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ENTREVISTA. Álvaro Eyzaguirre, director ejecutivo de Fundación para Innovación Agraria (FIA) del ministerio de Agricultura:

"En un tiempo más vamos a poder pensar seriamente en incorporación de agua desalada para la agricultura"

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Durante tres días estuvo en la capital regional, el director de la Fundación para la Innovación Agraria, Alvaro Eyzaguirre visitando parte de los proyectos apoyados por la institución en la región. y conociendo parte de la serie de iniciativas que llevan adelante emprendedores y profesionales ligados a la actividad agrícola en el desierto.

Para Eyzaguirre la necesidad de un mejor y mayor contacto con los productores locales, generó un cambio en la organización de la FIA, lo que se tradujo en que -por primera vez- la institución cuenta con un profesional emplazado en la región.

"Era muy importante tener una mayor presencia regional, porque teníamos profesionales que desde Santiago recorrían el país, y la verdad, es que esa estructura no la encuentro eficiente y tampoco representativa. Y fue así como pudimos armar nueve macro zonas en las cuales contratamos profesionales de cada una de las regiones. Son gente que conoce muy bien su región, a los agricultores, a la academia, lo que hay de investigación y los desafíos. Ha sido una oportunidad muy interesante aquí en Antofagasta", sostuvo.

Proyección

¿Qué destaca de los proyectos que conoció?

-Fernando Salinas, que es un joven emprendedor que ha desarrollado una metodología para la producción de frutilla, pero con fibra de coco, quien hace un uso súper eficiente de riego; también con Liberia Tello, de la cooperativa de hidroponía de Altos La Portada. Hay una producción no menor de hortalizas y la gente cuando va al supermercado, no siempre sabe que esas lechugas, acelgas, son de la región. Y pensamos que es muy importante que haya un elemento diferenciador. Estamos tratando que los productos de Antofagasta se reconozcan y se valoren.

Un tema que cruza la actividad agrícola en la región es la falta de agua

-Tuvimos una conversación muy interesante con Aguas Antofagasta. El tema del desalado de agua del mar es una oportunidad tremenda en la agricultura y hoy día, un desafío grande, por los costos. Pero al mismo tiempo, cuando uno piensa que Antofagasta tiene el mar aquí mismo y tiene una de las mejores luminosidades del mundo. Es una tremenda oportunidad. Para nosotros, como ministerio de Agricultura, el gran referente que tenemos es la planta que tenemos acá en Antofagasta. La más grande de Latinoamérica en desalado de agua para consumo humano. Probablemente hoy día el desafío más grande es el costo en energía. Pero, por otro lado vemos como toda la tecnología en energía solar baja de costo y es cada vez es más eficiente. Creemos que en un tiempo más vamos a poder pensar seriamente en incorporación de agua desalada para la agricultura.

Hay una discusión, de hecho, en esta región sobre si necesitamos más plantas desaladoras…

-Cuando pienso en el futuro de Antofagasta, sueño lo que pasó con Almería, en España. Que era un lugar que estuvo abandonado por muchos años, hasta que se pusieron a desalar el agua, hacer invernaderos y producir hortalizas de alto valor. Aquí con el clima que tienen, con el mar al lado, con las posibilidades que da la energía solar, y pensar en cultivos de alto valor. Así como no es capaz hoy día de abastecerse de todas sus hortalizas, podría perfectamente ser un exportador de éstas. Así como Santiago y todo Chile, se alimenta de tomates que vienen de Arica durante el invierno, bueno, Antofagasta no tiene nada que envidiarle Arica.

¿Cuál ha sido la inversión de la FIA en la zona?

-La fundación, en los últimos cinco años, ha apoyado 15 proyectos, por aproximadamente 600 millones de pesos. Una de las cosas que nos tiene muy contentos es que a partir de la contratación de profesionales en las regiones hemos podido ayudar a difundir estos instrumentos y contribuir a capacitar. Estamos llegando a muchas más personas que antes. Producto de la pandemia hemos podido también acceder a muchísimas personas, a través de webinar y la plataforma digital.

¿En qué consiste la iniciativa del Laboratorio Natural de Agricultura del Desierto?

-Nosotros como FIA conseguimos, en conjunto con Corfo, los recursos. Es un proyecto birregional, que lo estamos haciendo con la presencia de Antofagasta y Tarapacá. Es muy ambicioso porque busca, a partir de las condiciones naturales que tiene la macro zona norte, y en particular Antofagasta y Tarapacá, poder integrar la academia o los centros de investigación, las asociaciones, las empresas, y el mundo público. Somos cuatro áreas que, en el fondo, tenemos que integrarnos para, por un lado, ayudar a mejorar las condiciones de vida de los pequeños agricultores que hacen agricultura del desierto.

¿En qué fase está el laboratorio?

-Estamos, en este momento, trabajando en lo que es la hoja de ruta, en la cual tenemos que definir bien la gobernanza, ver bien cuáles son los ámbitos porque esto es muy amplio, y estamos muy motivados porque creemos que puede ser un impulso muy fuerte para la región, con la atracción que, probablemente, pueda generar en los profesionales de otras partes de Chile, y en otras partes del mundo; que vengan a trabajar y a desarrollar todo este conocimiento, y toda esta tecnología que estamos convencidos que aquí, con las condiciones naturales, se puedan hacer. Por ejemplo, se habla siempre del clima y alimentos mediterráneo y los lugares geográficos que tienen la característica de zonas mediterráneas son muy pocos. Lo tiene Chile, lo tiene Italia, lo tiene España, lo tiene Australia. Son muy pocos lugares, en los que existen estas condiciones, y de ahí, justamente, se desarrolla el concepto.