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El peligro de una tercera ola covid

La experiencia internacional indica que los contagios bajen pero que vendrá una o más alzas de esta peligrosa enfermedad. Sentir que la batalla está ganada sería el peor error. Sería la antesala para hablar de una tercera y hasta una cuarta ola covid, con las consecuencias que ello acarrea.
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La experiencia mundial recoge que en países europeos el covid no sólo provocó una segunda ola de contagios, como ocurre hoy en Chile, hubo una tercera y hasta una cuarta. El fin de los confinamientos, el tema climático y laxitud en el respeto de las medidas derivaron en que las infecciones crecieran y obligaran a retroceder a nuevos aislamientos.

Los especialistas aseguran que en nuestra región todavía estamos en la segunda etapa de contagios y que la realidad es compleja. Los casos diarios aumentaron y el rebrote del virus nuevamente está estresando las instalaciones hospitalarias.

Frente a ese escenario pocos se atreven a comentar la posibilidad de una tercera ola. Mientras las cifras no decaigan encuentran apresurado ir más allá.

Se trabaja en lo inmediato y en cómo responder a las decenas de enfermos que a diario se reportan y a mirar con optimismo el futuro.

Pero la experiencia recomienda que se analicen posibles escenarios negativos por el covid. Principalmente por la llegada de los meses más fríos del año, en los que suelen aumentar los contagios virales, como lo es el covid-19.

Hay temor en que la curva se mantenga alta y se produzca un recrudecimiento sin la necesidad de retroceder en las estadísticas.

Por ello, el Colegio Médico ha criticado el pase de movilidad porque entrega facilidades de desplazamiento en un momento difícil y que requiere de mayores cuidados en la población.

Se advierte que ese tipo de decisiones crean una falsa sensación de fin de la pandemia y los protocolos sanitarios se dejan de lado o se olvidan ante la necesidad de recuperar espacios y retomar la actividad social.

Es innegable que la vacunación es positiva para contrarrestar los efectos de la enfermedad y un premio para quienes decidieron inocularse. Y si bien ese porcentaje es alto aún hay muchos chilenos que no tienen ningún tipo de inmunidad.

Sentir que la batalla está ganada sería el peor error. Sería la antesala para hablar de una tercera y hasta una cuarta ola covid con las consecuencias y el dolor que todo ello acarrea.

El medioambiente es parte de la solución

"No hay país en el mundo que no haya experimentado los dramáticos efectos del cambio climático". Margarita Ducci, Directora Ejecutiva, Pacto Global Chile, ONU
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A más de un año de la propagación de la pandemia, la humanidad continúa combatiendo al mortal virus. El Covid19 nos ha impuesto situaciones jamás enfrentadas anteriormente, a todo nivel, en todos los ámbitos y disciplinas. Las soluciones y respuestas ante la crisis sanitaria y social han puesto a prueba gobiernos, modelos económicos, sistemas de salud pública, de educación y el funcionamiento de nuestras organizaciones con consecuencias gravísimas para el progreso, para el fortalecimiento del trabajo, afectando duramente las economías en todo el orbe. Una amenaza que invita a repensar la vida en su conjunto, la sana convivencia, y la reconstrucción de un modelo de sociedad, sostenible y sustentable.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un conjunto de objetivos establecidos por las Naciones Unidas destinados a erradicar la pobreza, proteger a las personas, velar por la salud de nuestro planeta y garantizar la prosperidad y la paz, estaban planificados para cumplirse el año 2030. Nadie habría podido imaginar, que la humanidad sufriría un golpe de este calibre, haciendo retroceder los avances que, con tanto esfuerzo, se venían escalando.

Los países enfrentan desafíos muy difíciles para lograr proteger a los ciudadanos de la pandemia y retomar la marcha de sus economías, pero se hace necesario mirar hacia el futuro, de manera integral. No solo se trata de recuperar el crecimiento, sino también, cómo avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Todo pareciera indicar, que para la próxima COP26, existe un mayor consenso de la urgencia de adoptar medidas vinculantes, para combatir el cambio climático y sus efectos. El Covid-19 nos ha hecho reflexionar respecto a las grandes amenazas y sus alcances, y a dimensionar la magnitud de los errores y de la inacción.

