Paulina Flores: "El mundo es bello y lo estamos llenando de basura"
LITERATURA. La elogiada autora chilena estrena en Europa su primera novela, "Isla Decepción".
Ganadora del premio Roberto Bolaño y elegida por revista Granta como una de las mejores narradoras en español, la chilena Paulina Flores llega a Europa con su primera novela, "Isla Decepción", con la que viaja hasta el estrecho de Magallanes para mostrar que el mundo "es bello", pero se está llenando de basura.
Flores tuvo gran éxito con su libro de cuentos "Qué vergüenza" y lo ha repetido con esta novela que se mantiene entre las más vendidas de Chile. Comenta que su nueva historia nace a partir de un reportaje que recortó de un diario chileno hace unos años en el que se hablaba de marineros orientales que ponían en peligro sus vidas saltando de los barcos-factoría en los que vivían como "prisioneros".
Es algo que no ocurre solo en la zona del Estrecho de Magallanes, sino que también pasa en África o Nueva Zelanda, pero la autora se puso a investigar sobre el terreno en la Patagonia chilena e incluso viajó hasta Corea, país por el que siente desde siempre una fuerte atracción y que es de donde procede uno de los tres protagonistas de la novela.
Publicada por Seix Barral, en "Isla Decepción" el lector conocerá a Marcela, una mujer que fracasa en el amor y que renuncia a su trabajo, deja Santiago para irse hasta Punta Arenas, donde vive Miguel, su padre, un electricista con el que mantiene una relación compleja y que tiene en su casa escondido a un joven coreano, Lee, que un grupo de pescadores rescató del mar luego de que saltara de un barco.
Crisis climática
Una de las lecturas de la novela, según su autora, tiene que ver con la crisis climática y con la industrialización en un mundo de economía global.
"Quise mostrar que el mundo es bello y lo estamos llenando de basura y también que no se puede escapar de ello. Porque incluso cuando queremos estar absolutamente solos y desolados hay una botella de Coca Cola de plástico diciéndote que por aquí pasó el ser humano", argumenta.
A su juicio, esto hace "que nos demos cuenta de que no podemos escapar, aunque esta novela trate de escaparse, pero siempre hay un poco de basura rondando".
En el caso de los barcos-factoría, con personas bajo condiciones de trabajo difíciles de comprender en pleno siglo XXI, la escritora asevera que este hecho tiene "mucho que ver con todos los tipos de industria mundiales, como la ropa que uno se pone o los celulares que uno usa. Todo lo está haciendo alguien, ganando lo mínimo, en un país tercermundista".
Agrega que en el caso concreto de la industria del mar, "es como que para que alguien pueda comer unos deditos de salmón o de atún muy baratos a la vuelta de la esquina, otros tienen que pescarlos en alta mar por nada, arriesgando su vida".
Un primo en el sename
Flores considera que ser escritora es como ser actriz y por eso, mientras se documentaba para la narración, aprendió de "pesca, del mar, de la naturaleza, de un millón de datos sobre calamares, ballenas, moluscos e invertebrados", lo que le encanta, porque busca temas como excusa para obsesionarse con algo "y profundizar mucho en eso".
Más de cuatro años le llevó escribir "Isla Decepción", un proceso en el que ha sido "muy feliz", declara y dice que haber entrado en la lista de Granta de 2021, más que una presión de cara al futuro, le ha reportado "agradecimiento y felicidad" y, además, le ha permitido escribir el relato "Buda flaite", que será el primer capítulo de su tercer libro, donde habrá una mezcla de animé japonés con picaresca, con un niño no binario de protagonista.
Flores revela que el protagonista es un "niñe" que pasó por el Servicio Nacional de Menores (Sename), en su opinión "una especie de infierno para los adolescentes, donde en diez años han desaparecido y muerto como mil niños, una realidad terrible" que conoce "de primera mano", porque un primo pequeño suyo estuvo allí.