G7 comienza con la misión de acordar un plan para responder a futuras pandemias
CUMBRE. Los mandatarios de las economías más ricas del mundo están reunidos en Inglaterra para lograr acuerdos sobre la crisis desatada por la pandemia de covid-19, la reforma fiscal de impuestos a grandes empresas y cambio climático.
La cumbre del G7, que reúne a los líderes de los países más ricos en Cornualles (Inglaterra), comenzó ayer y puso fin a más de un año sin grandes reuniones globales por causa del estallido de la pandemia de covid-19. Y uno de sus objetivos centrales es justamente acelerar un plan que responder a futuras pandemias.
Los mandatarios del grupo de democracias desarrolladas, reunidos hasta mañana, reflejarán esa estrategia en un documento bautizado como "Declaración de Carbis Bay", en referencia a la localidad costera que acoge al G7, adelantó el Gobierno británico.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dio la bienvenida a los asistentes del G7 y de la Unión Europea (UE), a quienes felicitó por verlos finalmente en persona: "No puedo decir hasta qué punto marca una diferencia".
Los líderes deberán dar respuestas entre ayer y mañana a algunos de los problemas más acuciantes del planeta, desde la vacunación contra covid-19, la recuperación económica hasta el cambio climático.
"Necesitamos aprender de la pandemia, asegurarnos de que no repetimos algunos de los errores que sin duda hemos cometido en los últimos 18 meses", dijo Johnson en la bienvenida a los dirigentes de Francia, Italia, Alemania, Japón, Canadá y Estados Unidos.
Agregó que los países tampoco pueden permitirse cometer los mismos fallos que en la gran recesión de 2008, "cuando la recuperación no fue uniforme por todas las partes de la sociedad".
Recuperación
A pesar de la confianza en que la economía se recuperará "con mucha fuerza" una vez se hayan levantado las restricciones sanitarias, existe el temor a que las turbulencias financieras sufridas desde principios de 2020 dejen "cicatrices duraderas", advirtió Johnson.
"Lo que corre peligro de convertirse en una cicatriz duradera es que las desigualdades se enquisten", aseguró, por lo que la recuperación debe pasar el crecimiento equilibrado de las sociedades.
Coincide en esa visión el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cuyo Gobierno expresó su respaldo a aquellos planes que favorezcan que la recuperación económica beneficie tanto a la "clase media" como a las "familias trabajadoras" en todo el mundo.
En ese sentido, los mandatarios dedicaron la primera sesión plenaria del encuentro a abordar planes para reconstruir un mundo "mejor" una vez se haya superado la crisis sanitaria.
El grupo de países industrializados contempla además la reconstrucción pospandemia como una oportunidad para avanzar hacia una economía más sostenible que facilite el cumplimiento de los objetivos climáticos.
Apoyo económico
Los mandatarios reunidos en Cornualles coinciden en la necesidad de mantener las políticas de apoyo económico por la pandemia el tiempo que sea necesario y debaten medidas para incrementar el respaldo a países en desarrollo.
Entre esos planes está sobre la mesa ampliar el alcance de los Derechos Especiales de Giro (DEG), un instrumento del Fondo Monetario Internacional (FMI) diseñado para crear liquidez e incrementar los recursos disponibles en Estados con necesidades financieras.
Estados Unidos sugirió que el paquete adicional de recursos canalizado a través de ese programa puede alcanzar los 100.000 millones de dólares.
Reforma fiscal
Los líderes del G7 respaldarán este fin de semana el acuerdo al que llegaron sus ministros de Finanzas para impulsar una reforma del sistema fiscal global que imponga una tasa mínima del 15% para sociedades.
Biden, que asiste a su primera cita internacional desde que accedió a la Casa Blanca, enfatizó que es un paso esencial para evitar la competencia entre países por recortar impuestos a las grandes corporaciones que ha dañado la "protección a los trabajadores, la inversión en infraestructuras y el crecimiento de las clases medias" en la última década.
Esa medida va de la mano con el plan para que las compañías estén obligadas a saldar su contribución fiscal en los países donde generan beneficios. Biden recalcó la importancia de que ese principio se aplique todas las "grandes multinacionales" y no solo al sector tecnológico.
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