Nuevo mural del artista Luis Núñez rescata identidad minera regional
ANIVERSARIO. Trabajo se enmarca en los 20 años de actividad pictórica del pintor y en los 30 años de la Corporación Proa.
Los murales del artista visual, Luis Núñez San Martín, son parte del relato de la identidad en Antofagasta. Sin duda, el mural más célebre es el que cubre parte de la Casa Gibbs, por iniciativa de la Corporación Proa, donde aparecen una serie de personajes icónicos que forjaron a la ciudad.
Esta vez, el artista, junto a su equipo donde sobresale Dalibor Kurte, están desarrollando una obra de tres metros de ancho por once metros de largo que narra la historia minera de la ciudad, en una muralla ubicada al costado sur del Hotel Antofagasta, frente a la Casa Gibbs.
30 años de PROA
Pamela Ramírez, directora ejecutiva de Proa, afirmó que el nuevo trabajo de Núñez San Martín surgió en el marco de la conmemoración de los 30 años de Proa y la celebración de sus 20 años como artista. "Juntamos ambas ideas. Y de esa manera, surgió este trabajo. Así él lo agendó en febrero, para desarrollarlo. Para tal efecto requería algunos recursos, y así nosotros estamos apoyándolo. Es un trabajo que desarrolla totalmente ad honorem como homenaje a la ciudad, y nosotros colaboramos con la parte logística, es decir, los gastos accesorios", aclaró.
Luis Núñez San Martín dijo que en el contexto de la pandemia, había pasado tiempo en casa con proyectos y trabajos de taller; además, desarrolló de manera parcelada -por limitaciones de pandemia- un mural en la ciudad de Lota.
"Esta vez sentí la necesidad de entregar un regalo a Antofagasta, en este momento tan gris de la historia nuestra. Pensamos que podíamos hacer algo, entregar una alegría pequeña a la gente de la ciudad, en el aniversario de Antofagasta. Además, este año se cumplen 20 años desde que comencé a dedicarme exclusivamente a la pintura, y quería festejarlo con una obra en la calle. Así, coincidimos con Proa, que es la institución que me ha cobijado siempre y ha respaldado mis trabajos. Ellos cumplían 30 años de vida. De esta manera surgió este proyecto", sostuvo.
Explicó que el mural habla de la tierra; de la región que estamos viviendo.
"El mural relata los asentamientos indígenas representado en un chango; después, con un personaje de la época del salitre que puede ser el Chango López, pero, no necesariamente puede ser él; luego el agua y la caída de la minería del salitre; la llegada de la minería del cobre y termina con la minería del cobre moderna, donde se incorpora a la mujer dentro del desarrollo y el trabajo remoto de los equipos de la gran minería nacional", aseveró.
En cuanto a materiales, la obra está desarrollada con pintura especial para murales; sin embargo, esta vez, incluyó una resina especial que funciona como una suerte de vidrio anti rayados.
Ayudar a la ciudad
Pamela Ramírez dijo que Proa cumplió 30 años en junio. De esta manera están desarrollando una serie de actividades, con el fin de dejar obras, como este mural, u otros trabajos audiovisuales que en ejecución.
Explicó que la línea siempre será la de generar íconos que potencien a la ciudad, y que den a conocer su historia, su patrimonio e identidad.
"Poner en valor esto, y a la vez, que sea un espacio que se pueda transformar en un hito turístico como ha sido la Mano del Desierto de Mario Irarrázabal o la casa Gibbs con la pintura de Luis Núñez", aseveró.
Dijo que Proa mantiene alrededor de cien socios, un directorio de once miembros liderados por Carlos Tarragó.
"Esto surge de las ganas de ayudar a la ciudad por el aluvión de 1991, salir de ese momento complejo. Tras eso se busca qué hacer, y se definen cuatro líneas de acción que es arte, cultura, identidad y patrimonio; además de turismo y desarrollo comunitario. En 2015 se actualizaron los objetivos a través de mesas de trabajos con varios socios, como Guillermo Chong o José Antonio González. Así pusimos la idea de construir juntos identidad ciudadana", afirmó.
"Sentí la necesidad de entregar un regalo a Antofagasta, en este momento tan gris de la historia nuestra. Pensamos que podíamos hacer algo, entregar una alegría pequeña a la gente de la ciudad".
Luis Nuñez, Pintor