Cultura política reactiva y necesidad de mejoras
"La incapacidad del sistema político de anticiparse a las respuestas que la ciudadanía exige, no puede excusarse en pensar que es imposible predecir el futuro".
El reciente asesinato de un joven camionero en la ciudad de Antofagasta a manos de extranjeros, trajo como consecuencia un paro del gremio extensivo por algunos días. La consecuencia directa fue el viaje (tardío) del Ministro del Interior, Rodrigo Delgado a nuestra zona y la promulgación express de Contraloría General de la República de la nueva Ley de Inmigración que, en teoría, endurece las regulaciones en materia inmigratoria.
Más allá del análisis de las características de esta ley, el fenómeno descrito anteriormente desnudó una conducta arraigada en la política chilena, que es el carácter reactivo de las respuestas que se generan a problemáticas cotidianas. Es claro que si no hubiese existido el asesinato de un camionero y la movilización del gremio, la publicación de la nueva ley de inmigración en el Diario Oficial hubiera sido una quimera, lo cual es lamentable. No obstante, esto posibilita mejoras en los sistemas de control de gestión a nivel estatal y la permanente retroalimentación que debe existir entre las instituciones del Estado. Retrasos en la promulgación de leyes como la mencionada anteriormente, sólo contribuyen a fortalecer el arquetipo que la gestión en administración pública "es mala" y que todo funciona mejor en el sector privado.
Es claro que la responsabilidad en el retraso de la promulgación de la Ley no es exclusiva de Contraloría. Existe una responsabilidad transversal del sistema y los actores políticos para acelerar la concreción de iniciativas que traten un problema social específico en su magnitud.
La incapacidad del sistema político de anticiparse a las respuestas que la ciudadanía exige, no puede excusarse en pensar que es imposible predecir el futuro. En ese sentido, en el ámbito de las teorías de la administración, la perspectiva de Sistemas Sociales de Niklas Luhmann es pionera en plantear la importancia del "ambiente" o "entorno" en proporcionar las señales necesarias para que un sistema (en este caso, el político) reaccione oportunamente a las necesidades del primero, mediante procesos de retroalimentación, que pueden ser "negativos" o "positivos".
Los procesos de retroalimentación negativos no necesariamente tienen una condición peyorativa: implican que el sistema, internalizando la información que procede del entorno, continúa realizando sus acciones de forma habitual. Esto puede ser alentador si es que efectivamente se cumple, por ejemplo, con las disposiciones que existen en reglamentos o documentos escritos respecto a "cómo se deben hacer las cosas"; si así no fuere, hacer las cosas tal cual se han hecho siempre, no redundará en beneficios.
En tanto, la retroalimentación positiva implica que el sistema recibe información del ambiente que le permite corregir u optimizar sus procesos para una mejor respuesta o solución a lo que ocurre en la sociedad.
Los elementos mencionados anteriormente son algunos elementos básicos en materia de administración de recursos humanos, resumidos en breves palabras.
Situaciones como las acontecidas algunas semanas con motivo del lamentable asesinato de un camionero en nuestra ciudad plantean importantes desafíos en materia organizacional en la administración del Estado.
Como ciudadanos, esperamos no tener que lamentar una nueva pérdida de un compatriota a raíz del actuar cobarde un grupo de extranjeros, debido a la desidia del sistema político en anticiparse a situaciones de conflictividad social.
Mg. Alberto Torres Belma
Sociólogo y Académico de la Universidad de Antofagasta