La opción de ser violentos
"Este será un mes no para festejar. Mientras ocurra un femicidio que lamentar en nuestro país". Pamela Astete Chacón, Directora Regional SernamEG
Estamos en noviembre, un mes emblemático para nuestro Servicio dado que el 25 se conmemora el Día Mundial Contra la Violencia de Género, ocasión especial para que la población adquiera conciencia de los efectos nocivos de este flagelo que afecta a mujeres, hijas e hijos.
Las altas cifras registradas en los tribunales de justicia en nuestra región durante este año, por denuncias tipificadas como violencia intrafamiliar parecieran demostrar un aumento explosivo de la violencia contra mujeres; pues la realidad es mucho mayor. Estas cifras sólo revelan la decisión que tienen las mujeres de hacer patente la situación que viven, pero son más las que atraviesan en silencio el proceso de la violencia de género.
Violencia que se perpetúa de generación en generación, en la medida que los hijos varones aprenden mediante el ejemplo de sus padres agresivos. Violencia que se escuda en la ingesta de alcohol, el estrés o en una dinámica que se vuelve natural total "quien te quiere te aporrea", pero que nunca es ejercida contra otros hombres.
Son diversos los estudios que señalan que a la larga las mujeres padecen trastornos sicológicos como ansiedad o depresión, así como otros relacionados con la ingesta de sustancias sicotrópicas y alcohol, puesto que con los años el cuerpo tiende a acusar la grave vulneración de derechos acumulada y que fue regulada desde 1994 en nuestra legislación. Antes de este año los organismos internacionales recomendaban a las naciones tratar este tema.
En la actualidad, el gobierno del Presidente Sebastián Piñera y nuestro Delegado Presidencial han continuado el trayecto trazado por la Agenda Mujer por mantener y reforzar nuestra institucionalidad como, por ejemplo, con la distribución del brazalete electrónico para infractores de violencia y ampliar el conocimiento de lo que entendemos por violencia de género llevándola, en la medida que la sociedad progresa, a otros planos como el acoso sexual callejero, la trata de personas y los femicidios cometidos en la etapa del pololeo.
Este será un mes no para festejar. Mientras ocurra un femicidio que lamentar en nuestro país (al 28 de octubre contabilizamos 28 femicidios consumados a nivel país en el contexto de una relación de pareja) nuestra misión estará lejos de concluir.
Para que las mujeres amplíen con nuestra institucionalidad el círculo de personas en quienes más confían y a los hombres que ejercen maltratos explicarles también que es posible reaprender a ser otro tipo de hombres, dotados de la valentía suficiente para cambiar de actitud y de esta forma emplear las armas del diálogo y el auto control por sobre el impulso primario de optar por ser violentos.