La urgencia por desalar agua de mar
En la Región se ha avanzado en este camino con la industria minera y las sanitarias que están conscientes que el recurso continental ya está agotado. Hace pocos días desde la estatal Codelco informaron que dentro de este año se pretende concluir la licitación de la desaladora que abastecerá las divisiones del Distrito Norte.
La escasez hídrica en el mundo y especialmente en el país es cada vez más crítica. Ya no sólo afecta a las zonas del norte, también se expande con preocupación a zonas que habitualmente contaban con abundantes recursos de agua dulce.
Esta realidad ha precipitado algo que en la Región de Antofagasta se conocía hace años y que fue abordada con la visión de futuro que se requería. Se sabía que los acuíferos cada año bajaban sus caudales y las lluvias, cada vez más agresivas, de verano provocaban estragos en las bocatomas y las redes de distribución.
La escasez ya estaba instalada y la minería también conocía que le era imposible seguir explotando las aguas continentales. La industria apostó por la desalación o el uso directo de agua de mar, como en el distrito Centinela, lo que hoy les permite la continuidad operacional sin los sobresaltos de los efectos del cambio climático.
En paralelo la empresa sanitaria y encargada del suministro domiciliario regional se sumó con la construcción de una planta desaladora que hoy permite la comuna de Antofagasta, la más poblada de la región, cuente con un 60% de abastecimiento con aguas de ese proceso. Y la apuesta es seguir avanzando hasta cubrir toda la demanda de la capital regional.
Y lo proyectos en esta índole siguen sumándose. Hace pocos días desde la estatal Codelco informaron que dentro de este año se pretende concluir la licitación de la desaladora que abastecerá el Distrito Norte. El proyecto ha tenido varios traspiés, principalmente del tipo administrativo-legal, pero si las intenciones de cuprífera se cumplen el 2024 los procesos mineros de las divisiones de la zona estarían en condiciones de recibir el agua desalada.
Los privados de Cramsa S.A., en paralelo tienen un proyecto por US$5 mil millones y quieren contar con una megaplanta que llegue a distintos puntos de la región, aquellos que no están considerados en las expansiones oficiales. Están a la espera de la aprobación y firma desde el Ministerio de Obras Públicas para la continuación de su ambicioso proyecto.
Todo indica que la Región avanza en la desalinización y podría estar preparada para episodios de sequía, pero sin duda que se debe seguir avanzando, porque la demanda aún no satisface los requerimientos crecientes.