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Chile: la caja de Pandora

"Ya sabemos que lo inesperado es parte del entramado político y no ver las actuaciones del presente, más allá de la espontaneidad y las puras pasiones". Francisco Javier Villegas, Escritor y profesor
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La famosa Pandora nos ha dejado una historia y una idea en profundidad. Algo que no le dieron los dioses sino Hermes: el don de la mentira. De esos tiempos, data lo sometidos que somos los seres humanos ante los artilugios de las propias voluntades humanas envueltas en preciosos ofrecimientos. Detrás del llamado a elecciones generales en el país, este domingo 21 de noviembre, la población nacional se debatió entre los artilugios de uno y otro candidato que, santidades en mano, casi, ofertaban lo suyo como un nuevo tabernáculo. Sin embargo, lo sucedido es que la memoria falla y el entendimiento de la vida, con sufrimientos incluidos, se borra de un plumazo, para dar cabida a "tener el poder para no tenerlo".

Sin embargo, por una razón u otra, la realidad se encuadra con lo predecible. Que es como esa antigua historia que nos contaban en que el bosque moría cada día y los árboles, en el pasar de su existencia, seguían votando por el hacha. Y la razón era una sola. Como Pandora. El hacha, muy astuta, por cierto, los había convencido a todos, tanto que, por tener un mango de madera, podía ser considerada una de ellos. Por ese motivo, lo que tiene su razón también tiene su explicación. En todo caso, hay quienes han realizado un mejor análisis de este tiempo y no se origina, precisamente, desde el mundo de la intelectualidad; sino, que se plasma desde las personas sencillas, algunos hijos e hijas anónimos de nuestros pueblos y ciudades, algunos poetas, también, y los seres que viven el día a día aguantando el vendaval de los arriendos, los gastos médicos, los pagos en los colegios, el cuidado de los seres mayores o el pago del litro de bencina.

Ciertamente el efecto de tantas sospechas y discursos sin mayor claridad dejan un espesor bizantino y los politólogos o analistas se devanarán los sesos, todos estos días, dando explicaciones farragosas a lo sucedido en las elecciones. Pero, ya sabemos que lo inesperado es parte del entramado político y no ver las actuaciones del presente, más allá de la espontaneidad y las puras pasiones, es como sentir una burla a la misma cara de los electores o sentir puras adversidades en medio de la miseria humana difícil de comprender. El abanico de partidos que se pelea por gobernar al país ha mostrado su rostro. Un rostro sin rostro, pero con pasmosidad dominante. Un rostro con maquillaje, del más absurdo. Sin embargo, las propuestas solo parecen taponear lo que se quiso realizar con ese estallido social, fervoroso y colectivo de octubre de 2019. Ya sabemos, desde el norte, que el desierto, por ejemplo, no puede seguir abundando más. Pero, la esterilidad está en todas partes. Y puede hacerse más profunda. La evidencia es clara. ¿Cómo la población, entonces, vota por alguien que se encuentra en el exterior y que se dirige a aquellos que solo quieren escuchar la voz del candidato, pero, sin argumentos? Así, también, la evidencia se comparte. Y, parece, que no es un asunto de lógica o de excesivos raciocinios porque la comunicación es un arte y también es imaginada. Es como decir, entonces, que vivimos en "un horizonte ausente" en plena desolación social. Es afirmar que estamos en una perplejidad emocional y que solo conseguimos quedarnos sin voz mientras reconocemos los resultados, y discernimos, entre el shock y la rabia, entre lo que significa el poder y ese temor de la humanidad chilena ante todo lo que sea afán de cambio para recibir lo nuevo como un objeto imposible de superar en lo cotidiano y tradicional de la vida.

Luis Dimas: hace 52 años

"A todos les fue bien con la polémica catapultada por Dimas y su genio epidérmico en esa Antofagasta de los sesenta". Osman Cortés Argandoña, Periodista y escritor
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Los artistas chilenos recorrían la nación hace medio siglo en esforzadas giras en no muy cómodas micros que surcaban la carretera Panamericana en toda su extensión para presentar a exponentes de la denominada canción chilena.

Una avanzada llegó a Antofagasta a mediados de 1969 de la cual dimos cuenta en "La Estrella del Norte" por encargo del director, Alfonso Castagneto Rodríguez, quien prefería las miradas analíticas a lo tradicional en las crónicas.

Conductor de la gira era el locutor de Radio Chilena, Hernán Pereira, quien intentó aclarar una pregunta nuestra sobre la sobredimensionada calidad de la Nueva Ola de cantantes chilenos, todos con nombres cambiados, Luis Dimas (Luis Misle ); Danny Chilean (Daniel Astudillo); Bob Brian (Roberto Carvajal); Peter Rock, (Peter Mouchoulki); Sussi Vecki (Gloria Lucchaveki); Buddy Richars (Ricardo Toro), etc.