No hay país en el mundo que no haya experimentado los dramáticos efectos del cambio climático y que no entienda que, de no ponerle atajo, eso aumentará. Las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando y hoy son un 50% superior al nivel de 1990. Además, el calentamiento global está provocando cambios permanentes en el sistema climático, cuyas consecuencias pueden ser irreversibles si no se toman medidas, ahora. Las pérdidas anuales promedio causadas solo por catástrofes relacionadas al clima alcanzan los cientos de miles de millones de dólares, sin mencionar el impacto humano de las catástrofes geofísicas, el 91% de las cuales están relacionadas con el clima. Nuestra relación destructiva con la naturaleza y el cambio climático también han hecho a la sociedad más vulnerable y han ocasionado que las pandemias sean más probables a medida que las zoonosis se vuelven más frecuentes. Si integramos el medioambiente, en la recuperación, avanzaremos de manera sostenible, creando un futuro más positivo, reconstruyendo el capital social, la cohesión y la confianza. Este período nos ha recordado nuestra frágil humanidad común, donde todos somos vulnerables. El mundo puede construir un futuro mejor, donde, prevengamos nuevas catástrofes, y donde definitivamente, el medioambiente, sea elemento clave, de la solución.

El espacio público de nuestro ex puerto salitrero

"Es necesario recuperar y dar sostenibilidad al espacio público del barrio histórico" Emile Ugarte Sironvalle, arquitecto
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Se agradece al Ministerio de Obras Públicas los trabajos de conservación del Muelle Melbourne Clark o Histórico, de gran importancia para la ciudad y el país, los cuales se extendieron por seis meses con un costo de 530 millones de pesos.

Este muelle, es parte del barrio del mismo nombre, nuestro ex puerto salitrero. Se inició su construcción en 1872 inaugurándose 1880, fue el primer muelle de carga de la ciudad para el transporte del salitre. El 14 de febrero 1879 desembarcaron allí las tropas chilenas, iniciando la Guerra del Pacífico y quedando desde ese momento la ciudad de Antofagasta bajo soberanía de Chile. En 2015 este muelle se restaura entregándose en concesión, que al corto tiempo fracasa.

Es necesario recuperar y dar sostenibilidad al espacio público del barrio histórico (EPBH), para que perdure en el tiempo como un espacio de calidad y se conserven sus edificios y su muelle. Hay que generar relaciones entre los edificios para el funcionamiento como una unidad, como lo fue en sus inicios como "puerto salitrero", con sus muelles de carga y edificios, como el de la ex Gobernación Marítima, hoy bodega del museo Regional, el ex Resguardo Marítimo, hoy sin uso, perteneciente a la Dirección de Deporte, ambos con un emplazamiento jerárquico dentro del EPBH. La ex Aduana, hoy funciona el Museo Regional que tiene su acceso principal por la fachada posterior, y el conjunto de edificios del FCAB, funcionan sus oficinas y solo se abren al público con la celebración de eventos culturales de importancia.

El objetivo, que este EPBH, logre con integración público-privada, una vida urbana a toda hora del día, con variedad de ofertas recreativas de ocio y económicas y que estén siempre en desarrollo, renovándose y potenciándose entre sí.

Se lograría sumando nuevas actividades al Museo Regional en los distintos edificios y así constituir una unidad funcional en el barrio histórico: el edificio del Resguardo Marítimo, instalando una tienda con réplicas para la venta certificadas por el museo y una librería con libros de nuestra historia, con un café. Además, en el edificio de la Ex Gobernación Marítima reconstruyéndole su gran mirador, vigía de los barcos veleros, recuperando su carácter arquitectónico e instalar un restorán que nos haga viajar a la época del esplendor del salitre y sumarle una Sala de Música de Cámara, emplazada en subsuelo, con un aforo de no más de 150 personas, que también serviría para conferencias del museo, sala de clase y seminarios y el Muelle Histórico como parte del EPBH, para el paseo y la contemplación, esporádicamente para exposiciones y conciertos de cámara. Con todo esto el barrio histórico sería un espacio público sostenible.