"Que la soberbia reconozca la realidad de los que aún piensan en esta humanidad"
ANTOFAGASTINIDAD. Sergio Moya Herrera, poeta y escritor.
Sergio Moya Herrera es un poeta nacido en Antofagasta, quien ejerce la docencia desde hace veinte años, en la especialidad de Lenguaje y Comunicación. Previo a ser profesor, fue reportero de varios medios de comunicación. Pertenece al Círculo de Artes "Manuel Durán Díaz" y al Club de Lectura "Letra Viva" de Biblioteca Regional.
Sus trabajos han sido publicados en libros de antología y revistas universitarias. Ha obtenido premios en concursos literarios, entre los más importantes, Primer Lugar en el Concurso de cuentos para escritores de las regiones entre Arica y Parinacota y Coquimbo, organizado por la universidad Católica del Norte, y Primer Lugar en Concurso Internacional de Poesía "El Memorioso", Castro, Chiloé.
¿Cuál es su lugar favorito de la región, por qué?
-La Mano del Desierto. Junto con apreciar esa significativa obra, contemplar durante una noche estrellada todo ese lecho cósmico.
¿Qué lo mueve, cuáles son sus grandes pasiones en la vida?
-La alegría, convertir los momentos tensos en espacios lúdicos. Ser resiliente. Resaltar el patrimonio cultural de la ciudad e integrarla a los migrantes, porque mi abuelo también lo fue.
¿Cuál fue la mayor enseñanza de sus padres?
-El respeto y la solidaridad. Tener Fe.
¿Qué te gustaría que los demás supieran de ti?
-Que tengo defectos, virtudes y luchas.
¿Qué lo apasiona de su profesión u oficio?
-Crear espacios de innovación; fomentar las habilidades, competencias y creerse el cuento.
¿En qué proyectos está trabajando actualmente?
-Escribo una novela (voy en la página número 70). Sobre una guerra civil. Chile del Norte y Chile del Sur. Divididas por intereses económicos, ambas bajo regímenes capitalistas. Judíos arrancando del pogromo zarista; donde el guano era una carátula, y el salitre un negocio millonario y clandestino, cuyo personaje principal lo descubre acompañando a su madre, que servía de empleada en casa de una familia inglesa, a una villa extrañamente fabulosa tras los cerros de una ciudad costera e imaginaria.
¿Qué consejos le daría a los jóvenes que se están iniciando en la literatura?
-Que lean los excelentes cuentos, poemas y obras dramáticas en los textos de Lengua y Literatura del Estudiante, que inspirarse en ellos les pueda permitir crear sus propios trabajos. Concursar, participar en talleres. Leer y leer hasta romper sus obras y rehacerlas. Que extraigan sus llantos, sus risas, sus sueños. Hay mucho talento joven en esta región.
¿En lo personal, cómo lo ha marcado la pandemia?
-Imposibilitado de fomentar la literatura a los niños y jóvenes; no es lo mismo trabajar desde una pantalla para promover un evento o creación, a animarlos de modo presencial. Como profesor asesor hay muchos alumnos y alumnas que obtuvieron primeros lugares a nivel nacional, regional y local, en lo literario; y participado en eventos de debates, olimpiadas de actualidad y teatro.
Dos mil veinte y dos mil veintiuno han sido años nefastos. Pero ya me estoy moviendo.
¿Qué cosa, que no enseñan en ninguna parte, deberíamos aprender?
-Usaré verbos transitivos: tolerar y aceptar. Y no quiero que el verbo "amar" se convierta en un eslabón perdido.
¿Cuál es tu mayor sueño? ¿Estarías dispuesto a compartirlo?
-Dejar que los niños canten, ¡ay! dejar que el mundo avance. Que la soberbia reconozca la realidad de los que aún piensan en esta humanidad.