Pereira estimó que había cierta mediocridad y falta de personalidad en los pretendidos artistas nacionales lo que contrastaba con la contundencia narrativa del rock argentino y el mexicano que castellanizó las letras de Presley y Little Richards.

Buscamos a Luis Dimas para contrarrestar las opiniones, como todo reportaje que se preciara de tal. El Rey del Twist montó en cólera e increpó airadamente a Pereira públicamente, con discusión incluida.

Castagneto empleó el tema como titular principal del tabloide elevando considerablemente la circulación, transformándose todo en un cuestionamiento de la Nueva Ola Chilena, a través de las radios Libertad, Antofagasta, Cooperativa, La Portada y Minería, incentivado por los locutores, Jimmy Wall, Ricardo Olivares, César Foix y Manolo Aranda.

Varios días permaneció en la ciudad el contingente de artistas encabezados por Luis Dimas, repletando varias veces el Estadio Sokol.

A todos les fue bien con la polémica catapultada por Dimas y su genio epidérmico en esa Antofagasta de los sesenta con grandes edificios culturales: Andrés Sabella, Mario Bahamonde, Pedro de la Barra, Joaquín Taulis, Manuel Durán, Gregorio Berchenko, Osvaldo Silva, Chela Lira, Elsa Abud, Julio Asmussen, Harold Krussel, Mario Vernal, Luis Soto Ramos, Marina Teresa Castro, Marcio Egaña, Teresa Ramos, Angel Lattus, Alfonso Meléndez, León Chamudez, Oscar Bermúdez, René Muñoz de la Fuente, Iván Lamberg, Waldo Valenzuela, Carlos y José Aldunate, entre otros sólidos gestores fundamentales.

En los 80 nos reencontramos con Dimas en Copiapó y tuvo pensamientos nostálgicos y menos airados de lo ocurrido en Antofagasta de la cual tenía recuerdos ya que un pariente suyo de apellido Troncoso había ostentado el cargo de alcalde.

Hasta siempre, Luis Misle Troncoso (Luis Dimas).

Una reñida segunda vuelta presidencial

Entre las incógnitas está saber hacia dónde se moverá el electorado que votó por Franco Parisi, especialmente en la zona norte del país. Aunque no se descarta que muchos de ellos, conformes con demostrar su descontento es posible que no participen de la segunda vuelta. Y es allí que las elecciones se tornan impredecibles.
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La votación obtenida en primera vuelta por los candidatos José Antonio Kast (27,9) y Gabriel Boric (25,7) anticipa que la disputa en la elección final del 19 de diciembre será abierta y muy reñida. Por ello los comandos de ambos presidenciables iniciaron las escaramuzas, diálogos y encuentros que sirvan para sumar fuerzas y ser definitivamente los ganadores.

Una de las grandes incógnitas es que pasará con los votos de Franco Parisi, quien ocupó el tercer lugar con un 12,8% de los sufragios , que explicados en votos significan que 898 mil electores decidieron entregar su apoyo al llamado "candidato virtual".

Es una cantidad importante de votos que obviamente pueden definir la segunda vuelta. Cómo llegar a ellos es el desafío que se plantean las candidaturas que siguen en competencia y que tendrán poco menos de un mes para conquistarlos.

Algunos analistas ven que el perfil del electorado de Parisi estaría más cerca de los postulados de José Antonio Kast, pero hay quienes piensan que es muy complicado encasillar a ese tipo de votante y nadie asegura que su opción en el balotaje será Kast.

Una de las explicaciones es que es un electorado que no atraviesa por grandes necesidades pero no está conforme con el sistema político y espera cambios, que en lo principal sean graduales. De este modo evitar sufrir de golpe los cambios que están conscientes que se deben hacer.

Aunque no se descarta que muchos de ellos, conformes con demostrar su descontento es posible que no participen de la segunda vuelta. Y es allí que las elecciones se tornan impredecibles.

Y si bien interesan hacia donde se moverá el electorado de Parisi, tampoco hay claridad con los apoyos de Sichel, Provoste y ME-O. Se espera una dispersión y dependerá mucho de los acuerdos y el mensaje que entreguen los líderes de los partidos y los mismos, ya en estos momentos, excandidatos.

Por eso se habla de una segunda vuelta abierta y en las que las estrategias que se definan serán clave para cautivar a quienes no estuvieron con ellos en esta primera elección. Ya en tierra derecha cualquier error podría ser perjudicial para las pretensiones de ser el nuevo presidente de Chile, por cuanto años.