Fin de año deja alza de desechos en balnearios de la ciudad
CIUDAD. Aglomeraciones de público en distintas playas volvieron a evidenciar creciente contingencia ambiental.
Los desechos de bebidas alcohólicas, cotillón, mascarillas y abundantes desperdicios de comida evidenciaron este fin de semana la alta demanda que enfrentaron los distintos balnearios y sectores costeros de la Región de Antofagasta, tras el término de las celebraciones de Año Nuevo.
Un panorama que solo agudizó una contingencia ambiental frecuente en el litoral de la región, según comentan salvavidas y residentes frecuentes de estas zonas de playa, quienes sostienen que resulta habitual hallar desperdicios y sobras dejadas por visitantes, como basureros sobrepasados en capacidad.
Se agrava problema
Según comenta Andrés Torres (33), presidente de la Asociación de Salvavidas de Antofagasta, se ha agudizado la contaminación por basura en el litoral de la región. "Los salvavidas constantemente estamos haciendo anuncios mediante megafonía, para que no dejen la basura en las playas. Son bienes de uso público y esparcimiento que muchos usan para prácticas deportivas, como ocurre con un grupo de adultos mayores en el Balneario Municipal. Las quejas son por el abandono de la basura, que también surge como riesgo de accidentes, porque una botella de vidrio rota o una lata pueden generar cortes, especialmente en menores. Para qué hablar del daño al medio ambiente y la fauna marina", afirma.
"A esto se debe sumar la aglomeración de personas y el comercio ambulante o no regulado en zonas de playa, que dejan también sus residuos, como botellas de aceite de los puestos en que venden sus frituras. Eso disminuye el volumen de almacenamiento de estos receptáculos. A esto se debe agregar la inconsciencia de un grupo de la población que deja su basura y que debido a la alta mar va a terminar en el mar y en los mismos peces que uno consume. Es una situación lamentable", añade Torres.
Poca empatía
La región registra como playas habilitadas el Balneario Municipal, El Trocadero, Juan López (en Antofagasta), Lado Sur Muelle Fiscal y Tierra del Moro (Taltal) y Rinconada, Balneario, Capitanía y Guanaye en Mejillones. Salvavidas comentan que también se encuentran habilitadas las playas Covadonga y El Salitre en Tocopilla.
Para Cristina Morales (29), quien paseaba junto a su mascota ayer por el Balneario Municipal de Antofagasta, la abundancia de restos y desperdicios resulta crítica especialmente en las mañanas para quienes practican algún tipo de deportes en playas o en la costanera de Antofagasta.
"Una medida que debería aplicar la Municipalidad de Antofagasta podría ser mejorar los basureros de las playas de Antofagasta, porque en la costanera y en playas artificiales como el Balneario Municipal y El Trocadero son muchos basureros chicos. Se llenan de comida en un dos por tres, tanto por la gente que vende comida (ambulantes), como por la misma gente que viene a la playa, se alimenta y deja la basura que ellos traen. Deberían agrandar los basureros", opina.
"La gente no tiene conciencia del impacto de la basura que deja, especialmente al día siguiente, porque no todos tienen los mismos horarios para disfrutar de la playa. En la mañana viene la gente deportista, gente que tiene horario y que a las seis de la mañana vienen a nadar y se encuentran con todo este panorama sucio. Es una cochinada", agrega Morales, quien sostiene que la venta de comida rápida de un local del sector agrava este escenario en las noches por las sobras dejadas por los visitantes junto a basureros abarrotados de desperdicios que sirven de alimento a perros callejeros.
Sin rango etario
Para la profesora y salvavidas Javiera González (31), quien cumple esta labor en balnearios de Mejillones, la abundancia de desperdicios dejados en las playas de esta comuna resulta una contingencia diaria y sin rango específico de edad. "Yo soy salvavidas de las playas Balneario y Capitanía de Mejillones, que son las playas donde concurren más personas que van en grupos familiares. Uno podría pensar que como van en familia, los papás son más responsables del consumo que puedan tener como familia y podría ser eventualmente una playa más limpia, pero no es así. Nosotros entramos a las playas y hacemos una ronda previa. Muchas a veces están limpias, pero a las dos o tres horas ya están sucias, y con consumo de alcohol que es muy alto. Al terminar nuestras rondas, volvemos a nuestras torres con las manos llenas de basura", señala.
"Nosotros intentamos concientizar a las familias cuando los vemos consumiendo comida, para que se lleven su basura, pero muchas veces esto no es así", agrega González. Según salvavidas de la región el consumo de drogas y alcohol en playas y sectores costeros, los perros callejeros y la creciente costumbre de encender fogatas para preparar asados en balnearios aptos para el baño, surgen como otras contingencias en playas de la debido a la falta de fiscalización.