo, sino además otorga visibilidad en aquellos temas de mayor relevancia pública. Es de esperar que esa perspectiva de trabajo, permita conformar equipos más afiatados que posibiliten una mejor discusión técnica-política.
El viernes pasado se realizó la primera sesión del nuevo Consejo Regional. Y más allá del optimsmo demostrado y que inunda cada nuevo periodo, vale la pena detenerse en la configuración inédita de fuerzas que ahora allí cohabitan. En el pleno del Core asumieron cinco integrantes del denominado Partido de la Gente (PDG), constituyendo una de las principales fuerzas políticas de la zona. El grupo de consejeros manifestó que sus primeros intereses apuntan a temas de salud, mediambiente y minería. Y si bien la labor de los consejeros regionales es parte importante en el proceso de financiar iniciativas públicas, es aún más relavante en aaquellas en que su expertiz técnica permite el mejoramiento de los mismos.
Otra de las fuerzas importantes son los representantes de la ex Nueva Mayoría, que entre militantes e independientes, también ocupan cinco escaños. A diferencia del PDG, tres de ellos tienen vasta experiencia en el funcionamiento del Consejo y cumplirán dos ciclos en el cargo trabajando con el actual gobernador Ricardo Díaz.
Las fuerzas de Apruebo Dignidad, exhiben representación con un consejero del PC y una militante de RD. Ambos sin embargo, poseen una dilatada trayectoria política que debería facilitar la adaptación a las nuevas labores. No hay que olvidar que desde su rol, los consejeros pueden desplegar una fructífera red de alianzas con actores públicos y privados.
Por último, el pacto de la coalición de Chile Vamos, exhibe, una baja en su peso específico, anotando solo un militante UDI y otros dos representantes que renunciaron a sus respectivos partidos, luego de bulladas polémicas al interior de la coalición y de acuerdo a lo observado en la conformación de las comisiones, avizora un complejo escenario para quienes, hasta hace un mes eran parte del oficialismo.
Con todo el panorama que presenta en el nuevo Core no solo representa el avenimiento de un nuevo ciclo político, será además, un Consejo donde por primera vez, el presidente del mismo, es elegido por votación popular y podrá trabajar para un horizonte de 4 años.
Es de esperar que esa perspectiva de trabajo, permita conformar equipos más afiatados que posibiliten una mejor discusión técnica-política a fin de no repetir mediocres resultados y bochornosos episodios de administraciones pasadas.