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"Es esencial que en nuestra educación se potencie el arte y sus distintas disciplinas"

ANTOFAGASTINIDAD. Alberto Zumarán, artista circense.
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Alberto Zumarán Vargas es artista autodidacta creador del payaso "Albertini". Con sólo 32 años ya es uno de los referentes del circo teatro en Antofagasta. Junto a su colega Pablo Tapia, "Escuther", dirigen la compañía "Teatro Vida", un proyecto artístico que llevan desarrollando desde hace cuatro años con propuesta dirigidas a escolares y la familia.

¿Qué recuerdas de tu infancia y juventud en Antofagasta?

-Yo nací en Vallenar. A los 13 años llegué a Antofagasta, era un adolescente. Estudié en el colegio Giant School, donde tuve a los primeros profesores que me motivaron con el teatro realizando obras y algunas improvisaciones. Siempre quise ser actor. Tras egresar de cuarto medio intenté tomar clases en el Teatro Pedro de la Barra pero no quedaban cupos. De ahí me acerqué al Teatro de los Sueños donde me fui formando y especializando de manera autodidacta en la técnica teatral del clown. Fueron momentos intensos de mucho aprendizaje ya que realizábamos "teatro educativo" a los niños de Sierra Gorda, Baquedano y Caleta Michilla.

¿Cuál es tu pasión, lo que más disfrutas en la vida?

-Yo vivo del trabajo artístico que realizo, ya sea individualmente o con "Teatro Vida" que es la compañía que formamos con Pablo Tapia, "Escuther", y con quien estamos embarcados en un nuevo montaje que esperamos poder presentar en octubre en el Teatro Municipal. Conocer a niños que no tenían oportunidades y que a través del teatro abrieron su mente pudiendo desarrollarse y crecer en la vida es una experiencia que se disfruta. El teatro es vida.

¿Cómo fueron tus inicios como artista?

-Es difícil ser artista, muchas veces es frustrante. En algún momento tuve que decidir entre la vida del arte o dedicarme a otra cosa. Conocí a unos payasos argentinos itinerantes que fueron mi primera inspiración en lo que actualmente hago con mi personaje "Albertini". En un comienzo me presentaba en la calle y fue un tiempo complejo y difícil. De ahí derivé a la música donde aprendí instrumentos como la guitarra, bajo, acordeón, batería, charango y algo de piano. Después con "Escuther" comencé a aprender la técnica del clown realizando presentaciones cargadas de humor, malabares y equilibrio. Actualmente, con "Teatro Vida" queremos seguir creciendo y profesionalizando aún más nuestro trabajo.

Cuéntanos más de "Teatro Vida" y su próximo estreno…

-Hace cuatro años comenzamos junto con "Albertini" y "Escuther", nuestros personajes del teatro circo con los cuales tenemos varias obras entre las que destacan "El Profesor Cachavache", "El Perro sin Cola", "El Grinch, "El Cocinero" y "Aquí el artista Soy Yo", entre otras. En estos momentos estamos en pleno proceso creativo de un nuevo montaje gracias al apoyo de la Corporación Cultural de Antofagasta. Es una obra dirigida exclusivamente a recintos teatrales sin perder la magia del circo teatro y la técnica del clown. Es una creación dirigida a la familia pero más surrealista, que parte desde lo onírico, de los sueños del ser humano, donde está la creación sin límites.

¿Cómo creaste tu personaje "Albertini"?

-Fue creado de la nada. Un día salimos a tocar música con un acordeón y una guitarra a las micros y nos fue súper bien. Desde ahí comencé a maquillarme como payaso teniendo las primeras presentaciones en plazas, ferias y lugares públicos. Para el terremoto en el sur de Chile del año 2010, junto al "Teatro de los Sueños" recorrimos albergues y colegios donde estaban los damnificados donde experimenté con el modo de hablar medio italiano que hoy da vida a "Albertini". A eso le sumé aspectos de la vida cotidiana que son parte del personaje".

¿Cómo fue enfrentar tiempos tan inciertos debido a la pandemia?

-Primero fue el estallido social, después vino la pandemia y el toque de queda, lo cual paralizó eventos como las fiestas de navidad que para nosotros eran fechas buenas económicamente. Estuvimos de brazos cruzados prácticamente. Por suerte, tuvimos el respaldo de instancias como la Corporación Cultural de Antofagasta, quienes brindaron espacios de empleabilidad a los artistas, y nos adentramos en el mundo de las transmisiones online y sin público, permitiéndonos estar mejor preparados para esta nueva realidad que nos trajo el covid-19.

Septiembre fue el mes del circo… ¿Qué importancia le das al arte del payaso?

-Como payaso en septiembre me siento parte de la cultura nacional. Mucha gente a lo largo del país se siente identificada con el arte circense. El payaso chileno es único ya que tiene mucha cercanía con el público. En ese sentido, creo que es esencial que en nuestra educación se potencie el arte y sus distintas disciplinas como parte de la cultura nacional.