Restoranes de la ciudad reabren comedores tras la extensa pausa
ECONOMÍA. Con aforos y resguardos sanitarios, el sector gastronómico inició la atención de público en sus espacios interiores. Los empresarios del rubro esperan que la medida se mantenga para paliar pérdidas.
Uno de los rubros que más problemas ha vivido para mantenerse funcionando durante la pandemia ha sido el gastronómico. Durante los últimos cinco meses, muchos restoranes debieron adaptarse a las normas que implican las fases 1 y 2, variando constantemente entre el servicio ofrecido en terrazas y la entrega de pedidos por medio de delivery.
Desde la jornada de ayer, estos locales pueden regresar a un funcionamiento más completo. La entrada de la ciudad de Antofagasta a fase 3 permitió que muchos recintos volvieran a habilitar la entrada a sus espacios interiores, siempre que se mantenga una distancia de dos metros entre mesas y que los grupos de clientes no superen las seis personas, entre otras medidas.
Uno de esos espacios fue el Mu Grill House, lugar especializado en carnes ubicado en el extremo sur de la Avenida Brasil. Las nuevas libertades permitieron aumentar su aforo de mesas, tras funcionar únicamente con su balcón y la terraza del primer piso.
"En fase 2 solo teníamos un turno que iba de corrido desde el almuerzo hasta la cena, lo que se traducía en solo 16 meses disponibles. Ahora con fase 3, volvimos al horario cortado. Trabajamos al almuerzo, descansamos en la tarde y volvemos en la noche. Ahora podemos ocupar un 25% de la parte interior que corresponde a unas diez mesas más", explicó su dueño, Sergio Violic.
Más extraordinario fue el caso del restorán Amares. El que fuera uno de los lugares más visitados antes de la pandemia, pasó por un periodo de trece meses sin funcionar.
Tras gestionar los permisos con la municipalidad, pudo retomar la actividad hace un par de semanas y el ascenso a la fase 3 les permitirá recuperar a buena parte de sus empleados.
"Hoy tenemos al 85% del personal de vuelta y se presenta un escenario mucho mejor. Nosotros estamos con un 50% de capacidad y con las terrazas nos permite llegar a un 60% del local. Para nosotros eso ya es positivo. Hasta el día de hoy este escenario es el mejor posible", expresó su propietario, Pablo Godoy.
Expectativas
Más allá del alivio que significa expandir el número de clientes permitidos, los encargados de estos lugares tienen visiones dispares respecto a cuánto podría durar la estancia de Antofagasta en esta fase, considerando el constante vaivén que las comunas de la región han vivido durante el último año.
Uno de los que tiene una perspectiva optimista es el dueño del local "Mitad del Mundo", Marco Cadena, quien incluso espera un potencial avance a fase 4.
"El hecho de que la economía se vuelva a movilizar permite volver a contratar gente y regularizar nuestra situación. Yo soy optimista y creo que sucederá pronto, porque nos conviene. Para el rubro sería lo ideal", manifestó.
Por su parte, Godoy es más cauto y espera que la ciudadanía aporte en una mejora de la situación de la ciudad respecto al coronavirus.
"El tema que nos preocupa ahora es que la gente tome consciencia y que los protocolos se mantengan como siempre, porque si no, no nos servirá de nada estar en fase 3. Hoy hay mucha gente viajando y transitando por el centro y creo que el problema va por ahí", afirmó.
Desde la vereda del Mu, Sergio Violic pide una mayor certeza, advirtiendo que la constante apertura y cierre de restaurantes provoca una mayor incertidumbre acerca de su subsistencia.
"Esto de que estemos pasando de fase para irnos atrás al poco tiempo trae dudas porque se pierde personal y productos. El día que se anunció la cuarentena anterior, me estaban llegando cuatro millones de pesos en mercadería, entonces cuesta manejar mucho los números de esa forma", señaló el dueño del local de carnes.
Deudas
Pero además de la incertidumbre por la mantención de la fase 3, otra problemática muy presente son los costos que los empresarios pertenecientes al rubro gastronómico deben seguir pagando, pese al tiempo extendido en que han percibido bajos, o a veces nulos, ingresos.
"El rubro no solo dejó de ganar plata, sino que pierde de forma constante. A nosotros nos han seguido cobrando patentes e impuestos con intereses. El Estado nos mandó a cerrar pero además nos cobró. Entre los petitorios que tenemos como restaurantes no está la plata, sino que nos rebajen y controlen algunas cobranzas, porque hay restaurantes que se están cerrando", indicó Violic.
Una de las formas en que los locales podrán recuperar ingresos será la apertura durante los fines de semana, como el caso de Amares que funcionará durante los sábados.
"Es uno de los mejores días de la semana. Nos permitirá reactivar a los trabajadores y a generar ingresos que no percibimos en trece meses", adelantó su dueño Pablo Godoy.