Queman al menos 1.500 libros de la biblioteca de Bosque Escondido
DENUNCIA. Hechos vandálicos y robos de árboles mantienen en alerta a creadores de uno de los espacios más valorados por los antofagastinos.
Una de las iniciativas comunitarias más valoradas en Antofagasta es, sin duda, Bosque Escondido; ubicado en medio de la quebrada conocida como Las Vertientes, al costado sur de la Coviefi. Bosque Escondido, cuyo propósito es el rescate ecológico del sector, mantiene, como valor agregado, esculturas y bibliotecas, armadas con materiales reciclables. El lugar es abierto a la comunidad, bajo la condición de cuidado y respeto. Los fines de semana, durante la tarde, el espacio es visitado por familias, deportistas y lectores.
Por lo anterior, la evidente molestia, en redes sociales, que espacios como las bibliotecas fueran víctima de vandalismo. Los incidentes ocurrieron el fin de semana pasado, según afirmó Ramón Zavala, creador del espacio, y dejó, como saldo, alrededor de mil 500 libros quemados y daños al interior de las bibliotecas.
Precisó que desde hace tres meses vienen sucediendo actos contra las instalaciones; acontecimientos que no habían pasado en los cinco años de funcionamiento. "Nos robaron árboles, que era algo impensable desde hace un tiempo. Perdimos seis árboles. Nos robaron, también, estanques de agua. Ahí, uno entiende que no es sólo gente que viene a carretear, sino que otro tipo de personas que se están acercando a este espacio y ven la oportunidad de llevarse algo", dijo.
Ramón Zavala, quien vive en la Coviefi, dice, desde una de las instalaciones de Bosque Escondido, que por tres días consecutivos, sábado, domingo y lunes, durante la noche o madrugada, personas provocaron los daños en las bibliotecas. "Nos extrañó que quemaran los libros; algo que nunca había sucedido. Estuvieron cerca de quemar las bibliotecas. Esto nos generó preocupación, porque no sabíamos si mañana o pasado se repetirían los hechos, o incluso la quema de una biblioteca u otra cosa más lamentable. Creemos que no fue un caso aislado, porque se trató de tres días continuos de quema de libros", precisó.
El martes pasado, en tanto, hallaron huellas de carrete en el lugar. "Aquí mucha basura no se ve, pero se nota cuando dejan las latas de cervezas y las botellas".
Vigilancias
Por esa razón -aseveró-, durante la semana se organizó con otras personas para hacer vigilancias nocturnas, con el propósito de que no vuelvan a ocurrir los hechos denunciados. De esta manera, las custodias partieron el miércoles. "No es nuestro propósito hacer justicia por nuestras propias manos; por el contrario, creamos este espacio para la comunidad y ésta debe hacerse parte de esto, cuidándolo. En todo caso, no nos hemos encontrado con nadie durante la noche, en medio de estos días", dijo.
Y agregó: "Nosotros, a la vez, no podemos pagar un guardia, para que haga vigilancia durante la noche. Sabemos que en la noche vienen personas al lugar; en algunas ocasiones son personas en situación de calle quienes se protegen del frío en las bibliotecas; en otras, migrantes que pasan, duermen y se van. Estos espacios, sin embargo, no fueron creados para tal efecto. Esta vez, lo más probable es que fueran personas que lisa y llanamente arribaron a dañar. De pura maldad quemaron los libros y sus repisas", dijo.
A su juicio, una posibilidad que los ataques se detuvieran fue la difusión en redes sociales, donde se condenó ampliamente el hecho. "Quizás estas mismas personas se dieron cuenta que se estaban tomando acciones, y que este lugar no estaba abandonado durante la noche como pensaban. Nuestra convicción es que este espacio debe ser cuidado por la comunidad, porque es creado para ellos", expresó.
Como consecuencia de los actos, indicó que las bibliotecas están prácticamente sin textos. "Es lamentable, porque los libros permiten que las personas lleguen a leer. Estamos en un país donde el libro es caro, y aquí se estaban dando la oportunidad de que las personas se llevaran gratuitamente los libros", afirmó.
Por su parte, Bosque Escondido, como rescate ecológico, tiene la meta de que en los próximos cinco años se genere un bosque con 500 árboles. El apoyo, en cuanto al agua que se ocupa, viene de parte de Aguas Antofagasta y Bomberos. "Y luego, este espacio se entregará a la comunidad. Si la municipalidad o Conaf quieren administrarlo se lo cedemos. La idea es no lucrar con esto. Sería absurdo que en el futuro cobren entrada, para un espacio creado por la comunidad que tiene un plazo de concreción de diez años, donde ya cumplimos durante este mes, la mitad, es decir, los cinco años de trabajo", aseguró.
"Nos extrañó que quemaran los libros; algo que nunca había sucedido. Estuvieron cerca de quemar las bibliotecas".
Ramón Zavala, Fundador de Bosque Escondido