Maracanazo 2021: la Argentina de Messi se corona campeona después de 28 años
COPA AMÉRICA. Con un exquisito sombrerito de Ángel di María, la albiceleste venció a Brasil en su casa, en un torneo que organizaron de emergencia. El llanto de Neymar marcó la caída de una verdeamarilla irreconocible y sin fútbol
Redacción
Brasil hizo todo para quedarse con la copa, incluso antes de que comenzara. Cuando Colombia y Argentina quedaron descartados como anfitriones, sorpresivamente apareció Jair Bolsonaro confirmando que su país la iba a organizar. Hasta dijo que habría público y anoche volvieron a escucharse los cánticos de la hinchada en un partido de selecciones.
Curiosamente fue Argentina, organizadora original del certamen, la que avanzó a la final y le arrebató el trofeo al equipo de Neymar y Tite en su propia catedral del fútbol: el mítico Maracaná de Río de Janeiro.
La albiceleste siguió el plan de Lionel Scaloni al pie de la letra: aprovechar la Neymardependencia de la verdeamarilla, atacar, neutralizar el medio, imponer el ritmo y perforar la defensa brasileña con pases largos y la velocidad de Ángel Di María y Lautaro Martínez.
En el primer tiempo, Brasil no existió. No mostró una línea futbolística clara, no generó peligro, se enredó en las salidas y Paquetá, llamado a generar el fútbol, esta vez no pudo conectarse con Neymar. En cambio, Argentina concretó la mejor ocasión que tuvo y luego adormeció el balón hasta el descanso.
Di María fue el jugador decisivo cuando nadie lo esperaba. El extremo del París Saint-Germain se erigió como héroe de la selección argentina en el mítico Maracaná de Río de Janeiro.
Siendo zurdo, jugó por la derecha para poder culminar las jugadas enganchando y rematando al arco, recibió a los 22 minutos un pase de 45 metros que le envió Rodrigo de Paul y que Renán Lodi no pudo interceptar; enfrentó la salida de un Ederson ya entregado, controló, elevó con un golpe suave por sobre el portero y el balón cayó exquisitamente dentro del arco. Fue su gol 21 en 111 partidos con su selección y fue el momento en que la Argentina de Messi por fin pudo ganar una copa después de 28 años sin títulos (el último había sido la Copa América de 1993). "Me dijeron antes, esta es la final que no pudiste jugar, la de Chile, la de EE.UU., esta es tu revancha. Y las cosas se dieron", recordó el goleador tras el partido.
El resto fue una receta que los albicelestes conocen de memoria: enfriar, jugar hacia atrás, Emiliano Martínez reteniendo la pelota al filo del error y esperar la desesperación brasileña para intentar el segundo vía contragolpe. Todo acompañado por un grito que se escuchaba con eco y que nacía de cientos de argentinos apiñados y gritando el cántico del Mundial 2014 que los brasileños odian: "Brasiiil, decíme qué se sienteeee...".
Off side milimétrico
Di María probó otra vez a los 28 con remate cruzado y se interpuso Thiago Silva, luego Messi se barrió cinco metros para quitarle el balón a un Lucas Paquetá que quiso pasarse a todo el mundo y Brasil nunca más pudo recuperase. Irreconocible, no mostró un fútbol claro, cayó en fricciones innecesarias (hubo nueve tarjetas amarillas) y una de las dos llegadas con opciones terminó en un gol anulado a Richarlison por posición de adelanto milimétrica. La otra la sacó Martínez al córner.
Al final, Messi hasta pudo liquidar, pero se enredó solo frente a Ederson en el área chica por hacer un enganche de más.
El llanto sin consuelo de Neymar daba cuenta del fracaso. Leo fue a contenerlo, lo abrazó largo rato y luego se fue a celebrar. Hubo hasta fuegos artificiales. Brasil preparó todo: arregló la mesa, pensó en cada detalle, comenzó con goleadas el torneo, pero terminó sin ideas y dejándole el postre servido a su rival histórico.
15 copas América, al igual que Uruguay, sumó Argentina. Brasil no perdía desde 1949 como local en el torneo.