El regreso del público a los estadios
No sólo se añade el condimento faltante a la pasión del fútbol, también deja la puerta abierta para seguir avanzando a un desconfinamiento total. El retorno exitoso de la gente a los estadios es la mejor señal que la pandemia está quedando atrás y que la normalidad vuelve a las ciudades y países. Obviamente que deben haber resguardos.
El regreso del público a los estadios debe ser uno de los síntomas más claros que el país está avanzando en el control de la pandemia por coronavirus. La medida fue definida por las autoridades sanitarias luego de una serie de revisiones a los recintos deportivos para constatar que se cumplían con los requisitos exigidos especialmente para evitar aglomeraciones.
Los aforos y espacios para el distanciamiento físico son esenciales y como gran parte de los estadios los tienen, sólo faltaba la demarcación aclaratoria y autorizar. El domingo pasado fue el turno del Calvo y Bascuñán, que vibró con el regreso de los hinchas y entregó el condimento que faltaba a los partidos y pronto le corresponderá Calama en el estadio Municipal.
Lo positivo de esta decisión sanitaria es que se ha implementado sin inconvenientes a lo largo del país. No se han registrado situaciones adversas y mucho menos aumento de contagios en las comunas que conocieron de la vuelta de los asistentes a los recintos deportivos.
No hay que olvidar que investigaciones en Europa apuntan a que los principales brotes de covid en Francia se iniciaron en estadios de fútbol. Allí se esparció el virus que tuvo estresado por largos meses a los hospitales en el viejo continente.
Por ello se entendía que el retorno tenía que ser pausado. Con aforos reducidos y con la exigencia del pase de movilidad, es decir, que los asistentes debían tener su esquema de vacunación completo.
Y así son cada vez menos las actividades que están prohibidas. Restan sólo algunas comunas que abandonen las restricciones de movilidad y otras están muy avanzadas que y pueden pensar en un desconfinamiento total muy pronto. No sólo para liberar a la población del estrés también para que la actividad económica se retome con nuevas fuerzas.
El regreso exitoso del público a los estadios es la mejor señal que la pandemia está quedando atrás y que la normalidad vuelve a las ciudades y países. Obviamente que deben haber resguardos y muchos de ellos se mantendrán por varios meses hasta que las nuevas variantes estén en retirada.
No está lejos el momento en que la pandemia sea solo recuerdo y vuelvan los abrazos, quizás con otro estilo.