Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Espectáculos

Maestro del cine de catástrofes recrea el día en que la Luna chocará con la Tierra

ENTREVISTA. Roland Emmerich ("El Día de la Independencia") vuelve con "Moonfall" y dice: "Tengo dos secuelas preparadas".
E-mail Compartir

Agencias

El cineasta alemán Roland Emmerich, maestro del cine de catástrofes, vuelve a imaginar a la humanidad al borde de la destrucción en "Moonfall", un regreso al género con que el se hizo un nombre en Hollywood gracias a títulos como "El Día de la Independencia", "El Patriota" y "2012".

"Tengo dos partes más pensadas para esta historia, que naturalmente me encantaría rodar si la película funciona", asegura Emmerich a la agencia Efe antes del estreno, este viernes, de su nueva cinta, que recrea una hipotética amenaza en la que la Luna se sale de su órbita y se precipita contra la Tierra.

El alemán conoce como nadie los secretos de llevar el fin del mundo a la gran pantalla bajo cualquier pretexto: el cambio climático ("El día después de mañana"), una mutación nuclear ("Godzilla") o una invasión alienígena ("El Día de la Independencia").

Esta ver, sin embargo, fue la Luna, uno de los elementos del espacio que encierra más simbologías, la remota fuente de inspiración para el experto del cine apocalítptico.

"Hace nueve o diez años leí un libro, 'Who Built the Moon', que me llevó a interesarme por el tema -recuerda Emmerich-. Su teoría era que la Luna es un objeto construido".

"escapista y divertida"

Halle Berry y Patrick Wilson dan vida a dos astronautas de la NASA que deben evitar una colisión entre la Tierra y la Luna, ya que una fuerza desconocida sacó al satélite de su órbita.

Mientras las mareas suben y la naturaleza se vuelve impredecible, los dos agentes unen fuerzas en una misión en la que descubren que la Luna "no es lo que parece", detalla el director.

Emmerich, aficionado a crear escenarios imposibles y disparatados, se aleja de todas las teorías científicas en un guion que introduce elementos como la inteligencia artificial, la conspiración de las máquinas y la vida en otros planetas.

"Creo que 'Moonfall' es una película muy escapista y divertida de ver", admite el cineasta.

Lo cierto es que mientras la crítica suele reprochar que el cine de Emmerich peca en exceso de forma y de poco contenido, prácticamente todas las cintas que ha estrenado han terminado por atraer a la audiencia.

El fenómeno coincide con la dinámica que la industria cinematográfica experimenta tras el golpe de la pandemia: de las cinco películas más taquilleras del año en Estados Unidos, cuatro son de Marvel y la quinta pertenece a la saga Rápido & Furioso.

"Hollywood ha dado un giro hacia ello, por eso hay tantas películas basadas en cómics, lo pide la audiencia", añade.

Con un presupuesto estimado en 140 millones de dólares, el filme representa el regreso del alemán al género apocalíptico que ha cosechado tan buenos resultados en taquilla, pues está considerado como uno de los cineastas más rentables de la industria.

De hecho, él solo logró el financiamiento necesario para esta cinta durante el Festival de Cannes sin que le penalizaran sus recientes pasos en falso como la histórica "Midway" (2019) o la secuela "Día de la Independencia: Resurgimiento" (2016), que tras el abandono de Will Smith en mitad de rodaje no interesó al público.

"Es el único espacio donde puedes vender una película así. Necesitas dinero de muchos países, también de inversores chinos", detalla.

Sin embargo, no da por sentado el éxito de "Moonfall" y mucho menos de las secuelas que tiene planeadas. "Si la película no funciona, esas dos partes nunca se harán", zanja.

Hamás rueda serie con versión alternativa al éxito israelí 'Fauda'

TELEVISIÓN. "El puño de los libres" se estrenará en abril.
E-mail Compartir

La bloqueada Franja de Gaza admite estos días banderas israelíes, carteles en hebreo y el retrato de Theodor Herzl, el padre del sionismo moderno, pero solo en un estudio de televisión del movimiento islamista Hamás, que controla el enclave desde 2007.

Allí se rueda una serie, producida también por Hamás, que emula el éxito israelí "Fauda" (Caos) con un claro mensaje "prorresistencia" palestina, que se filma en una oficina ficticia de los servicios secretos de Israel, conocidos como Shin Bet.

Aunque su director, Mohamed Abu Thraya, asegura que no fue creada contra la ficción israelí, afirma que la serie "Qabdat Al-Ahrar" ("El puño de los libres") "refleja la realidad y muestra la verdadera perspectiva palestina".

"Queremos cambiar la ecuación, mostrar el punto de vista palestino y transmitir un drama sobre nuestro espíritu de resistencia", declara a Efe su director sobre esta producción que se estrenará en abril.

Abu Thraya considera que la serie "Fauda", con millones de espectadores en todo el mundo a través de Netflix, HBO y Apple TV, aborda el enfrentamiento entre el brazo armado de Hamás, las Brigadas al Qassam, y el Shin Bet "desde una perspectiva netamente israelí".

La trama gira en torno al incidente que tuvo lugar durante una operación israelí de 2018 en la Franja de Gaza: siete milicianos palestinos de las brigadas de Hamás y un oficial de comando israelí murieron.

La serie, a diferencia de la producción israelí, será retransmitida exclusivamente en el canal Al Aqsa, administrado por Hamás, que invierte recientemente en series de estilo "hollywoodiense" y telenovelas turcas muy populares en Oriente Medio.

Abu Thraya dice que los palestinos en Gaza, que tienen acceso a Netflix y vieron la serie israelí, no creen que merezca tanto éxito y repercusión global.

"Creo que ver cualquier serie de televisión israelí contribuye a normalizar los lazos con el Estado de Israel", valora a Efe el director, quien opina que el objetivo israelí es "criminalizar a los palestinos y mostrarlos como los malos".

Con esta ficción, Hamás intenta lavar su imagen y presentarse como un movimiento palestino que lucha por la libertad y la independencia.

La comunidad internacional, incluidos Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, considera al movimiento islamista Hamás un grupo terrorista.

La Franja de Gaza, hogar de más de 2,3 millones personas, ha estado bajo bloqueo israelí desde que Hamás tomó el control del empobrecido enclave costero en 2007 y expulsó a las fuerzas del presidente laico palestino Mahmud Abás.