La Covadonga después del 21 de Mayo
El acto heroico del Comandante Arturo Prat y su tripulación de aquel lejano 21 de mayo de 1879 fue el comienzo de muchos otros más en esas mismas fechas. Mientras se batía La Esmeralda contra El Huáscar, La Covadonga obtiene el encallamiento de la nave peruana más poderosa, la Independencia, en el sector de Punta Gruesa. Su comandante, Carlos Condell, debe encontrar pronto un puerto para que su nave reciba reparaciones ya que sufrió cañonazos de consideración durante el enfrentamiento; además necesitaba bajar a tierra y sepultar a los 3 tripulantes muertos en el combate: el cirujano Pedro Videla, grumete Blass 2do Téllez y el mozo Felipe Ojeda. Videla, por ser oficial, es trasladado en 1920 hacia la Cripta de Valparaíso. Sin embargo, Téllez y Ojeda quedaron, hasta el día de hoy, en nuestra hermosa Tocopilla.
La Covadonga llega a la ciudad el día 22 e intenta seguir camino a Cobija. Sin embargo, una fuerte marejada la obliga a devolverse, saliendo en horas de la madrugada del 23. En Cobija recibe nuevamente algunas reparaciones rápidas y se dirige hacia Antofagasta. A la altura de Punta Angamos, se encuentra con el Rimac quien la remolca finalmente hacia el sector de La Poza de Antofagasta. Aquí debe quedarse varios días para recibir reparaciones más profundas y poder continuar viaje hacia Valparaíso. Durante su estadía, el 26 de mayo, el Huáscar se asoma en la bahía e inicia un bombardeo a las plantas resacadoras de agua. Tanto la Covadonga como las baterías de tierra repelen el ataque y Antofagasta no sufre mayores daños más que la muerte de un pobre perro que se encontraba amarrado en un sector de los patios de ferrocarril que recibió uno de los impactos. Desde ese día, el Huáscar es llamado como "el mata perros".
Vuelta un poco la tranquilidad a la ciudad, Matías Rojas, comandante del batallón Civico Antofagasta número 2 ofrece una cena a Condell y a sus oficiales. En aquella ocasión, se le anuncia un reconocimiento traducido a nombrar la que fuera la calle Santa Cruz como Carlos Condell., la que se mantiene hasta nuestros días.
Ana Olivares Cepeda, Guía de Turismo Patrimonial