Antofagasta: ¿bolsillo grande?
Hace medio siglo, viajábamos con mi padre desde Tocopilla a Chuquicamata. Era de mañana y las dificultades del camino provocaban molestias en los pasajeros, que luchaban contra el zangoloteo del vehículo y con el polvo, que todo lo inundaba.
Desde los primeros asientos, veíamos el gesto agrio del chofer, que maniobraba vociferando ante tanta dificultad, mientras rogaba que ninguna piedra le quebrara el parabrisas. Explico: la ruta entre Tocopilla, el único puerto salitrero del mundo, el mayor centro generador de energía de Chile y Chuquicamata, la mina de cobre a rajo abierto más grande del mundo, era una angosta cinta de tres metros asfaltados. La otra mitad era de tierra, chuka y gravilla, con una molesta "calamina" que motivaba la constante vibración de todo lo que iba a bordo.
Entre los pasajeros, cuatro funcionarios del MOP en comisión de servicios. Sorprendidos por la aridez del terreno, los capitalinos escuchaban a mi padre, que describía el paisaje. Orgullosos, hablaban que Santiago pronto dispondría del "Metro". Se jactaban de la doble pista a Rancagua y del nuevo túnel para acortar los tiempos entre la capital y Valparaíso.
Pese al ruido, el conductor lograba oír al grupo de capitalinos, fruncía el ceño y se tragaba los improperios. Otros pasajeros se mostraban hoscos, dado el acento burlón del coloquio de los santiaguinos. Mi padre, con los puños cerrados y mordiéndose loa labios, entró a terciar.
En el debate, un capitalino preguntó por el nombre de nuestra ciudad. Complementó la consulta con un latigazo: "Porque este territorio, antes era todo de Bolivia ¿No?.
Conteniéndose, mi padre señaló que el nombre de la ciudad significa "Pueblo del Salar Grande"… Luego, reiteró "¿Entienden?... Del Salar Grande". Y agregó que es una región muy rica. "Esta es la región del Norte Grande que hace grande a Chile" -sentenció mi viejo. Y concluyó enrostrando la realidad a los funcionarios santiaguinos…
"Pero en Santiago lo han entendido mal… Y creen que quiere decir "Pueblo del bolsillo grande"-les dijo.
Como es de suponer, el resto del viaje se hizo en silencio…
Jaime N. Alvarado García
Profesor Normalista - Periodista